Las raíces del nuevo imperio empresarial español de finales de los años 90 se encuentran en la política interna régimen de González durante los 80 y primeros 90. Al igual que en EE.UU., resultaron cruciales dos factores; la disminución de salarios y de empleo seguro; y el aumento de los beneficios de las fusiones de […]
Creo que ahora, cuando la alternancia en el poder ha vuelto a manifestarse y el PSOE regresa a la poltrona de La Moncloa, es una vez más necesario hacer un pequeño ejercicio de memoria.
Este breve recordatorio, efectuado solo con algunas pinceladas de nuestra historia inmediata, va ha hacer referencia casi exclusivamente al único partido de la llamada izquierda parlamentaria que ha ejercido el poder, desde, y a través, de las instituciones centrales o estatales; el PSOE, ya que IU solo se ha ejercitado en el mismo desde formatos mucho más reducidos como las alcaldías y concejalías de municipios, pero claramente sin poder incidir y cambiar los proyectos macroeconómicos estatales.
Lo dicho anteriormente no significa que en su labor de gestión en instituciones y municipios, intenten o hagan algo diferenciado de lo que dictan los gobiernos centrales de turno y el sistema de economía de mercado, limitándose esta izquierda parlamentaria, en el mejor de los casos, a tener ciertos individuos una actuación -que no los partidos- con mayor o menor sensibilidad social, pero siempre desde dentro de los limites impuestos por la economía del Estado.
El PSOE tuvo durante una década un poder casi omnímodo, de carácter presidencialista, con pautas terriblemente jerarquizadas e implicaciones en casi todas sus instancias con el enriquecimiento fraudulento y criminal, además de su participación -a través de los gobiernos felipistas- en la captación, financiación y sostenimiento de bandas paramilitares ejecutoras de acciones que una democracia occidental no puede defender y mucho menos, asumir.
La política social y económica del PSOE tuvo una gran repercusión sobre la sociedad española y especialmente sobre millones de trabajadores asalariados que, con la salvaje implantación de la «modernización» de la economía española inaugurada en 1.982, pasaron a engrosar las filas de los parados y la de los marginados del empleo estable y relativamente bien pagado. Esta estrategia de «modernización» no es otra que la conocida por la generalidad de los comunes como liberalización.
Esta liberalización o «modernización» llevada por los gobiernos del PSOE entre los años 1.982 y 1.995 (todos los años del poder psocialista), tuvo como finalidad la inserción del Estado español en la división internacional del trabajo, la liberalización de los mercados -especialmente el laboral-, la privatización de las empresas y bancos públicos, acompañado estas medidas, de un régimen regulador que estableció la distribución del erario estatal entre capital privado y bienestar social.
La inmediata repercusión de la división internacional del trabajo con la integración en la C. E. (Comunidad Europea) fue la incapacidad de competir -por la falta de especialización- que llevó en la practica a que España se convirtiera en un país de servicios especializado en turismo barato, un inmediato declive de la industria, una balanza de pagos desfavorable, y una mayor salida de beneficios e intereses pagados a los capitales extranjeros.
La integración en la C. E. no fue simétrica como decíamos anteriormente, y la internacionalización del capital provocó la adquisición por empresas extranjeras -sobre todo europeas- de empresas españolas, pero no la relación inversa, convirtiéndose el territorio del estado español en una base de compra de mano de obra barata para abastecer a empresas supranacionales.
Pero, y a pesar del abaratamiento del mercado laboral, este no redundó en lo que supuestamente determinaría la benignidad del loado sistema autorregulador de la economía de mercado, o sea, la reducción en el numero de parados, sino que la liberalización de la economía española efectuada por el PSOE, incrementó el número de parados y colateralmente favoreció la implantación del trabajo inestable y mal pagado en todos los sectores y categorías, con estudios elementales y con estudios universitarios, y siempre por debajo de sus niveles educativos
Como referencia visual e histórica, reflejamos dos gráficos de tasa de desempleo suficientemente explicadas por si mismas.
