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Sobre los sucesos de Elche

Pasividad policial y acusaciones cruzadas

Fuentes: Rebelión

Entre 400 y 500 personas participaron el pasado 16 de septiembre en una concentración en el Polígono Industrial de Carrús, en Elche (Alicante). Los manifestantes, convocados mediante pasquines anónimos, corearon consignas de marcado contenido xenófobo y racista contra las empresas de nacionalidad china existentes en el Polígono y contra las personas de esa misma nacionalidad. […]

Entre 400 y 500 personas participaron el pasado 16 de septiembre en una concentración en el Polígono Industrial de Carrús, en Elche (Alicante). Los manifestantes, convocados mediante pasquines anónimos, corearon consignas de marcado contenido xenófobo y racista contra las empresas de nacionalidad china existentes en el Polígono y contra las personas de esa misma nacionalidad.

Testigos presenciales denunciaron la pasividad policial ante los hechos de violencia que se sucedieron. La concentración a pesar de ser ilegal (pues no fue tramitado permiso alguno en la Subdelegación del Gobierno) había sido convocada con varios días de antelación, por lo que la policía conocía su existencia.

Sin embargo, los agentes uniformados a los que les correspondió hacer acto de presencia aquel día permanecieron tranquilos «mientras los manifestantes prendían fuego a varias decenas de cajas de calzado extraídas de un camión», al que con anterioridad habían vaciado y saqueado al proceder su mercancía de empresas chinas. Igualmente, los congregados prendieron fuego a dos contenedores y dos naves industriales propiedad de empresarios de nacionalidad de ese mismo país. Sólo en ese momento, y cuando comprobaron que los manifestantes ni siquiera dejaban acercarse a los bomberos para apagar el incendio, los agentes policiales decidieron intervenir dispersando a los delincuentes.

Dueños y trabajadores de los dos almacenes incendiados, así como afectados de establecimientos y almacenes colindantes, se lamentaron amargamente de la actitud de la policía. Según algunas víctimas «la policía lo estaba viendo todo desde la otra acera, y no hacía nada; incluso había varios agentes que se reían». Además tardaron en intervenir cuando los manifestantes hicieron una cadena humana para impedir que el camión de los bomberos se pudiera acercar a los inmuebles en llamas. Los bomberos, por cierto, llegaron tres cuartos de hora después de provocarse en incendio. «¿Qué hubiera pasado si alguno de nosotros se hubiese refugiado dentro?», se pregunta uno de los trabajadores de la empresa afectada.

Trece días después de estos hechos las detenciones se elevan a 22. Todos las personas detenidas son vecinas de la ciudad y trabajadoras del sector zapatero y su industria auxiliar. Según informaron fuentes policiales, algunas de ellas reconocieron haber acudido el pasado 16 de septiembre a la protesta y haber tomado parte en los disturbios. Sin embargo, el trámite policial hasta el momento ha consitido únicamente en tomar declaración a estas personas y proceder a su liberación sin cargos, con la obligación de comparecer cuando sean requeridos ante el juez que instruye el caso.

Cruce de acusaciones

En medio de este clima, el pasado 23 de septiembre el Moviment per la Unitat del Poble (MUP) presentaba un manifiesto [www.rebelion.org/noticia.php?id=5197] y convocaba a nuevas movilizaciones «Por el calzado y los derechos sociales». Esta organización local concentra sobre sí un cúmulo de acusaciones que la hacen situarse en el ojo del huracán.

De una parte los medios de propaganda, tanto grandes como pequeños (desde el ABC hasta la prensa local), no han tardado en colocarle el cartel de «grupo de extrema izquierda» y lo airean ante cualquier pequeña posibilidad; de otra parte, organizaciones como el PCPE de Elche denuncian que esa movilización está «auspiciada desde el principio por la patronal, que además se expresa con los contenidos racistas y fascistas por todos conocidos, [y que] no puede ser reorientada hacia los intereses de la clase obrera ilicitana». El PCPE apuesta por «gestar, desde la clase obrera y con un amplio acuerdo de las fuerzas políticas, sindicales y sociales no comprometidas con la trama que ha llevado a la industria del calzado al callejón sin salida en la que hoy se encuentra, una nueva movilización, totalmente desvinculada de las anteriores convocadas por la patronal».

Vecinos de Elche también han acusado al MUP de ser «el sindicalismo vertical y de falange», al tiempo que otros han restado importancia y capacidad de convocatoria a este Movimiento, que se presentó a las última elecciones locales con bastante poco éxito.

Para enfangar un poco más el panorama la formación ultraderechista Democracia Nacional (DN), ha convocado para este sábado un acto en el que a buen seguro contarán con la protección policial que ya es habitual en este tipo de actos-provocación. Determinada prensa, además, está dando cobertura y espacio al discurso patriotero y fascistoide de DN.