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Pertur, la larga sombra del Estado

Fuentes: Rebelión
A finales de julio de 1976, el dirigente y teórico de ETA (Político-Militar) Eduardo Moreno Bergaretxe (Pertur), de 26 años de edad, desaparece misteriosamente en Iparralde. Grupos de extrema derecha como la temible Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista) y el ATE (Anti Terrorismo ETA) reivindican el secuestro y asesinato de Pertur, sin embargo, pronto se lanzará el rumor de que Pertur fue secuestrado y asesinado por sus propios compañeros de organización, en concreto, por los denominados «comandos bereziak» de ETA (P-M), supuestamente contrarios a las posturas de Pertur en cuanto a su concepción del partido revolucionario y su rol dirigente subordinando la lucha armada. Los grandes medios de comunicación españoles pronto se hicieron eco de estos rumores, propagándolos sin la más mínima comprobación ni investigación de los hechos, asumiendo esa versión como una verdad absoluta e inalterable, y por supuesto, como un hecho indiscutible que probaría la degeneración total de ETA y sus miembros, manipulando de paso la figura de Pertur, atribuyéndole así ser el precursor de la deriva derechista y reformista que años más tarde emprendería Euskadiko Ezkerra, al supuestamente querer hacer desaparecer la lucha armada e integrar a la izquierda abertzale en la «democracia española».

Algunos de estos medios en estos años incluso pusieron nombre y apellidos a los autores de la desaparición y muerte de Pertur, en concreto, se hablaría de la autoría directa de Eugenio Etxebeste (Antxon), Miguel Ángel Apalategi (Apala) y Francisco Múgica (Pakito), en aquella época militantes bereziak y posteriormente de ETA (Militar).

A corroborar este rumor ayudaría fundamentalmente la propia familia de Pertur, en concreto su madre, Marta Bergaretxe. No olvidemos que la familia Moreno Bergaretxe procedía de la burguesía liberal donostiarra, anticomunista y antiabertzale.

El contexto político e ideológico de Pertur

Es el año 1974, el final del franquismo se acerca y se percibe con gran incertidumbre en toda la militancia y sobre todo en las direcciones de las organizaciones políticas y militares, un año antes, en 1973 el «Comando Txikia» de ETA había conseguido dar muerte, de una forma espectacular, al Presidente del Gobierno, Almirante Carrero Blanco, todo un éxito militar que supuso el fortalecimiento de este frente con respecto al frente obrero de ETA y a otros frentes de masas, que veían como la represión caía sobre ellos de forma implacable.

En 1974 surge una crisis en torno a cómo concebir las relaciones entre los diferentes frentes de lucha. En junio de ese año, una parte del frente obrero abandona ETA, argumentan que la represión desencadenada impide la propia organización de los obreros abertzales y revolucionarios y piden una separación orgánica, surge así el partido LAIA, que a su vez sufriría una escisión de corte libertaria opuesta al leninismo. Quienes permanecen en el frente obrero de ETA, conscientes de estos problemas de cara a la organización obrera, crearían a su vez un organismo obrero, asambleario y abertzale, siendo el origen del actual sindicato LAB.

Pero la crisis no terminaría aquí, en octubre de 1974, la dirección de ETA propone una nueva relación entre los frentes, debido a las desconexiones producidas por el funcionamiento independiente de los frentes. Si bien se propone que a nivel de funcionamiento de base debe existir una evidente separación, a nivel de dirección debe existir una estructura única, «política-militar», nace así ETA (Político-Militar), creándose los llamados «comandos especiales» (bereziak) encargados de la lucha armada. Por otro lado, una parte de la dirección de ETA, la mayoría del frente militar, ante las perspectivas de una nueva fase tras el fin del régimen franquista defiende que la lucha armada debe separarse de la lucha de masas y no entorpecerla, haciendo un llamamiento a impulsar una especie de frente popular antioligarquico de izquierdas y abertzale compuesto por las organizaciones políticas no armadas, fue el nacimiento de ETA (Militar). Como respuesta al llamamiento de ETA (M) nacerá el partido EAS, más tarde EHAS, y posteriormente HASI.