PARADOS NACIONAL PORCENTAJE
AÑOS IV TRIMESTRE
1976 4.72
1986 20.64
1996 21.73
Tomado de INE 2002
ÍNDICE DE DESEMPLEO
En porcentajes EDAD: 15-64
1974 1985
ESPAÑA 3.2 21.4
C.E. 2.9 11.2
Tomado de informe James Petras para el CSIC 1.995
Como vemos, además de poner en evidencia lo que ha supuesto para la población europea la puesta en practica del neoliberalismo, la tasa de paro española pasó de ser similar a la europea, a doblarla, lo que demuestra que la demagogia europeísta del PSOE, y su principal argumentación para ideologizar la liberalización económica y la inmersión en la división internacional del trabajo, no solo no implicó una convergencia social, sino que fomentó e incentivó la separación entre el trabajador europeo y el trabajador español, formando con el transcurso de los años una frontera insalvable, tanto por las desniveladas tasas de paro, como por las grandes diferencias en los salarios percibidos.
Este ultimo echo, la baratura de los salarios, demuestra asimismo cuan mentirosa es la demagogia de los gobiernos, representantes de empresarios y sindicatos, cuando afirman que para ser competitivos, hay que moderar los salarios, ya que casi todas las economías europeas son más competitivas que la española, y tienen salarios mucho más elevados.
Trasladar la culpabilidad a los salarios, de lo que ha sido la aplicación nefasta de una estructuración neoliberal de la economía española, es tan vergonzante, que nadie -por muy analfabeto integral en economía que se sea-, debería seguir insistiendo en el tema.
Otra de las grandes conquistas o logros por los que se caracterizaron los gobiernos del PSOE, fue la denominada reforma de las pensiones de 1.985, con la que legitimaron, bajo la excusa de una situación económica que ellos mismos habían propiciado, la introducción de la privatización del sistema publico de pensiones paralelamente a un endurecimiento de los requisitos para acceder al mismo.
El recorte impuesto por el PSOE al sistema de pensiones publicas en el Estado español se puede visualizar en dos de sus disposiciones más contestadas:
1 – Se pasa de -con el anterior sistema de pensiones-, necesitarse 10 años de cotizaciones para acceder a la jubilación, a implantarse la obligación de cotizar como mínimo por 15 años. Esto supone un incremento del 50 %.
2 – el baremo para el cálculo de las pensiones pasa de estar realizado sobre los dos últimos años -por lógica, un espacio de tiempo donde se ha cotizado más-, a 8 años, por lo que las prestaciones decrecen.
La implantación de este sistema de pensiones le supuso al PSOE la primera huelga general habida en España desde la implantación del actual sistema político.
Recordemos que la influencia de la neoliberalización llevada a cabo por los gobiernos del PSOE, no solo tuvo unos efectos económicos, ya que partiendo de una situación social entre los años 1.975 y 1.979 de una fuerte participación social, la política de desmantelamiento de las organizaciones de trabajadores y vecinales propició la desmovilización de la sociedad y su caída en una pasividad desencantada que ha dejado a los gobiernos de turno la libertad absoluta de implantar con total impunidad, -siguiendo en muchos casos la vía autoritaria del decreto ley-, de medidas económicas, sociales y de educación, que en otros años hubieran llevado a las calles a las multitudes.
¿Porqué perdieron el poder?
Juan F. Martín Seco
La perdida del poder institucional central por el PSOE, es un reflejo del descontento de la población española ante las múltiples agresiones sociales, política autoritaria -aunque se siguiera convocando a votar según los periodos acordados-, y el desastroso resultado de las políticas de liberalización sobre la sociedad, acciones que provocaron el arrepentimiento de muchos de los votantes que durante una década fueron fieles a la esperanza de un «cambio» social propiciado por este partido político.
Realmente, no se puede afirmar que el PSOE mintiera en todo. Hubo cambio, pero no el cambio deseado por la mayoría de la población, no un cambio hacia el desarrollo y afianzamiento del estado del bienestar, pero cambio al fin, hacia la implantación del neoliberalismo económico y social.
