Los trabajadores europeos se están organizando para afrontar una guerra de clases declarada por el gran capital financiero. Una casta parásita internacional que necesita desesperadamente mantener su tasa de ganancia a fin de que su sistema no se colapse. La destrucción de las conquistas que el mundo del trabajo alcanzó tras su lucha por la […]
Los trabajadores europeos se están organizando para afrontar una guerra de clases declarada por el gran capital financiero. Una casta parásita internacional que necesita desesperadamente mantener su tasa de ganancia a fin de que su sistema no se colapse. La destrucción de las conquistas que el mundo del trabajo alcanzó tras su lucha por la libertad tras la Segunda Guerra Mundial está siendo el instrumento de consolidación de un nuevo ciclo de explotación.
Parte de ese combate por los derechos alcanzados lo es también por la memoria democrática. En Francia, país vecino y amigo, esta imprescindible actuación está siendo impulsada por sus autoridades que -conscientes del peligro que representa el ascenso de la ultraderecha en Europa- ha instituido la Jornada Nacional de la Resistencia, memoria de un tiempo de lucha y de heroísmo.
Durante los pasados días 26 y 27 de mayo se han celebrado en París los actos que conmemoran la creación en 1944 del «Conseil Nationale de la Résistance» (Consejo Nacional de la Resistencia). Una organización que unificó las luchas de las diferentes organizaciones clandestinas que combatían contra el invasor nazi-alemán y contra el gobierno de Vichy que presidía el general Pétain (amigo del dictador Francisco Franco).
Sus fundadores se reunieron en condiciones de rigurosa clandestinidad en el número 48 de la calle Rue du Four, en el distrito 6 de la capital. Lo presidía Jean Moulin, comisionado por el general De Gaulle desde Londres, a fin de coordinar las luchas contra el invasor. En realidad una guerra civil entre franceses desencadenada por la Alemania nazi, como continuación de la Guerra de España.
El Colectivo Anemoi ha participado oficialmente en esta memorable jornada invitado por los «Amis des Républicains Espagnols», una de las organizaciones de los descendientes del exilio republicano en Francia, cuya coordinadora es la profesora Rose-Marie Serrano, hija del excombatiente republicano Daniel Serrano, de 96 años de edad.
El 26 de mayo tuve el honor de representar a mis compañeros del Colectivo Anemoi en el acto oficial celebrado junto al lugar en donde se fundó el Consejo Nacional de la Resistencia. Recibimos el saludo afectuoso de las autoridades francesas presentes en el acto y de los representantes de las diversas organizaciones de memoria de la Resistencia.
Al día siguiente, el 27 de mayo, se desarrollo una larga y hermosa jornada de memoria en la capital de Francia. Hubo un acto presidido por el Alcalde del distrito 19 y por la Vice-Alcaldesa de París, Catherine Vieu-Charier, delegada para la memoria y el mundo combatiente, adjunta a la Alcaldesa de Paris Anne Hidalgo. En este acto también estuvo presente la República española, representada por el Colectivo Anemoi y por los «Amis des Republicains Espagnols»
A media mañana se desarrolló un acto solemne frente al monumento a los muertos por la libertad, también presidido por la Vice-Alcaldesa de París y el Alcalde del distrito 19 de la capital. Se cantó, entre otros himnos, le chant des partisans.
Además de los actos culturales y lúdicos que se desarrollaron a lo largo de la jornada, se instaló una exposición al lado del hermoso parque Buttes-Chaumont, en donde estuvimos atendiendo al numeroso público junto a nuestras compañeras de «Amis des Républicans Espagnols».
Entre otras actividades expusimos un cartel en el que rendimos homenaje al director de la Resistencia Jean Moulin, al coronel Enri Rol-Tanguy -miembro del Partido Comunista Francés- que dirigió la insurrección de París hasta su liberación, y al Comandant Robert, pseudónimo en la clandestinidad del republicano español José A. Alonso Alcalde, héroe de la Resistencia.
En dicho cartel hicimos también mención simbólica de los compañeros Luis Gonzalo Segura, exteniente del ejército y Daniel Serrano, excombatiente republicano. Las carátulas de una película y de un libro fueron la forma de expresar nuestro afecto y solidaridad: «Ne pas s’avouer vancu» (No darse por vencido) -una entrañable película francesa en la que el protagonista es Daniel- y «Código rojo«, un libro de Luis Gonzalo, en el que denuncia las tramas criminales en las fuerzas armadas. Inmediatamente después de la publicación de «Código rojo», el teniente Luis Segura, era expulsado del Ejército por el ministro de defensa Pedro Morenés, miembro del PP, cuyo fundador fue el ministro de la dictadura fascista Fraga Iribarne.
La democracia en España llegó muy lastrada por unas fuerzas armadas que se reclamaban herederas del «legado de Franco» (más de 100.000 asesinatos). Se suponía que tras los cuarenta años de dictadura las cosas iban a cambiar y que el fascismo presente en los ejércitos iría desapareciendo paulatinamente. Cuarenta años después de iniciarse la Transición la realidad es que las cosas no han mejorado mucho.
Es hora, pues, de acabar con una transición fallida. El pueblo ha de poder elegir libremente su camino sin las amenazas de un ejército intervencionista. En ese empeño democratizador está y estará nuestro colectivo de militares republicanos ANEMOI.
Manuel Ruiz Robles es capitán de navío de la Armada, coordinador del Colectivo Anemoi
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