El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo en España que en su país los grupos criminales y organizaciones mafiosas «tienen poder político» y siembran la muerte con «ejércitos privados», y que para desligar al país del narcotráfico «hay que entregarle tierra fértil al campesino» a través de una reforma agraria, algo que calificó como «una obsesión» de su gobierno.
Fue durante un discurso -el viernes 5- en un evento en Madrid organizado por Nueva Economía Fórum, en el último día de su visita oficial al país. Anteriormente, Petro instó a la ciudadanía, en una entrevista con el diario El País a “que se exprese” sobre las reformas de su Gobierno y acusa a “grupos muy privilegiados” de tratar de bloquearlas. “Salir a las calles no significa violencia”, aseguró. “El cambio es más difícil de lo que pensábamos”, admitió.
Mafia y poder
«Una de las características fundamentales de la mafia colombiana es que tiene el poder político. No son los campesinos que cultivan hoja de coca, son empresarios, son senadores. Entran por el Palacio de Gobierno como Pedro por su casa; tienen y han tenido el poder», advirtió Petro. «Cuando un grupo criminal tiene el poder, lo que se desata es el genocidio».
El «famoso Pablo Escobar palidecería ante el poder de las actuales organizaciones mafiosas, que cuentan ya no solo con fincas o haciendas, sino territorios», agregó Petro. Y subrayó que estos grupos «tienen un poder inmenso transnacional». «Si queremos que Colombia se desligue del narcotráfico y la violencia, hay que entregar tierra a los campesinos», concluyó el mandatario, reivindicando una reforma agraria «como la de España o Europa».
«Tenemos una estructura de tenencia de la tierra muy desigual, por eso es uno de los países más desiguales, porque es una especie de feudalismo del siglo XXI», sostuvo sobre Colombia. «El campesinado ha sido relegado a la fuerza, millones de campesinos desplazados. Vemos 20 millones de hectáreas de tierra fértiles sin producir… hay que darle una vida digna al campesinado, que es el verdadero nombre de la paz y de la desnarcotización del país».
Cambia el mercado de la droga
Las declaraciones de Petro sobre la reforma agraria son en el contexto de un cambio en los hábitos de consumo de drogas en EE.UU. «Tenemos un campesinado que vivía de vender la hoja o la pasta de coca que hoy tiene hambre, hay diversas causas pero estamos manejando como hipótesis que es que el mercado de consumo varió estructuralmente, quienes consumían rutinariamente cambiaron en Estados Unidos» y dejaron de consumir esta droga, apuntó.
Y agregó que «si es cierto y hay un cambio en la estructura de consumo, toda la producción cocainera colombiana se desploma». «Es lo que estamos viendo y si es cierto, hay la posibilidad de un desarme generalizado, que está muy ligado al negocio ilícito, (esa opción) se abre, es el momento de ofrecer tierra fértil al campesinado y desconectarlo de la producción de hoja de coca, ofreciendo una reforma agraria», asumió el presidente colombiano.
Petro alertó del avance del fentanilo que se fabrica en México, un potente opioide sintético utilizado como analgésico en EE.UU. «La coca mataba 3.000 personas por año, la marihuana cero, el fentanilo mata a más de 100.000 al año», insistió. Por ello, invitó a Europa a ayudar a Colombia, invirtiendo para dar «otra opciones» al campesinado para que se aleje de la producción de coca: «Europa está metida en la aprobación de una estrategia errada, de mirar el tema de la droga como un tema de cárcel, cuando es un problema de salud pública», enfatizó.
La relación con Venezuela
Desde la Universidad de Salamanca, Petro acusó a EE.UU. de tratar de reproducir el conflicto «OTAN-Putin» entre Colombia y Venezuela. No obstante, destacó que los dos países «son hermanos, prácticamente el mismo pueblo». Y dijo que las sanciones al Gobierno de Nicolás Maduro «han provocado una enseñanza» de que ha sido el pueblo quien ha recibido las peores consecuencias. «Ellos vivían bien, tenían acceso al mejor whisky del mundo, que es una forma de vivir sabroso», ironizó el presidente, quien consideró que el bloqueo a la compra de petróleo venezolano cambió esa situación.
Petro fue presentado por la vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y dijo que la sociedad venezolana pasó «de vivir bien a no tener un plato de comida», algo que se tradujo en un «éxodo» de ciudadanos que Colombia «recibe en primera instancia». «Tres millones de personas, aún no se sabe si es ese número, la gente se va no porque no les guste Maduro, sino por la pobreza», opinó.
«La extinción de la especie humana»
Al recibir la Medalla de la Universidad de Salamanca, máximo galardón otorgado por la institución de la que fue alumno, Petro alertó sobre los peligros que rodean a la sociedad mundial por la emergencia climática: «Ahora la extinción de la especie humana está dirigida por el poder oscuro, brutal. La confrontación actual se mueve entre la defensa de la vida con la lucha por el cambio climático y la codicia que lleva al mundo a la total extinción».
El presidente dijo que el capitalismo es un sistema donde los que invierten «buscan el beneficio per se» y se preguntó si ese modelo permitirá lograr una transición ecológica rápida y efectiva. Planteó la necesidad de que los «empresarios vean cómo invertir para hacer mercancías con rentabilidad» cambiando la matriz energética «de fósil a limpia».
«Tendría que haber una transformación del capital al capital verde», aseguró. Pero «sólo puede moverse a donde hay rentabilidad: ahí es donde nos estrellamos porque en la mayor parte del planeta no genera rentabilidad, por lo que el capital no va a estar ahí». Por todo ello, Petro insistió en que la «respuesta» debe venir «de la política». «Debe estar en la política, no en la economía, en lo público que no busca el beneficio per se».
Petro pidió una alianza entre la política y lo público con el «capital verde» que debe invertir para descarbonizar las economías mundiales y frenar el cambio climático. «Lo público se ha debilitado, no existe esa herramienta, necesitamos un accionar político nuevo que tendría que plantearse una alianza entre el capital verde y el poder público», planteó.
El Poder Judicial ataca
Con Gustavo Petro aun en España, este viernes la Corte Suprema de Justicia de Colombia expresó «gran inquietud por la errada interpretación del artículo 115 de la Constitución» por parte del presidente, quien había asegurado que él es el jefe directo del fiscal general. Las declaraciones de Petro, continuó la Corte en un comunicado, «desconocen la autonomía e independencia judicial, cláusula fundacional de la democracia colombiana y pilar esencial del Estado social de derecho».
La polémica se originó en Salamanca cuando Petro declaró que sobre el fiscal Francisco Barbosa que «yo soy el jefe de Estado, por tanto el jefe de él». La polémica lleva meses porque Barbosa ha cuestionado decisiones del presidente relacionadas con su política de paz total. Petro respondió a la corte desde su cuenta de Twitter insistiendo en que «el artículo 115 de la Constitución designa al presidente de la República elegido por mandato popular como jefe de Estado, jefe de Gobierno y máxima autoridad administrativa».
*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)