La situación continuada de descontento social que llevó a que la socialdemocracia española perdiera el poder, el ejercicio del uso del poder del Estado, para imponer a la población sus tácticas y estrategias, no se puede resumir en un solo hecho o acto, sino que más bien, fue una concatenación de hechos los que afectaron a su credibilidad como garantes sociales y defensores de una sociedad, sino más igualitaria, si por lo menos, menos clasista en cuanto a la distancia existente entre las mismas y por consiguiente la capacidad de disfrute y alejamiento de las inseguridades que delimitan a los menos favorecidos de la sociedad..
El primer indicio de la falta de compromiso social de la socialdemocracia española, para muchos de los creyentes en la posibilidad de cambio abanderada por el PSOE, fue el Referéndum sobre la integración en la OTAN, donde partiendo desde una retórica posición contraria a la integración en la alianza militar, paso a defender la misma y lanzo una campaña de carácter intimidatorio para que la población le diera la legitimación para la integración en la fuerza atlántica.
Los despidos masivos efectuados por las grandes empresas afectadas por la reconversión, la falta de salida laboral -y por tanto vivencial-, el mantenimiento de altas tasas de paro, y la precariedad laboral, no ayudaron precisamente a mejorar la percepción que del PSOE, poco a poco, iba afianzándose en el cerebro de su clientela o votantes.
Posteriormente y paralelamente, y a lo largo de los años en los que gobernó España, la pléyade de acciones antisociales de toda laña; reconversión o modernización económica, internacionalización de la misma, ataques a las coberturas sociales (recordemos que, a pesar del alto grado de desmotivación y desmovilización alcanzados, hubo dos huelgas generales contra los gobiernos del PSOE), clientelismo, amiguismo, corrupción en todas las instancias, terrorismo estatal, etc., convenció a sus votantes de la necesidad de derribar o no legitimar su continuación en el ejercicio del poder estatal.
El PSOE se convirtió es el máximo exponente de la mentira, de la falacia mas descarada, y fue responsable de las mayores agresiones que se han ejercido contra la población del Estado llamado España desde la implantación de democracia parlamentaria y de los gobiernos que habían ejercido el poder en el mismo.
Este partido que sigue mintiendo cuando se reclama publicitariamente como de izquierda, es un claro exponente de la política, legitimación y sistema del capital. Es un partido que bajo unas siglas que pretenden llevar a equivocación, en realidad esconde un partido de concepción e ideología capitalista. La anterior afirmación no es un capricho ni una rabieta de acérrimo izquierdista, es una realidad filosófica e histórica comprobable de forma que no nos ocupe mucho tiempo y desde luego, ningún esfuerzo.
El PSOE, afincado en la oposición desde que perdiera el poder central del Estado, sigue haciendo y proponiendo su política de «mejorar» la gestión de lo que hay. Esto es, del sistema y Estado capitalista, no dudando en legitimar actitudes xenófobas, nacionalistas y de criminalización de ideas y acciones críticos con el mismo.
El PSOE abandonó explícitamente toda relación filosófica, conceptual y referencial, con y del marxismo en 1.979, sin cubrir con cualquier otro referente reconocido como de izquierda, tal abandono.
El PSOE abraza decididamente -antes de la transición política española-, el sistema de economía de mercado, que es el sistema económico capitalista.
El PSOE es cofirmante de los llamados Pactos de la Moncloa, firmando con esto acto no solo la perdida de la memoria histórica de los que perdieron la Guerra Civil española, sino que fue también de hecho y de derecho la legalización de una Ley de Punto Final mediante la cual ningún juez -civil o militar- ningún asesino, ningún torturador franquista, tuvo que responder de sus actos delictivos y antisociales, y además siguieron ocupando los puestos desde los cuales ejercieron una de las más violentas y feroces represiones de las que la historia tiene noticias.
El PSOE es cofundador de la actual Constitución española, y decidido defensor del sistema democrático burgués, en el cual ve todas las virtudes necesarias y adecuadas para mantener a la población en una aparente tranquilidad.