Tras la muerte de Franco surge también la necesidad de establecer un programa político, un programa mínimo rupturista y democrático, frente a las propuestas reformistas del PSOE, PCE y PNV. Nace la que se conocerá como alternativa KAS, que contará con los apoyos de ETA (PM), ETA (M), EHAS, LAIA y LAB.

El esquema organizativo de ETA (P-M) pronto entraría en crisis, se llega a la conclusión de que es necesario un «desdoblamiento» (esta palabra se pondría de moda entre la militancia poli-mili) en un partido político separado de la organización armada.

Otsagabia, la ponencia de Pertur

Pertur demostró su potencial teórico y sobre todo su adhesión al marxismo-leninismo en lo que fue conocida como la ponencia Otsagabia (nombre de un pequeño pueblo navarro), elaborada por el propio Pertur con la colaboración de Javier Garayalde (Erreka), considerado en aquella época su mano derecha. Los ejes fundamentales de la ponencia Otsagabia serían sobre todo dos:

  1. El «desdoblamiento » organizativo en un partido político abertzale, obrero, independentista, de clase y revolucionario, basado en el centralismo democrático leninista. El «desdoblamiento» se define como «(…) la separación organizativa entre la labor política que se desarrollaría a través del partido y la labor militar, de la que se encargaría un grupo armado totalmente independiente desde el punto de vista organizativo de aquél… La dirección del proceso revolucionario (…) ha de ser llevada por el partido (…). La forma ideal de coordinación entre ambas formas de lucha estaría en la existencia de una dirección unificada del partido y el grupo armado, que planificaría convenientemente el papel a jugar por cada cual…«.
  1. Carácter defensivo de la lucha armada en el periodo de democracia burguesa y subordinada a las directrices del partido. En concreto se afirma que «(la lucha armada tendrá) un papel de fuerza de disuasión, de garantizadora de las conquistas populares«.
Por tanto, en Otsagabia, es decir, en el documento político donde Pertur vuelca todo su potencial, no hay ninguna evidencia de querer acabar con la lucha armada, y ni mucho menos, evidencia alguna de reformismo socialdemócrata que se pudiera entender como precursor de la futura y progresiva desbandada de Euskadiko Ezkerra al PSOE vasco, y en general, hacia el sistema.

Ya Pertur en 1974, dos años antes de la ponencia Otsagabia y de su desaparición en un número especial del boletín Hautsi dejaba bien clara sus posiciones:

«Pero el proceso de construcción de la sociedad socialista vasca no es ni puede ser recto: será un proceso escalonado, con fases intermedias. La democracia puede ser una de éstas (entendámonos bien: con el término ‘democracia’ queremos describir el sistema político vigente en algunos estados europeos; por ejemplo Gran Bretaña). Desde una perspectiva revolucionaria, las libertades democráticas son infinitamente preferibles al fascismo… Pero constituye un error esperar de éstas la eliminación de la explotación capitalista y la opresión nacional; la democracia es sólo una conquista parcial arrancada a la burguesía…«

De estas palabras deberían tomar buena nota todos aquellos que durante todo este tiempo han hecho pasar a Pertur por un adalid de la «democracia española», en especial, los Iñaki Martínez, Teo Uriarte, Kepa Aulestia, el propio Erreka, o en su momento los ya fallecidos Mario Onaindia o Juan Mari Bandrés.

La ponencia Otsagabia fue presentada muy poco después de la desaparición de Pertur en julio de 1976 por su compañero y estrecho colaborador por entonces Erreka, siendo aprobada, e incluso contando en principio con el apoyo exterior de los representantes de ETA (M) que acudieron a la VII Asamblea de ETA (P-M), en la que tuvo lugar la discusión de la ponencia. Entre los dirigentes «milis» que dieron su apoyo a la ponencia Otsagabia se encontraban José Miguel Beñaran (Argala) y Domingo Iturbe (Txomin), también se pronunciaría a favor el por entonces dirigente de EHAS, Santi Brouard, amigo y vecino durante un tiempo de Pertur.

