Es una de las tantas peticiones de firmas que corren por la red. Pero vale la pena detenerse en ella. Si tienen tiempo y lo consideran, fírmenla… y luego hagamos entre todos y todas algo más. No va ser suficiente con nuestra firma. Reza así la petición, el tema es importante: «[…] firma la petición […]
Es una de las tantas peticiones de firmas que corren por la red. Pero vale la pena detenerse en ella. Si tienen tiempo y lo consideran, fírmenla… y luego hagamos entre todos y todas algo más. No va ser suficiente con nuestra firma.
Reza así la petición, el tema es importante:
«[…] firma la petición al Parlamento de Cataluña para que retire la acusación de prisión contra los 20 indignados que participaron de las protestas a las puertas de la Ciudadela el 15 de junio de 2011 contra los recortes presupuestarios en sanidad, educación y servicios sociales por parte del gobierno de Artur Mas.
La suscribe el «grupo de apoyo a los 20 indignados imputados por el Parlamento y la Generalitat en la Audiencia Nacional.»
El gobierno ultraneoliberal de la Generalitat y el Parlament de Cataluña piden, pues, tres años de prisión para cada uno de los acusados, «actuando como acusación en el proceso penal instruido a la Audiencia Nacional española».
¿Actuando como acusación? ¿Audiencia Nacional española? A ver, a ver.
La petición de prisión «por parte de los máximos órganos de gobierno que se llaman democráticos de Cataluña», se afirma en la petición, se da «en el marco de las líneas represivas contra las protestas pacíficas que desde el inicio de la crisis» están cogiendo fuerza en nuestro país de países. Buscar una condena por estas protestas pacíficas, se señala con razón, es «criminalizar el activismo y sentar jurisprudencia de cara a actuar del mismo modo reprimiendo futuras protestas».
Por esa razón, prosiguen, «usan una herramienta jurídica que no se ha usado nunca». ¿Qué herramienta? La acusación de ataque contra «los altos organismos de la Nación Española», el artículo 498 del Código Penal. ¡Toma el frasco con Pancracio! ¿La Generalitat catalana y el Parlament catalán, que abonan bien a las claras un proceso nacionalista, supuestamente soberano, supuestamente independentista, usando como herramienta jurídico-represiva un artículo que rechaza el ataque contra los altos organismos de la nación española? ¿El intocable Parlament es un alto organismo de la nación española? Por lo demás, ¿no se estaba en contra de la Audiencia Nacional?
Puro Cambó: primero el orden y luego todo lo demás. Tiene por ello una estatua dedicada a la entrada de Caixabank en Via Laeitana (cin metros más abajo una avenida lleva el nombre de este empresario parafascista català però que molt català).
Además, paradoja de paradojas, algunos de los actuales diputados del Parlament apoyó, incluso con su presencia, las protestas pacíficas de 15 de junio de 2011 de ciudadanos y ciudadanas -el que suscribe entre ellos- que estaban, están y estamos en contra de que esta crisis-estafa sea una agresión interminable a los derechos sociales y económicos de los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad.
¿Por qué no podemos protestar a las puertas del Parlament de Cataluña y decirles a muchos de sus diputados, a la cara y de frente, que no nos representan y que lo que realmente representan es el conservadurismo más insolidario de nuestra sociedad y los intereses elitistas y antipopulares y antiobreros que les son anexos? ¿No decían que eran «demócratas»? ¿Ezquerra Republicana de Catalunya también va a tragarse ese sapo? ¿Quiénes apoyan más los designios de CiU? ¿El PSC federalista? ¿Los críticos de Ciutadans? ¿La izquierda de debò de ICV-EUiA?
Nota:
[1] Para más información: http://20catalans.wordpress.com/castellano/
twitter: @20catalansAN #20catalansAN
Escritos de acusación:
Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; director Jordi Mir Garcia)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.