El enésimo ataque del PP a la educación pública en la CAM parece haber sido la gota que ha colmado el vaso del aguante y del voluntarismo del profesorado que ha recuperado en masa las ganas de luchar y se ha visto de nuevo como un colectivo fuerte y unido generador de ilusión para revertir […]
El enésimo ataque del PP a la educación pública en la CAM parece haber sido la gota que ha colmado el vaso del aguante y del voluntarismo del profesorado que ha recuperado en masa las ganas de luchar y se ha visto de nuevo como un colectivo fuerte y unido generador de ilusión para revertir la desastrosa situación a la que nos han abocado tantos años de políticas privatizadoras del PP.
Después de los duros ataques en Educación Infantil y en Primaria de los últimos tres años (Decreto de Infantil, aumento de alumnos por clase, eliminación de profesores especialistas y de apoyo, disminución de recursos para la detección de alumnado con problemas de aprendizaje y eliminación de becas y rutas escolares), el turno le ha llegado a Secundaria, FP y a las Enseñanzas de Régimen Especial (donde ya el curso pasado se perdieron 2.500 profesores) con unos drásticos recortes que desde la Consejería se han denominado eufemísticamente «instrucciones de principio de curso».
El método político es siempre parecido: se deciden los recortes durante el verano con nocturnidad estival y alevosía desmovilizadora, se difama y ningunea al profesorado (confundiendo expresamente horas lectivas con horas totales) diciendo que solo trabaja 18 horas a la semana y que se queja por trabajar ahora dos horas más, es decir, «solamente» 20 horas (cuando el curso pasado presentaron la campaña de marketing de respeto y apoyo a los profesores), se niega por activa y por pasiva que la calidad de la enseñanza se vea afectada, se finge desde la Consejería normalidad en los centros, se amenaza con la presencia de los inspectores para revisar los horarios y, además, se transmite a la sociedad, día sí y día también, que se llevan a cabo estos recortes porque hay que ahorrar debido a la crisis para poder dedicar ese dinero a otras partidas educativas. Una estrategia bien pergeñada en la CAM que llevan a cabo con su omnímodo poder en los medios afines y con su potencial propagandístico a nivel institucional.
Los recortes educativos y la pérdida de calidad
Pero l@s profesor@s han dicho basta y se han empezado a mover, desmontando la propaganda a través de múltiples acciones. No es cierto que el conflicto surja de la negativa del profesorado a trabajar más pues muchos profesores ya trabajaban las 20-21 horas lectivas que propone la CAM completando una jornada semanal de 37,5 horas y no de 20 como se quería hacer ver tendenciosamente. El profesorado está dispuesto a hacer el esfuerzo de las dos horas más siempre que se mantenga el personal necesario para garantizar la calidad de la educación en vez de despedir profesores interinos. Por tanto, es falso que el aumento de horas lectivas pueda compensar la pérdida de 3.200 profesores con respecto al curso pasado. Se han perdido casi 10 profesores por centro en los 324 institutos de la región; el cálculo es sencillo, cada 10 profesores con dos horas más cada uno se pierde un profesor, contando las jubilaciones que no se cubren, los reajustes horarios (con profesores dando asignaturas que no son de su especialidad) y las plazas que se amortizan, sobre una plantilla de 25.000 docentes, estamos hablando de una reducción de plantilla de un 12%. Hay que recordar también que el profesorado ya tuvo el año pasado una bajada de sueldo del 5% de media a nivel nacional decidida por el PSOE que marcó un proceso de movilizaciones con huelga incluida; asumimos trabajar más con menos sueldo siempre que se garantice la calidad de la enseñanza, pero no estamos dispuestos a permanecer callados si este proceso supone la eliminación de 3.200 profesores y la pérdida de calidad en la enseñanza pública para nuestro alumnado y sus familias.
¿Cómo es posible que la calidad de la enseñanza pública no se vea mermada si se pierden 5.700 profesores en dos años y el número de alumnos ha aumentado? ¿Cómo es posible que la calidad de la enseñanza no se haya visto afectada cuando se ha producido una disminución drástica de la mayor parte de recursos dedicados a la atención personalizada del alumno y al correcto funcionamiento del centro? Se han suprimido horas de conversación en Inglés, se han eliminado horas de prácticas de laboratorios, han desaparecido horas para la atención a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, se han suprimido Aulas de Enlace para alumnos extranjeros, han desparecido desdobles en Lengua y Matemáticas, se ha reducido el profesorado de Compensatoria encargado de la atención del alumnado con necesidades educativas especiales y en riesgo de exclusión social, se han eliminado desdoblamientos para prácticas en Ciclos Formativos, hay masificación en las aulas al aumentar el número de alumnos por clase, el profesorado ve reducido el número de horas para la preparación de sus clases, desaparecen horas de biblioteca y muchas actividades extraescolares y programas culturales ven peligrar su desarrollo a lo largo del curso escolar.