Los trabajos de Pertur se concretarían poco después en las llamadas «Mesas de Reagrupamiento», especie de asambleas populares que se dieron en barrios obreros y populares, en las que se realizaría una gran labor de concienciación entre la juventud obrera, muchos de ellos hijos de inmigrantes, y en diversas localidades vascas y que fueron el germen para la formación, en 1977, del Partido para la Revolución Vasca o Euskal Iraultzarako Alderdi (EIA), que a su vez, daría lugar a la formación, junto al MC-EMK y la organización nacional vasca de la OIC, del frente de izquierdas y abertzale Euskadiko Ezkerra (EE).

Pertur y los bereziak

Como fundamento del rumor que afirma que quienes hicieron desaparecer y dieron muerte a Pertur fueron sus compañeros bereziak, se encuentra la relación siempre tensa entre Pertur y los bereziak, que no es más que el reflejo de las tensiones que existían entre los diferentes frentes de lucha que antes hemos descrito; entre toda la «rumorología» al respecto, a Pertur se le atribuye haberse referido a los bereziak como «esos bestias que han convertido Iparralde en un estado policial«, pero insistimos, forma parte del rumor, y nada más. Sin embargo, Pertur, en 1976, es sometido a arresto por sus compañeros por una falta grave de indisciplina, en concreto, por escribirse con el dirigente preso Iñaki Mugika (Ezkerra) sin dar cuenta a nadie, y posiblemente poniendo en riesgo tanto a compañeros como información. Pero el arresto pronto sería levantado, con la idea de que el propio Pertur presentara Otsagabia en una preasamblea.

Otro elemento de fricción entre Pertur y los bereziak surgiría con el secuestro del empresario cercano al PNV, Ángel Berazadi, a quien los bereziak querían ejecutar, mientras Pertur era partidario de cobrar el rescate. Pronto surgirían rumores también infundados, al menos a lo que Pertur se refiere, dentro del entorno de los bereziak de que Pertur y Juan Mari Bandrés estaban negociando el fin de la lucha armada con el Gobierno a espaldas de la Organización.

Si los bereziak veían en la ponencia de Pertur un peligro, ¿por qué no se pronunciaron en contra? ¿por qué la aceptaron? Los defensores de las mentiras dichas hasta ahora se callan, no dicen nada, o en algunos casos, hasta siguen mintiendo.
Sin embargo, aunque los bereziak estuvieran a favor de Otsagabia, y en concreto de la formación del partido, si existía entre ellos cierta inquietud, o más bien, desconfianza. Otsagabia y la creación del partido podían contar con muchos apoyos y simpatías, pero otra cosa era cómo llevar a cabo política y organizativamente todo lo aprobado. Los temores por parte de los bereziak de que el partido fuera infiltrado por elementos liquidacionistas y oportunistas, con ganas de progresar en la «nueva democracia española», que fuera arrinconando a los elementos revolucionarios, y que llevara a la eliminación del considerado, según Otsagabia, como el «garante armado de las conquistas populares» (la organización armada) fue a más. Así, la dirección de EIA (el partido), con Mario Onaindia a la cabeza, persiguió implacablemente a los elementos más abnegados y revolucionarios del partido, destacando entre los perseguidos por el aparato el que fuera parlamentario por EE, Francisco Letamendia (Ortzi), el dirigente obrero y sindical vizcaíno Felipe Fernández, o el encausado en el Proceso de Burgos Goio López Irasuegi, y renegando progresivamente del marxismo-leninismo, de la lucha por la liberación nacional, etc. , coqueteando en todos los foros con la «intelligentsia» del PSOE.

El tiempo no ha hecho más que confirmar como los elementos oportunistas y derechistas utilizaron políticamente Otsagabia, y la propia figura de Pertur, para acomodarse en las ubres del poder.

«El año de todos los demonios»

Para esta edición del Festival de Cine de San Sebastián, en la sección Zabaltegi, está prevista la proyección del documental «El año de todos los demonios» dirigido por el ex militante de ETA (P-M) Ángel Amigo. El documental es contundente: tomando como base la documentación recabada en juzgados italianos, el documental defiende que los autores habrían sido un grupo de neofascistas italianos a los que sectores de la Policía española armó, documentó y encargó una serie de atentados contra ETA en Iparralde.