El PSOE, en fin, es reconocido como un igual por todos los partidos parlamentarios y gobiernos de todo el mundo, como representante y protector del sistema «occidental», por tanto, del sistema capitalista. ¿Por qué si entre ellos no se llaman a engaño y se reconocen por lo que son, existe tanto problema en reconocer lo mismo en la calle?.
Para acabar con esta breve referencia, recordar lo que expresó el exsecretario general del PSOE, Felipe González, cuando aun detentaba le presidencia del gobierno español: «No es posible gobernar contra el capital». Solo queda añadir que si no se gobierna o legisla contra el capital, solo existe una salida; gobernar y legislar contra la inmensa mayoría de la población.
Si todavía existiera alguna duda sobre su nula intención de gobernar atendiendo las necesidades de las diferentes capas de la población, el PSOE actual, con dirigentes que no participaron en los anteriores gobiernos, se presenta a las elecciones generales del 2.004 con una medidas económicas cuyas premisas están basadas en la congelación del gasto publico, el cumplimiento rígido del Plan de Estabilidad y el mantenimiento de la actual situación fiscal, y una vez ya dirigiendo el Estado llama a reunión a empresarios y sindicatos para elaboran una nueva desregulación del trabajo para el mes de Septiembre y avisa de un nuevo «ajuste» en el sistema de Seguridad Social.
Claro es que no se le puede acusar de mentir a Zapatero, quien argumenta desde su análisis para obtener los votos de la clase media de las ciudades que, «los socialistas del siglo xxi no deben tener reparos en asumir recetas centristas de corte liberal». Como podemos leer, el PSOE no se guarda o preocupa para aparentar la diferencia, ni siquiera en la retórica.
Historia con números
Pero volvamos una vez más a la historia cercana, y como parece que mucha gente puede reconocer que el PSOE de la economía no se diferencia de sus contrincantes más conservadores, pero si en lo «social», lo mejor para salir de dudas es mirar la historia social con números.
El PSOE estuvo al frente de la economía capitalista de España por un periodo de diez años, y entre sus logros esta el haber realizado la reconversión industrial más brutal de la historia moderna de este Estado. Antes de tomar oficialmente el poder, el gobernante saliente – Calvo Sotelo – mantuvo una economía basada en la división nacional del trabajo y el mantenimiento de las empresas de capital estatal, siendo función del PSOE el activar, dirigir, e imponer las bases de la «nueva» economía neoliberal.
Un apunte clásico sobre el tema, podría ser, una vez más, el reflejo de uno de los cuadros estadísticos de los que se puede disponer a través de la pagina web del INE. En este caso se propone el de la siderometalurgia por la intima conexión y peso que tiene sobre la industria. Este cuadro no hace mas que confirmar los anteriormente reflejados sobre el alcance de la política de neoliberación económica impuesta por el PSOE
PERSONAS OCUPADAS NACIONAL SIDERURGIA
.
Años Datos
1980 80908
1981 76838
1982 69825
1983 67711
1984 62442
1985 55525
1986 52328
1987 47480
1988 45692
1899 41906
1990 38755
1991 38117
1992 35425
Tomado de INE 2002
En cuanto a la falta de demanda, o la inadecuación del producto siderúrgico español, es cuanto menos pintoresca, la evolución de la producción de la industria mencionada es la siguiente:
PRODUCCIÓN BRUTA NACIONAL SIDERURGIA
Años Datos
1980 448380
1981 491317
1982 541986
1983 608008
1984 697991
1985 843371
1986 690509
1987 628902
1988 718039
1989 842282
1990 782374
1991 695587
1992 585432
Tomado de INE 2002
Siempre podremos pensar bien intencionadamente, que existen momentos en las coyunturas económicas que inciden a la baja por la presión de una escasez de la demanda provocada por la obsolescencia del producto que se fabrica o por la mala calidad de lo producido.
También aducirán algunos supuestos economistas, que la situación de quiebra en el sector esta propiciada por el mantenimiento de unos salarios inusualmente altos, y por lo tanto, es inapelable el recurso a los despidos para poder reflotar la industria.
Mentiras y más mentiras. Como hemos podido comprobar en las paginas anteriores, los salarios en el Estado español, si de algo pecan, es de ser inusualmente bajos si los comparamos con el de los trabajadores europeos.
