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Aralar se compromete a trabajar por la paz y la normalización política de Euskal Herria

Por los derechos de todos

Fuentes: Berria

Traducido para Rebelión por Daniel Escribano

Aralar denuncia dura y firmemente toda conculcación de derechos humanos. Considera inaceptable todo tipo de conculcación, cualquiera que sea su impulsor y autor. Porque, el respeto, la defensa y la consecución de los derechos de todos, en opinión de Aralar, en tanto que colectivo formado por personas y en tanto que partido político, es fundamental para que la sociedad avance, para tener una sociedad basada en la justicia social. Queremos proclamarlo más alto que nunca: todas las personas, todas las ideas y todos los proyectos. Y desde esta reivindicación tenemos la obligación de trabajar para que no haya ni una conculcación más de derechos humanos en el País Vasco: ni asesinatos, ni torturas, ilegalizaciones, etc.

No es suficiente quedarse en palabras, no es suficiente quedarse en denuncias y textos consensuados. Debemos ir más allá si queremos poner fin al drama humano que vive nuestro pueblo. Sí, el drama. No es sólo un conflicto político, porque últimamente lo que hay y sucede en este país es un drama: familias rotas, vidas cortadas, vidas perdidas en cárceles, personas torturadas, miedo, odio, etc.

Y en los últimos años no se ha visto gran interés en ir más allá de las denuncias, en buscar una verdadero solución, ¿acaso por miedo a perder el poder? Es también muy patente el uso de los cadáveres, bajo los intereses de los partidos. Y ha quedado claro que la ciudadanía está harta de todo esto. Como lo está del recurso a la ilegalización de las ideas según el momento, poniendo al poder judicial bajo el mando del poder político. Aralar quiere decir alto y claro que hay que acabar con todo esto; pues esto no es un juego, porque con la vida de las personas, con los derechos humanos, no se puede jugar. Y en modo alguno puede un comportamiento justificar el otro: si ETA pone una bomba, ilegalizar a un partido. O dar lecciones de moral a otros partidos. ¿A dónde nos llevan estas formas de actuar? A ninguna parte.

Es hora de buscar una salida, es hora de trabajar por la paz y la normalización política que este pueblo merece, con responsabilidad. Con cuidado. Cada cual desde su nivel de responsabilidad, ya que es verdad que no todos tenemos el mismo grado. Por tanto, que cada cual haga lo suyo, pero trabajemos duro en colaboración, a la vista de la ciudadanía, con taquígrafos. Con todo lo que debería suponer estar en una verdadera democracia. Sin instrumentalizaciones de ningún tipo, con la cabeza fría. Ése sería el mejor y más cálido homenaje que podríamos hacer a todas las personas que han perdido la vida hasta ahora: que no haya ni una muerte más. Y también a nuestros sucesores. Construir la sociedad vasca entre todos, viviendo y trabajando con naturalidad entre quienes pensamos diferente, con el respeto como base.

Debemos dar pasos en ese camino. Firmes. No será fácil, pero es nuestra obligación, tanto como partido cuanto como personas. Para abordar eso uno de los pasos que dará Aralar es éste: no apoyar la moción de censura que plantea el Partido Socialista en Mondragón para apartar de su cargo a la alcaldesa. Eso es obligación de la ciudadanía, si así lo valora, eligiendo mediante su voto a los responsables que formarán las instituciones cuando corresponda. ¿Que la alcaldesa de Mondragón no ha condenado el asesinato de uno de sus ciudadanos? ¿Qué diremos nosotros, pues? Que, a nuestro juicio, no ha mostrado un comportamiento adecuado ante sus ciudadanos. Eso lo deberán castigar o premiar los ciudadanos cuando haya que votar, ya que todos elegimos a las autoridades de las instituciones que tenemos.

Nosotros, Aralar, sólo daremos nuestra opinión, como hemos hecho tanto ahora como ante otros comportamientos violentos. Y no sólo eso, pues eso es un mínimo, desde el punto de vista de toda persona, de los colectivos que formamos las personas. Seguiremos duro y firme para que no haya ni un muerto más como consecuencia del conflicto político y también de otros conflictos. Con todo, tenemos claro que cada cual debe tomar compromisos, antes de pedir a los demás empezar cualquier cosa, pues es muy fácil pedir a los otros. Por tanto, haremos todo lo que esté en nuestras manos. Siguiendo duro y firme en la defensa de los derechos humanos. Seguiremos duro y firme en la búsqueda de la salida. Porque nuestro pueblo, nuestros ciudadanos, nosotros, no merecemos menos.

* Rebeka Ubera es miembro de las Juntas Generales de Guipúzcoa por Aralar

Berria, 8 de abril de 2008

http://www.berria.info/testua_ikusi.php?saila=iritzia&data=2008-04-08&orria=005&kont=007