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Periodistas debaten sobre violencia machista en espacios digitales

Fuentes: SEMlac

En medio de emergentes posturas conservadoras y fundamentalistas, los espacios digitales y redes sociales son actualmente escenario de discusión sobre el patriarcado y las violencias machistas, reconocieron participantes en un taller sobre buenas prácticas comunicativas, realizado los días 19 y 20 de noviembre en La Habana.

Sobre detractores y machistas en las redes, la revictimización de las mujeres y las feministas y el tratamiento de la violencia de género en los medios digitales versaron los debates del encuentro, organizado por el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), como preámbulo de la Jornada Cubana por la No violencia hacia las Mujeres y las Niñas.

Un diagnóstico realizado durante los días de pandemia a varios medios digitales cubanos constató que, a diferencia de años atrás, las violencias machistas han llegado a los medios de comunicación, pero mucho más a los locales que a los de circulación nacional.

Como signo de cambio, se reconoce la existencia de todos los tipos de violencia, se narran historias de vida y se manejan algunas estadísticas, aunque se tiende a relativizar la presencia de este problema en Cuba, describió la periodista Ania Terrero, al esbozar los resultados preliminares del estudio.

No obstante, estas coberturas siguen teniendo un carácter puntual, no siempre se contextualiza ni profundiza en las desigualdades de poder que determinan estas prácticas machistas y se siguen reproduciendo mitos y estereotipos, señal de desconocimiento y naturalización del problema.
«La reproducción de estereotipos sexuales ocurre más frecuentemente a nivel de imágenes que de discurso», precisó Terrero.

Evitar el estigma, la culpabilidad y sexualización de las mujeres en situación de violencia, nombrar el femicidio, identificar la cultura patriarcal que está en el origen de esas violencias, y entenderlas como problema social y no como hechos aislados son algunos de los desafíos reconocidos en el diagnóstico.

Aún quedan esas y otras deudas en el tratamiento de las violencias machistas en los medios, señalaron periodistas, comunicadores, estudiantes de la Facultad de Comunicación y activistas vinculadas a Evoluciona, Campaña Cubana por la No Violencia hacia las Mujeres, que coordina OAR junto a otras instituciones y organizaciones.

Con una fuerte presencia en plataformas y redes digitales, Evoluciona ha crecido con un amplio público, fundamentalmente joven, que sigue y comparte sus publicaciones. También ha puesto en evidencia las resistencias que ha estos mensajes encuentran, lo mismo en comentarios en los medios que en redes sociales.

Tal es el caso del uso de los términos «feminazi» o «feministas de ahora» para ridiculizar y minimizar el impacto ideológico del feminismo, el cuestionamiento de la capacidad intelectual de las mujeres y la revictimización de las que han vivido alguna situación de violencia, a quienes frecuentemente les cuestionan su credibilidad, posturas, vestimentas o creencias.

Los detractores aparecen también como parte de las tendencias religiosas más conservadoras contra el aborto, el matrimonio igualitario y el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, con discursos que reducen peyorativamente la teoría de género y la perspectiva feminista a la frase «ideología de género», en interés de minimizar el alcance de siglos de luchas por los derechos de las mujeres.

Además de promover una vigilancia sistemática y acción más activa en las redes y plataformas digitales, periodistas y comunicadoras abogaron por una mayor preparación y capacitación en estos enfoques y por intencionar aún más las publicaciones dirigidas a los hombres jóvenes.

Durante las sesiones de trabajo conocieron de otras experiencias similares en la región, intercambiaron vía online con la Red de Periodismo Feminista (Latfem) y compartieron la Caja de Herramientas de la campaña global Basta, de Oxfam.

Dialogaron, además, sobre el tratamiento del ciberacoso y el control machista en los medios de comunicación y la Constitución y los derechos sexuales en Cuba.