Recomiendo:
0

Por un gran frente de saneamiento democrático

Fuentes: www.fortinmapocho.com

En 20 años la Concertación ha administrado el modelo que dejó instalado la dictadura. Afirmar que la Derecha, posee los medios de comunicación, bancos, mercados financieros, AFP, Isapres, transporte…y que sólo le falta el gobierno, es parte y no toda la verdad. Pues con la mal llamada transición a la democracia, la Concertación se embarcó […]

En 20 años la Concertación ha administrado el modelo que dejó instalado la dictadura. Afirmar que la Derecha, posee los medios de comunicación, bancos, mercados financieros, AFP, Isapres, transporte…y que sólo le falta el gobierno, es parte y no toda la verdad. Pues con la mal llamada transición a la democracia, la Concertación se embarcó con cuerpo y alma en la administración del modelo neoliberal. Después de la derrota de la derecha en el plebiscito, donde triunfó el NO, la Concertación acordó, con lo más reaccionario de la derecha pinochetista, los términos de una transición pactada. 20 años de ejercicio en el poder han bastado para entender las verdaderas intenciones de los partidos de la Concertación. Pasar acuerdos con las directivas actuales de la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Partido Radical y el Partido Por la Democracia, es creer que todavía tienen alguna credibilidad ante la opinión pública.

En virtud de esa sociedad de hecho, el gobierno de la Concertación instaló su clase política y a su parentela más inmediata en la actividad privada. El nepotismo pasó a ser regla y práctica de gobierno. Se otorgaron becas de estado al extranjero, embajadas, misiones y estudios ficticios actualmente investigados por la Contraloría. Aquellos que desde la administración pública ejercieron el control de la actividad privada, cesados en sus cargos, pasaron a ocupar puestos directivos en los mismos sectores que antes controlaron. Mediante estas prácticas se fue profundizando una comunidad de intereses con la Derecha. Las principales reformas que habían sido proclamadas por la Asamblea Democrática, antecedente de la Concertación, y que fueron proclamadas durante toda la campaña del NO fueron bloqueadas por la misma Concertación. Así se mantuvo el régimen binominal destinado a bloquear todo cambio institucional y asegurar la representación de la derecha en el Congreso siendo que esta era manifiesta minoría. Aprovechando la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras dictada por la derecha se desnacionalizó el cobre. Actualmente el 30% se encuentra en manos del Estado y el resto, el 70%, se encuentra en manos de las transnacionales en condiciones lesivas para los intereses nacionales. Baste decir que en los últimos 3 años se transfirieron al extranjero 54 mil millones de dólares que representan 4 veces el total de las inversiones netas realizadas por las transnacionales desde 1974 a la fecha.

Con las sucesivas modificaciones al mercado de capitales y leyes tributarias se han profundizado franquicias que agudizan aún más las desigualdades ante la ley en beneficio de las grandes fortunas. Es el caso de los Fondos de Inversión privados que ni siquiera pagan el 17% de impuesto a la renta mientras no se retiren las utilidades. Situación que beneficia a quien gana 150 mil millones de pesos sin pagar impuestos pues le basta retirar solo150 millones de pesos [un milésimo de lo ganado]. Esto permite que un indigente pague proporcionalmente más que un multimillonario. El indigente debe pagar 19% de IVA cuando compra pan. Baste decir que el impuesto a la renta de 17% a las empresas es solo retención y crédito, que se realiza sobre el Global Complementario. En definitiva las empresas por sus utilidades no pagan el impuesto a la renta.

Un manto de silencio cubre la vigencia de instituciones y prácticas antidemocráticas de una clase política atrincherada en sus privilegios. Incapaz de resolver los problemas sociales de trabajadores que viven de un salario, trasladaron a los tribunales, en muchos casos mediante recursos de protección, la responsabilidad de resolver conflictos políticos y sociales. Hoy es práctica consagrada. Todo lo que políticamente no conviene se traslada a los tribunales.

Con este procedimiento y en 20 años de gestión se han ignorado las reivindicaciones del pueblo mapuche, se le ha aplicado la ley Antiterrorista y en contra de las resoluciones de Naciones Unidas se ha ignorado el carácter multicultural del estado y la sociedad chilena.

Como fórmula para calmar la opinión pública se ha recurrido a la política de los subsidios sociales, incluyendo la previsión [pensiones básicas solidarias] para aquellos que no tienen ninguna posibilidad de obtenerla, lo cual el gobierno, para realizarla, la convirtió en un excelente negocio para las AFP. Esto es lo que la derecha económica llama una ‘buena administración’. Preguntamos: ¿por qué no se incorporó al BancoEstado u otro organismo estatal para que con costos mínimos se cumpliera con la ley? Con esta gestión, el conjunto de regalos sociales se podrán mantener hasta cuando el precio del cobre se mantenga alto en los mercados internacionales.

Hasta ahí parte de un balance que hipoteca el futuro del país. Es el momento de decir basta a las fuerzas del pasado. En una palabra derrotar la clase política que ha enajenado el futuro del país y las nuevas generaciones. Chile no cambia con esta clase política que cree y practica un proyecto neoliberal que demostró su fracaso dramáticamente con la crisis. Con esa clase política no caben acuerdos. Por eso al margen de la elección presidencial, donde cada cual votará de acuerdo con su conciencia, sin orden de partido y en muchos casos tapándose la nariz o evitando las náuseas que provoca la opción actual, decimos que es la hora de constituir un gran Frente Amplio basado en la mayor participación ciudadana, -hoy negada por el poder del dinero-, y destinado asumir las grandes transformaciones sociales que el pueblo exige.

La primera tarea es exigir un recambio de direcciones obsoletas y corruptas de la Concertación. Las bases de esos partidos no se merecen tal conducción y es su responsabilidad echar los fundamentos de nuevas organizaciones, pues entendamos que los actuales dirigentes no son interlocutores válidos en los procesos de transformación y saneamiento que planteamos. Segundo, el compromiso ante el pueblo consagra la amplia participación democrática, plebiscito, referéndum revocatorio de las autoridades, iniciativa popular de leyes, en fin la más amplia convocatoria para que el pueblo tome en sus manos su propio destino. De una vez por todas debe reconocerse el origen multicultural de la Nación y la convivencia de variadas etnias en el territorio nacional. Por ello el origen de la nueva Constitución pertenece al pueblo todo, expresado a través de una Asamblea Constituyente democráticamente elegida por la base ciudadana. En este ejercicio democrático, conjuntamente con la Asamblea Constituyente, planteamos la renacionalización del cobre, desnacionalizado por los gobiernos de la Concertación mediante la legislación dictada durante la dictadura; la consagración del derecho a expresar en igualdad de condiciones, sus preferencias políticas y su representación, el derecho al empleo, la salud, la educación y la vivienda popular, la defensa del recurso agua y del mar, la defensa del patrimonio genético de las semillas, en cuanto bienes de la humanidad y en defensa del medio ambiente y del planeta Tierra.

Esas son las condiciones que debe exigir un Frente de saneamiento democrático por las grandes transformaciones, únicas aceptables para un cambio de prácticas y programas, hoy en manos de una clase política espuria que traicionó los grandes principios que llevaron al triunfo del NO en nuestra república. POR AHORA, llamamos a participar en las próximas elecciones según la conciencia de cada cual, repito, tapándose las narices y evitando las náuseas que hoy provoca la opción actual.

* Héctor Vega, es Secretario General del Movimiento de Saneamiento Político y Social

www.fortinmapocho.com/detalle.asp?iPro=2071