Este pequeño apunte histórico, tiene una lección política. De política de sistema, y de quien forma parte de él:
1) Se reconocen como integrantes de la misma elite.
2) La política económica es la misma.
3) Gobiernen unos u otros, las decisiones se toman acordes con los intereses de la economía de mercado, esto es, defendiendo los intereses de los poderosos, asumiendo sus perdidas con el erario publico si es necesario, y mandando a engrosar las filas del paro a la multitud afectada por reconversiones, quiebras y traslados de empresas a otros estados más complacientes.
Realmente nunca hubo sistemas económicos o economías diferenciadas y antagónicas, ya que se trató mas bien de cómo se hacia el reparto de la única economía y por su propia unicidad, sistemicamente dentro de la misma. La lucha por la supremacía en las cotas de productividad fue una reiteración histórica, y que el excedente, la acumulación fuera privada o estatal, definen un único sistema, el de capitalización.
Si hay que reconocer que los partidos parlamentarios denominados como de izquierda, han tenido un especial cuidado en el seguimiento de la marcha de los movimientos efectuados por la sociedad a lo largo de los años que fueron desde la desaparición por defunción de la dictadura franquista, hasta nuestros días. Esta labor nunca será pagada públicamente por el resto de los partidos parlamentarios, pero quien tenga una mínima inquietud en intentar entender que pasó, y como afecto a la sociedad, los años de gobierno del PSOE, solo tiene que recabar los datos que constan en multitud de archivos y publicaciones.
En estos párrafos siguientes vamos a tocar uno de los temas tabú de la izquierda. Y decimos tabú porque te quedas en minoría -una vez mas-, y recibes toda la furia justiciera del interlocutor indignado por su propia asimilación de la idea, tan extendida, de que la izquierda (¿?) siempre ha estado mas interesada, y a propiciado, mas y mejor lo social, fomentando la educación, cultura y sanidad de forma prioritaria. Lamentablemente esta aseveración también es mentira a la luz de los fríos datos.
Efectivamente, estamos de acuerdo en que históricamente, la izquierda siempre ha tenido un alo de intelectualidad si se le compara con la derecha cerril, pero en lo primero en que no se esta de acuerdo es en seguir llamando izquierda al PSOE y demás compañeros de viaje parlamentarios.
Como las palabras dicen, que se las lleva el viento, vamos a pasar a las cifras.
Educación
Epígrafes Año 1991 Año 1998
Unidades Educación Infantil 40.229 54.426
Unids. Educ. Infantil /
Porcentaje en Centros Públicos 67,7 69,3
Nº Prof. Enseñanza no Superior Reg. Gral.440.292 491.696
Analfabetos 5,2 3,4
Sin estudios 16,2 13,0
Educación Primaria 38,0 31,0
Educación Secundaria 32,8 37,3
Educación Superior 7,8 15,3
Tomado de INE Indicadores Sociales Edición 2001
Podemos interpretar en la tabla de arriba, que no se aprecia una diferencia entre la política educativa de la socialdemocracia y la de la derecha clásica, e interpretamos, desde una posición no beligerante, los datos favorables a esta ultima, como las lógicas desviaciones producidas por un incremento poblacional de los asistentes a los centros educativos producido por el transcurso de los años y la influencia de la emigración, y todo ello dentro de la lógica continuidad entre partidos gobernantes capitalistas.
Por lo demás, y tomando los datos de la misma fuente, la idoneidad de los métodos son también muy similares si hacemos una comparativa con base en el porcentaje de alumnos que terminan sus ciclos de estudios.
Educación
Epígrafes Año 1.991 Año 1.998
Titulo Bachiller 41,4 41,1
COU 32,3 35,6
Grado Medio / Módulos 0,3 3,4
Tomado de INE Indicadores Sociales Edición 2001.
Seguimos corroborando que la diferencia no existe en este caso, por lo que vamos a pasar directamente al gasto en educación para ver si, ¡he hay!, la diferencia tan preconizada por los sectores afines a la socialdemocracia y una izquierda de relumbrón.