El documental destaca testimonios de antiguos compañeros ex «polimilis», coteja datos e investiga un sumario abierto en su día por la justicia italiana, que implica a un grupo de fascistas italianos en el posible secuestro de Pertur. La película incluye entrevistas, entre otros, con el juez italiano responsable de la investigación, Giovanni Salvi, con el ex dirigente de ETA (P-M) Antxon, con el General Ángel Ugarte, responsable en su día del SECED (los servicios de inteligencia militar) dependiente de la Presidencia del Gobierno en 1976, y con el comisario francés Alain Etchetto. También recoge los testimonios de la antigua compañera de Pertur, Lourdes Auzmendi.

El documental recuerda el sumario iniciado por un juez italiano en los años 80, de 400 folios de extensión, y que fue cerrado, curiosamente, por la falta de colaboración de las autoridades españolas. En aquella investigación, se recoge el testimonio de un arrepentido, Angello Izzo, que declaró en febrero de 1984 que dos de los ultras Pier Luigi Concutelli, encarcelado en 1977 por el asesinato de un juez, y Augusto Cauchi, realizaron acciones contra militantes de ETA, armados y documentados por la Policía española. Según su declaración, Concutelli le habló del secuestro de un militante de ETA, cuyo nombre no citó, al que narcotizaron, y trasladaron a España para interrogarle. Fue torturado y posteriormente se le hizo desaparecer. Según esa versión, no fue entregado directamente a la Policía española, sino a un grupo que trabajaba a su servicio.

Como el propio Ángel Amigo afirmaba hace poco en el diario vasco Gara, el secuestro y asesinato de Pertur estaría dentro de una globalidad represiva, bien orquestada, y con importantes conexiones internacionales: «Detrás se esconde la ampliación de la ‘Operación Cóndor’ de Pinochet a Europa y, en concreto, a Euskadi, que se materializa a través de una reunión que celebra el dictador chileno en Madrid, en el funeral de Franco, con el jefe de la DINA (servicio secreto chileno), que era el general Contreras, y un italiano que se denomina en clave como Alfa, junto a un policía español. Sistematizan todo un planteamiento en colaboración con los servicios de inteligencia españoles, con la Policía, para actuar contra ETA en el sur de Francia. Y este contexto da un perfil al caso completamente distinto al que podía haber. Además, en ese año en una semana se da la desaparición de dos policías, la fuga de Segovia, el secuestro de Berazadi, Montejurra..

¿Y ahora qué?

Siendo Ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, que fue compañero de Pertur en los jesuitas de Donosti, se intentó infructuosamente descubrir la tumba de Pertur, algunos dicen que fue una cuestión personal del por entonces Ministro.
Por su parte, los dos grandes diarios españoles, El País y El Mundo, coincidían sorprendentemente en dar veracidad al documental de Ángel Amigo. En concreto, en el diario El País reconocían haber dado datos en 1987 de toda la trama ultra derechista implicada en la desaparición de Pertur, para seguidamente decir que «nadie relacionó estos actos con el secuestro de Pertur» debido a que había una «convicción instalada» sobre la autoría, o sea, que se encargaron de difundir punto por las directrices que venían de los servicios de inteligencia españoles, sin interesarles lo más mínimo que había ocurrido y por qué.

Durante estos años son muchas las mentiras que se han vertido entorno a la desaparición de Pertur, incluída la propia manipulación política del desaparecido. Hoy, curiosamente, muchos se limitan a sorprenderse por el documental de Amigo, en unos casos, o a mirar para otro lado, en otros.

Al fin y al cabo, éste no deja de ser un episodio más, una mentira más, o como dice El País, «una convicción instalada» más, dentro de la larga lucha que la gran oligarquía española mantiene con los pueblos y la clase obrera del Estado español, que convendrá tapar convenientemente. La «guerra sucia» no sólo se hace con balas.

Fuentes:

Egido, José Antonio, Viaje a la nada. Principio y fin de Euskadiko Ezkerra, Ed. Txalaparta, 1993, Tafalla (Navarra).

AAVV, El GAL o el terrorismo de Estado en la Europa de las democracias, Ed. Txalaparta, 1990, Tafalla (Navarra).

Francisco Letamendia, «La construcción de una alternativa revolucionaria: de la V Asamblea de ETA a KAS», en «Clase obrera, marxismo, y cuestión nacional en Euskadi», Cuadernos de Formación IPES nº 1, mayo-junio de 1980.