Comunicado de prensa de la Fundació per la Pau en relación a su informe sobre los Presupuestos 2007
El Gobierno dedicará 5 veces más presupuesto público a la investigación científica militar que a la investigación científica sanitaria. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del Informe 2007 sobre los Presupuestos para I+D civil y militar del Estado Español, elaborado por la Fundació per la Pau en el marco de la Campaña «Por la Paz: ¡Basta de investigación militar!».
La partida presupuestada destinada a I+D militar llega hasta los 1.586,10 millones de euros, es decir, el 20% del total de los recursos destinados a I+D. Esto significa que la inversión en I+D militar del Estado, pese a una ligera reducción en el 2007, se mantiene en los máximos históricos a los que se llegó tras el espectacular incremento del año pasado.
Por otro lado, el número de programas de creación y desarrollo de armamentos con cargo a estos presupuestos aumentan en relación al año pasado y pasan de 9 a 13. Así, es perfectamente posible que en los próximos años, coincidiendo con la fase de consolidación de estos proyectos de investigación, aumenten significativamente los recursos que se dedican.
La cifra de 1.586,10 millones de euros es el resultado de sumar el presupuesto de investigación centralizado desde el Ministerio de Defensa con los adelantos que facilita el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. El carácter inequívocamente ofensivo de los proyectos a desarrollar con este dinero es totalmente contradictorio con la supuesta vocación humanitaria del ejército español así como con el nuevo talante en pro de la paz y la resolución de conflictos del cual hace gala el Gobierno.
El presupuesto total destinado a la investigación militar representa más del doble del que se dedica al Programa de Investigación Científica, fuente principal de las universidades y el CSIC, cinco veces más que el que se dedica a investigación sanitaria, más de veinte veces que el que recibirá la investigación agrícola y 300 veces más que la investigación. Estos presupuestos, por lo tanto, continúan priorizando el desarrollo de nuevas armas y no afrontan las nuevas necesidades y retos a los que nuestra sociedad debe hacer frente: ambientales (desertización y gestión del agua, calentamiento global, incendios, etc.), educativos (integración de inmigrantes, fracaso escolar), científicos (superación del atraso secular en relación a los países de nuestro entorno, precariedad laboral del personal investigador), energéticos (desarrollo de nuevas fuentes de energías alternativas), entre otras.
Estos Presupuestos Generales (PPGG) introducen una novedad respeto a los de los años anteriores. Por primera vez, la mayor parte de los recursos destinados a I+D militar se han separado en un programa específico, todo y mantenerse dentro del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Este es un adelanto a raíz de la presión ejercida por una parte de la comunidad científica y, muy en concreto, por la Campaña Por la Paz: ¡Basta de investigación militar! a favor de una mayor transparencia en el gasto en I+D militar. No obstante, todavía queda muy lejos del objetivo declarado por la misma Campaña de reubicar todo este concepto presupuestario en el Ministerio de Defensa. De hecho el Gobierno ignora, y por tercer año consecutivo incumple, la promesa que hizo el PSOE en su programa electoral -en respuesta a las recurrentes denuncias expresadas por científicos e instituciones dedicadas a la investigación- de contabilizar como gasto de I+D «la que sea utilizada para esta finalidad, reubicando los correspondientes gastos militares destinados a la fabricación de armamento en el lugar adecuado».
Para la Fundació per la Pau y las más de 40 ONGs, colectivos, sindicados y entidades, así como los numerosos investigadores, objetores científicos y estudiantes implicados en la Campaña «Por la Paz: ¡Basta de investigación militar!», este proyecto de ley de los PPGG 2007 continúan reforzando la militarización de la ciencia. En este sentido, es lo suficiente significativo que la investigación militar sea más alta que el conjunto de los recursos dedicados a todo el resto de áreas (científica, sanitaria, educativa, medioambiental, agraria, geológica, oceanográfica y energética).
Entendemos, por lo tanto, que estos Presupuestos no reflejan la voluntad política de avanzar hacia la transferencia del campo militar al civil, como tampoco hacia la transparencia, puesto que, aunque se empiecen a denominar las cosas por su nombre, es el Ministerio de Industria Turismo y Comercio quien continúa gestionando el mayor volumen de la partida destinada a investigación militar.
Más información: www.fundacioperlapau.org