Educación
Epígrafes Año 1.992 Año 1.998
Gasto total: % del PIB 6,10 6,10
Gasto Publico: miles mill. 2946,60 3993,00
Gto. Publico Inf./Primaria 34,82 28,80
Gto. Publico Secundaria 25,82 30,50
Gto. Pub. Educ. en el Ext. 0.37 0.34
Gto. Pub. Form.. Perfecc. Profesorado 0,74 0,78
Gto. Pub. Invest Educat. 0,03 0,03
Gto. Pub. E. Universitaria 17,42 20,20
Gto. Pub. Becas y Ayudas 2.26 3,20
Tomado de INE Indicadores sociales Edición 2001
Desengaño terrible. Aquí tampoco aparece como real y verificable la afamada y propagada diferencia a mejor, o discriminación positiva, entre derecha clásica y socialdemocracia, por lo que tendremos que asumir, que pese a la propaganda corporativa, y el deseo de todas las izquierdas parlamentarias y amplísimas capas de sus seguidores subjetivos, de mantener semejante ficción, de tener unos referentes diferenciadores que den una imagen mas humana, no pasa de ser un mero deseo.
Si nos fijamos en otros posibles indicadores, como pueden ser, el numero de instalaciones de ocio, bibliotecas o edición de libros, nos encontramos con porcentajes más cercanos todavía. Y en cuanto a su precio o no precio para poder disfrutar de la cultura y el ocio, no existe mas que la variación aplicable al IPC anual.
Pero continuemos con otro de los sectores emblemáticos de la propaganda e ideología de los pesoeros y sus seguidores; La sanidad, estandarte enarbolado por la socialdemocracia.
Efectivamente se legislo que todos los españoles, trabajasen o no, tuvieran acceso al sistema de sanidad publica española. Esta legislación no pasó de ser un mero maquillaje para el PSOE, ya que lo que se hizo, fue pasar de la cartilla de sanidad de los cabezas de familia que cubría a toda ella, a imponer una cartilla para cada individuo de la familia. Posiblemente beneficio a algún individuo aislado que no hubiera sido dado de alta nunca en el INSS en su vida laboral, pero básicamente no protegió más a la población.
Y como los números parecen tener la capacidad de hacer hablar a la historia, pasemos a ellos.
Hospitales. Series cronológicas de algunos indicadores
Años Estancia media Altas / 1000 hab Camas / mil hab
1985 13,42 93,17 4,56
1986 13,09 91,78 4,44
1987 13,10 93,83 4,41
1988 12,74 96,78 4,38
1989 12,58 96,75 4,33
1990 12,17 97,34 4,26
1991 11,86 99,47 4,21
1992 11,35 102,29 4,14
1993 11,00 104,67 4,07
1994 10,54 106,82 4,02
1995 10,46 108,82 3,94
Tomado de INE Establecimientos sanitarios con régimen de internado. 1995
Como podemos comprobar, el recorte de estancias medias de pacientes, la disminución de camas en funcionamiento por cada mil habitantes, y la aceleración de altas de los internados, no es únicamente patrimonio de la derecha reconocida. La socialdemocracia en el poder, llevó a cabo durante los años que gobernó, una política de recortes en todas las instancias que le fue posible.
Pero volviendo al tema de las camas hospitalarias a disposición de los enfermos, demos una ojeada a la situación por los repartos regionales, por las comunidades autónomas, ya que, como las transferencias en materias de sanidad están realizadas, podríamos encontrar una lectura diferente de las conclusiones que podamos haber ya sacado, para lo que reflejamos la siguiente tabla.
Hospitales. Camas instaladas por CCAA por 10.000 habitantes
CC. AA. Camas
Andalucía 33,65
Aragón 52,57
Asturias 43,89
Baleares 48,57
Canarias 54,34
Cantabria 56,84
Castilla-la Mancha 51,75
Castilla y León 35,33
Cataluña 52,38
C. Valenciana 32,50
Extremadura 40,53
Galicia 41,95
Madrid 47,60
Murcia 38,51
Navarra 51,93
País Vasco 44,14
Rioja 36,34
Ceuta y Melilla 38,36
Tomado de INE Establecimientos sanitarios con régimen de internado. 1995
Comprobamos que las emblemáticas, y siempre gobernadas por el PSOE, autonomías de Andalucía y Extremadura, tienen menos camas por cada 10.000 habitantes que Cantabria y Madrid, por ejemplo. Ante esta evidencia, cerramos el capitulo de la supuesta preocupación del PSOE por lo social.
