Con una discreción de todas las partes que sugiere tratativas de alto nivel y seriedad, la dilatación del juicio a Ángel Carromero (se esperaba para la primera o segunda semana de septiembre) entra en la cuenca de las no siempre apacibles relaciones de la Unión Europea con Cuba, como uno de eses eventos que pueden […]
Con una discreción de todas las partes que sugiere tratativas de alto nivel y seriedad, la dilatación del juicio a Ángel Carromero (se esperaba para la primera o segunda semana de septiembre) entra en la cuenca de las no siempre apacibles relaciones de la Unión Europea con Cuba, como uno de eses eventos que pueden mejorar los vínculos, o, al contrario, tiznarlos neciamente.
En declaraciones reproducidas por Europa Press, hace solo unos días, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, aseguró que el Servicio de Acción Exterior Europeo y la delegación del Pacto Comunitario en La Habana están «investigando el caso de cerca» a partir de «la información fiable» obtenida de «varias fuentes, tanto de Cuba como en el exterior» (¿?).
No es extraordinario que Cuba ofrezca su colaboración en asuntos sensibles con gobiernos con los cuales no hay relaciones o ellas no son las mejores. Ha sido coordinada en lo relacionado con la lucha antinarcóticos y en asuntos escabrosos como este del dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de España, a quien la fiscalía le pide 7 años de cárcel por su responsabilidad -homicidio involuntario- en la muerte de dos de las personas que iban en el auto accidentado, (los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero) el 22 de julio pasado, cuando, junto con el sueco Harold Modig, se dirigían a Bayamo en labor proselitista, aunque solo, que sepamos, se le imputa el infortunado suceso. La no inclusión de la actividad política ilegal de Carromero y Modig es una señal de que La Habana ha querido despolitizarlo al mantenerlo en los términos de la jurisdicción común.
Aunque la defensa del encartado está garantizada y de ello se ocupan dos abogadas cubanas de reconocida profesionalidad, quienes recibieron asesoramiento suplementario de un bufete internacional con sede en Madrid, las autoridades cubanas consintieron en una pesquisa paralela a la realizada por sus peritos, atendiendo a la solicitud del organismo europeo.
En lo que respecta a la cancillería española y luego de un revuelo que ni siquiera el acusado aprobó, entendiendo que le era perjudicial, se ha mantenido silencio. Suponer que fue desde Madrid la gestión para solicitar la participación de la UE en el caso, es de lógica simple.
Bajo cuerda se sabe en unos casos y se supone en otros, que las consultas entre ministros de exteriores menudearon. Casi seguro el gabinete Rajoy busca que a su militante encarcelado lo expatríen para cumplir parte o toda la pena que se le imponga finalmente.
Como existen acuerdos bilaterales entre ambos países, hay la posibilidad, y quizás la probablilidad, de que ese sea el camino. No menor resulta la perspectiva de que una vez lograda la avenencia, las hostilidades de la derecha española restallen en toda su agria magnitud, pese a los grandes y delicadísimos problemas que por allá tienen y los que la Isla intenta dilucidar en su propio escenario y singularidades. De esto último, con sus colores feos o en los tranquilizantes, que hay, estaremos comentando dentro de poco.
*Entre col y cocuyos, blog en construcción.
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NOTA DE PROGRESO SEMANAL-WEEKLY . Minutos antes de publicar este trabajo recibimos la información de Europa Press y otras agencias que reportan lo siguiente: «El secretario de Estado para la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, ha asegurado en una entrevista concedida a Europa Press, que el Gobierno español está teniendo unas relaciones con Cuba mucho más fluidas que antes, precisa que el ministro, José Manuel García Margallo, lleva de manera directa la negociación del ‘caso Carromero’ y tiene una comunicación fluida con su homólogo cubano».
ÚLTIMA HORA.El juicio a Ángel Carromero se celebrará el próximo 5 de octubre en la ciudad oriental de Bayamo, provincia de Granma, distante unos 800 kilómetros de La Habana. Carromero será juzgado por su responsabilidad en el accidente que costó la vida a los opositores cubanos, Osavaldo Payá y Harold Cepero. La fiscalía solicita 7 añosde cárcel. La información fue brindada al mediodía de hoy durante la emisión del Noticiero Nacional de la TV Cubana.