El lunes 18 de noviembre serán juzgadas cuatro personas bajo penas de 5-9 años de cárcel por un supuesto delito de atentado a la autoridad. Tres ricas tartas de merengue cayeron sobre la cara de la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, en una reunión celebrada en Toulouse para la imposición en territorio vasco del TAV […]
El lunes 18 de noviembre serán juzgadas cuatro personas bajo penas de 5-9 años de cárcel por un supuesto delito de atentado a la autoridad. Tres ricas tartas de merengue cayeron sobre la cara de la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, en una reunión celebrada en Toulouse para la imposición en territorio vasco del TAV (Tren de Alta Velocidad). En Francia ni siquiera vieron indicios de delito, pero la Audiencia Nacional, heredera directa del franquismo, se excitó y saltó las fronteras del Estado para juzgar a estos cuatro tartalaris del movimiento de desobediencia al TAV.
Esta fastuosa infraestructura, impuesta como otras en nombre del interés general, es fruto del matrimonio entre Obras Públicas y empresas de construcción españolas. ¿Hay «interés general» cuando vía impuestos supone 6.000 millones de € (dinero equivalente al que el Departamento de Vivienda Vasco «dispone» para los próximos 24 años); cuando se sabe que en esta sociedad motorizada el TAV es el medio más caro km/plaza, asequible sólo para la clase media-alta; y cuando despedazan pueblos y comarcas de Euskal Herria para conectar tres capitales, recorrido que sólo un 3% de los vascos hace a diario?
El bocado que dará el TAV al territorio implica dividir valles y convertir muchos de ellos en escombreras, abrir nuevas pistas, perforar montañas, excavar y cambiar los flujos de agua de los macizos, contaminando manantiales y ríos que también serán atravesados en más de 100 puntos. Por no hablar del consumo de energía que necesita este monstruo de la velocidad. En pocas palabras, el TAV supone talar, volar, contaminar, partir, desviar, excavar y perforar en nombre del Progreso.
Este proyecto culminaría un proceso que viene de lejos y que insiste en la destrucción de las zonas rurales, convirtiendo la vida en los pueblos en un sucedáneo del estilo de vida urbano. O dicho de otra manera, convierte la zona rural en una periferia que convivirá con escombreras, canteras, depósitos de residuos y centrales térmicas. Dejando ciertos espacios verdes como áreas selladas y protegidas para los turistas que buscan un País Vasco rural, verde y diferente.
Podríamos seguir cantando los desmanes del TAV, pero esa lógica de despilfarro y destrucción es bien conocida en nuestro país (aeropuertos vacíos, urbanizaciones fantasma) y nos coloca en el segundo puesto a nivel mundial en red de transportes, y en el primero de Europa en construcción y hormigón (con la correspondiente deuda que como siempre pagamos nosotras). Y ahora también el primero en intentar encarcelar a alguien por unos tartazos.
ABSOLUCIÓN DE LOS CUATRO TARTALARIS
PARALIZACIÓN DE LAS OBRAS DEL TAV
¡TARTAS PARA NUESTROS JEFES, POLÍTICOS Y PROFESORES!
CONVOCATORIAS DE APOYO
LUNES 18 DE NOVIEMBRE:
9:15 AM. Juicio y Concentración en la Audiencia Nacional. Calle Límite, Polígono Industrial La Frontera, San Fernando de Henares (Parada Cercanías Torrejón de Ardoz).
Y por la tarde en Sol:
Desde las 18:30 PM. Lanzamiento y degustación de tartas. 20:00 PM. Concentración en solidaridad.