La economía preconizada por los partidos parlamentarios de la llamada izquierda clásica, no difiere ni poco ni mucho de la economía de mercado que esta instituida por el sistema dominante, esto es, la economía de libre mercado o capitalista y lo «social», querámoslo o no, es economía.
Estamos seguros de no equivocarnos al afirmar que la economía como tal -o sea, la capitalista de economía de mercado- no ha sido contestada por la izquierda clásica parlamentaria nunca, limitándose esta, en el mejor de los casos. a poner el puntito sobre donar supuesta y graciosamente, más o menos beneficios sociales, pero la realidad de la estadística nos dice tercamente que esa suposición no pasa de ser eso, suposición
PSOE YA
Hoy, después de habernos hallado inmersos en una guerra que las gentes rechazaron fehacientemente y repetitivamente, pero implantada dictatorialmente por el integrismo financiero y conservador del máximo responsable del gobierno del PP, después de las bombas puestas por otros integristas (siempre son los trabajadores, los estudiantes (la marginalidad que no cuenta para las decisiones), los afectados), de días de mentira y engaño del gobierno de Aznar, y de la explosión de indignación de la población, el PSOE vuelve a detentar el gobierno y el poder del Estado español (Aznar no se va, lo expulsan, lo echan entre gritos de ¡asesinos! y ¡mentirosos!).
Pero estamos comentando sobre el PSOE y su vuelta al poder estatal. Si antes de creerse siquiera, que iba a ser el partido político más votado ya expresaba tan claramente por donde navegarían sus «inquietudes» sociales, ¿qué no llevaran a cabo desde el poder?.
Por el momento -aparte declaraciones de intenciones y desmentidos inmediatos-, lo que sí sabemos es que a tres meses de la reedición de toma de poder por este partido político, es que seguirán con la política económica implantada por el PP, política económica que se asentara en:
– Crecimiento
– Estabilidad económica y presupuestaria
– Creación de empleo con calidad
– Productividad a través de la innovación
¿En que medidas se concretan estos puntos?. Una vez más vamos a reintroducirnos en la historia cercana, y si este partido, cuando estuvo en la oposición no articula una alternativa a la economía ultra liberal del gobierno PP, y una vez en el podes tampoco, no es que no sepa, es que no quiere, dado que estaba y está de acuerdo con la misma, y recordemos que la política económica no es neutral.
Recordemos que con esa implantación de hechos económicos, los beneficiados fueron las rentas mas altas y que si bien es cierto que la tasa de paro oficial se redujo, también lo es que a fin del año 2.003, 9 de cada 10 contratos de trabajo son temporales (4.200.000), el paro oficial se cifra en 2.127.000 trabajadores, y en medio millón de familias no trabaja ningún miembro (supone la condena a la marginación).
A esta situación hay que añadir que la industria perdió 72.100 puestos de trabajo y si es cierto que se declara un crecimiento económico del 2,7 % del PIB, también lo es que los bienes de equipo solo lo hicieron un 0,1 % y la productividad un 0,6 %.
Pues bien, el gobierno electo del partido socialdemócrata, por boca del ministro Solbes ya declara que de reforma fiscal nada (podría servir para redistribuir la riqueza), que se mantendrá a rajatabla el Pacto de Estabilidad y déficit cero (supone la reducción de gasto social), y que se impulsara el incremento de productividad mediante la inversión en I+D y sus aplicaciones tecnológicas a la vez que la creación de empleo estable de calidad. También este ultimo proyecto es paradójico, ya que la inversión en tecnología no crea más empleo, lo reduce generalmente en las empresas ya implantadas. Debe ser que piensan en la creación de muchas nuevas empresas. Igual de contradictorio es que basen la creación de empleo estable VS abaratamiento del despido, ya que lo mas seguro es que las empresas aprovechen para despedir a los trabajadores más antiguos (estables) para sustituirlos por otros más baratos e inestables.
