Una vez más, la séptima en los últimos años, se convoca una huelga general en Hego Euskal Herria en contra de las dinámicas de reformas que recortan derechos sociales y laborales. Y bajo el lema Euskal Herriak eredu propioa. Eskubide sozial eta laboral duinak el jueves 30 de mayo de 2013 se realizará una jornada […]
Una vez más, la séptima en los últimos años, se convoca una huelga general en Hego Euskal Herria en contra de las dinámicas de reformas que recortan derechos sociales y laborales. Y bajo el lema Euskal Herriak eredu propioa. Eskubide sozial eta laboral duinak el jueves 30 de mayo de 2013 se realizará una jornada de protesta. Para ello, los convocantes exigirán la derogación de algunas leyes, el rechazo a nuevos recortes, la paralización de los desahucios y por encima de todo; un modelo propio para Euskal Herria.
Todas estas demandas son lógicas y necesarias para desahogar la deplorable situación que atraviesan las capas populares de Euskal Herria. Lo triste y lo evidente de todo esto es que tras la consecución de todas las anteriores huelgas generales, la humillante situación del pueblo trabajador vasco no ha cambiado ni un ápice para bien. Todo lo contrario, incluso se ha visto perjudicado, tras la agravación continua de la crisis. Y esta nueva huelga que redunda en los mismos errores que las anteriores tampoco va a conseguir ninguno de sus objetivos. Ni siquiera esta estrategia de huelgas llega al corazón de la clase obrera, cada vez es mayor el número de proletarios que pierden sus esperanzas en éstas falsas huelgas que generan un enorme sentimiento de impotencia en la clase trabajadora. Solo transmitiendo esperanza y compromiso, y señalando el camino a seguir, es decir, creando escuela de lucha revolucionaria se consigue la consideración y respeto de la clase obrera.
Es necesario remarcar que una huelga general no puede ser pre-programada. La generalidad de una huelga la da el número de sectores que participan en la misma, en base a su situación concreta o a una generalidad común que debe ser explicada de manera pedagógica. Hablar de unos abstractos derechos sociales y laborales sin concretar de qué estamos hablando no lleva a ningún lado.
Desde Kimetz siempre hemos incidido en que es necesario que un proceso largo vaya poco a poco acumulando las fuerzas necesarias y radicalizando la lucha, es decir, no respetando los estrechos límites de protesta impuestos por la legalidad burguesa para atar de pies y manos la respuesta obrera y popular. Todo ello para llegar a una jornada o jornadas de huelga con los ánimos caldeados y creando la conciencia necesaria para hacer a la gente entender que participa de una lucha más amplia. Utilizando todas las herramientas a nuestro alcance, se trata de llegar a la huelga general solo en último extremo, puesto que es un elemento que dispone la clase obrera, pero que se debe utilizar con cabeza y planificación. Es necesario unificar todas las luchas parciales en un mismo proceso de lucha bajo una reivindicación comprensible y materializable. Utilizando las movilizaciones, los paros parciales por sectores, eskualdes y herrialdes se debe ir poco a poco calentando el ambiente y mandando un mensaje claro: la lucha es el único camino.
Esta huelga pretende impulsar una carta de derechos sociales a presentar en el parlamento mediante una iniciativa legislativa popular (ILP), que con la dación en pago que presentó el 15M se demostró que no sirve para nada y mucho menos la necesidad de impulsarla mediante una huelga general. La solución no se encuentra en el parlamento burgués, ni en la reforma del sistema capitalista generador de los múltiples problemas del Pueblo Trabajador Vasco, sino en su destrucción, en la revolución y en la construcción de la sociedad socialista, sociedad donde es la propia clase obrera la dueña del estado, de los medios de producción y las riquezas. Y esta misma clase es la que en función de sus propias necesidades planifica la producción, evitando de este modo las crisis económicas. Incluso las más modestas reivindicaciones reformistas sólo pueden ser conseguidas mediante la más enérgica lucha revolucionaria.
Hoy más que nunca la organización de la clase obrera en torno a estructuras propias e independientes es imperiosamente necesaria para hacer avanzar todo el movimiento obrero y popular a posturas de confrontación. Organizarse, elevar la conciencia y desarrollar esas pequeñas luchas hacia la revolución, son requisitos indispensables para lograr el socialismo y la independencia para Euskal Herria.
Por una verdadera huelga general: desarrollar la lucha y la conciencia de clase.