Realmente es muy ilustrativa la opinión liberal-conservadora de José G. Domínguez publicada en Libertad Digital: «Lo mejor del programa economico de los socialistas, es que no es socialista».
En la actualidad el proyecto económico del PSOE es, el que era. El desarrollo del neoliberalismo económico y por tanto, social, hasta los limites que le permita la protesta de los movimientos sociales y ciudadanos.
No se puede terminar estas líneas sin mencionar el gran referente de la veracidad socialliberal; La actuación inmediata en las relaciones internacionales, asimismo, una mezcla de populismo y seguimiento de las directrices emanadas del «amigo» americano y la lucha por poderes de la Unión Europea.
Ciertamente, en cumplimiento de la promesa hecha a los españoles de que retiraría las tropas españolas de ocupación del Irak, las tropas bajo bandera española regresaron, pero no es menos cierto que se mandan más soldados a Afganistán para cooperar en la ocupación de este país, y se legitima el golpe de estado perpetrado por EE. UU contra el representante democrático de Haití mandando asimismo tropas.
Realidad y verdad
Hemos echado un vistazo sobre la verdad del PSOE, por encima de la «realidad» que se nos presenta sistemicamente, siendo la intención del escrito ser solo un apunte sobre todo lo que se pueda investigar y decir sobre historias y desarrollos sociales.
Lo diga quien lo diga, la historia no se ha acabado, las clases históricas seguramente no casen demasiado bien en su composición, compromiso y misión encomendada con los movimientos sociales actuales, pero las diferencias sociales y los consiguientes espasmos de rebeldía siguen enfrente de nuestras narices, y el ver, es un ejercicio del ser. El mayor error de la izquierda extraparlamentaria en este estado-nación, es haber caído en el juego de la dictadura de las mayorías, siendo la mayor de todas la formada por los votantes legitimadores, ¿De qué? ; de PODER.
Otra de las férreas dictaduras de la mayoría bienpensante, es la impuesta a la denominación izquierda. Izquierda es el legitimador de los partidos social liberales, o derecha social (capitalistas) parlamentaria para una parte importante de la población votante, que tranquiliza su supuesta progresia con tal elección, manteniendo el conservadurismo hasta limites que no permitan el menor sobresalto, desligitimando todo lo que no pase por las urnas y tiranizando cualquier intento de pensamiento que se mueva fuera de los limites impuestos por esa mayoría «responsable», y que justifica ante si misma de esta forma a su vez, su inactividad acomodaticia.
Periféricamente pululan los que no siendo la «mayoría de la población», y manifiestamente críticos con estos partidos políticos de amplia base social y sus desarrollos capitalistas, consideran que hay que ser «realista», y potenciar los mismos desde sus alas criticas, para conseguir mejoras sociales.
Parece ser que estos «realistas» de la izquierda no tienen facilidad para acceder a estadísticas sobre la aplicación a, y en, lo social, de normas, leyes, convenios, acuerdos, etc, y cualquier otro tipo de documentación e información que les haga poner su tesis en duda.
Es por estos motivos, por lo que una de las primeras premisas que toca enfrentar, es la adecuación correcta en la denominación genérica que se utiliza coloquialmente. Seguir diciendo izquierda como referente aplicado a partidos políticos como el PSOE, en no solamente engañoso para quien lo dice, sino para todo aquel que lo escucha.
La reconocida izquierda parlamentaria actual, no es izquierda, ni por sus palabras, ni por sus hechos. Reconocerla como izquierda de la derecha ultra conservadora no implica que vayan mas allá de plantear una politica de acumulacion menos burda y una retorica de reparto más amplio de la riqueza (el PSOE ni eso), y del mantenimiento de la paz social como base para el mantenimiento del sistema. En otras palabras, y semiologicamente, son partidos socialdemócratas, social liberales; derecha social, capitalistas.