Pero aún hay más, se elimina en muchos centros la tutoría colectiva y lectiva, lo que impedirá la labor de orientación académica y de formación en valores que llevaban a cabo los tutores y tutoras. Al mismo tiempo, y para tratar de apagar las movilizaciones, la CAM ha decidido compensar económicamente a los tutores con un complemento mensual, paradoja mercantilista sin precedentes pues el profesorado reclama condiciones dignas para hacer bien su trabajo, no recompensas y maquillajes económicos cuando se está perjudicando con estas supresiones educativas al alumnado y a sus familias. Estas condiciones han venido empeorando los últimos años (ver Claridad 61) con el tajante recorte de los planes de formación del profesorado, la eliminación de las licencias por estudios y la potente pérdida de autonomía de los claustros y de los consejos escolares en la toma de decisiones que afectan de lleno a los centros.
Consecuencias directas para las familias
Y, desgraciadamente, podemos seguir hablando de perjuicios en calidad para el alumnado pues con la falta de personal y los malabarismos que la CAM obliga a hacer con los horarios, muchos profesores y profesoras se ven obligados a impartir materias que nada tienen que ver con su especialidad y para las que no están preparados a pesar de su buena voluntad como docentes (por ejemplo un profesor de Economía dando Educación Física o una profesora de Música impartiendo Inglés). La CAM lo niega, pero la realidad es que hay más de 200 casos reales que constituyen un fraude al alumnado y sus familias y que no deberían tolerarse pues son una estafa educativa consecuencia de los recortes. Para completar este irresponsable proceso, al mismo tiempo que esto ocurre, hay decenas de profesores con su plaza de funcionario en casa sin poder dar clase de su especialidad y cobrando el salario base, hecho inédito y vergonzoso en la historia de la educación pública madrileña. El drama afecta también a los maestros de Primaria que concurrirán a las próximas Oposiciones (489 plazas frente a las 2.200 de la anterior convocatoria) en mitad del curso escolar con el consiguiente trasvase de maestros a partir del mes de enero. Pero, ¿realmente estos recortes son consecuencia de la crisis capitalista?
La crisis se usa de nuevo como excusa y subterfugio para justificar el evidente desmantelamiento de la enseñanza pública a favor de la enseñanza privada-concertada. La CAM se «ahorra» 80 millones de euros con estas medidas en la escuela pública, pero simultáneamente aplica a los usuarios de la enseñanza privada (que el pasado curso tuvieron 2.000 alumnos menos, por cierto) una nueva deducción en el IRPF que podría ascender hasta 90 millones de euros. A un chaval de la pública se le quitan profesores y a uno de la privada se le permite desgravarse hasta 900 euros en la declaración de la renta (el 15% de los gastos de escolarización, el 10% en las clases extraescolares de idiomas y el 5% del coste de los uniformes, elevando de 10.000 a 30.000 euros el límite de ingresos para la desgravación). ¿Esa es la tan cacareada «libertad de elección»? Por no hablar de la cesión de suelo público (ver Claridad 52) a la enseñanza privada-concertada de adscripción católica, la entrada en los centros de empresas privadas de marcado sesgo ideológico (el denominado Plan Refuerza), la cesión mercantilista de la gestión de escuelas infantiles a empresas de seguridad o grupos hoteleros, los sonrojantes acuerdos de la CAM con la patronal de la enseñanza privada para priorizar los centros privados frente a los públicos en los nuevos barrios, o la explicación sin tapujos, por parte de la actual consejera, de los planes privatizadores del PP en la CAM en un encuentro organizado por un grupo ultra católico. Y todo esto sin olvidar que la CAM es la comunidad autónoma donde menor cantidad de estudiantes se beneficia de políticas públicas para adquirir libros de texto (según la CEAPA): ya no está becado el 2º ciclo de Infantil, en Primaria el cheque-libro baja de 104 a 90 € y en Secundaria está congelado en 110 €. Corolario: el dinero que se deja de invertir en la pública se desvía a la privada-concertada. Sin embargo, bien se podrían ahorrar esos 80 millones de euros de otra forma en vez de despidiendo 5.700 profesores en dos años: eliminando los cerca de 1.600 asesores nombrados a dedo por el gobierno del PP en la CAM desde 2003, o reduciendo la nada despreciable cantidad de 620 millones de euros que lleva gastados la CAM en publicidad institucional desde 2008.
Nos encontramos pues con un proceso donde la Consejería viene depauperando poco a poco la educación pública para deslegitimarla frente a la privada-concertada, haciendo que muchas familias dejen de llevar a sus hijos e hijas a la pública y presentando este proceso bajo el filtro de la «libertad de elección» que se traduce finalmente en «libertad de selección» de alumnado para los centros concertados. Los datos avalan este modelo ya que en los últimos cinco años el presupuesto dedicado a la Escuela Pública decreció un 42% y el de la privada-concertada aumentó un 11%. Como colofón, el proceso termina haciendo responsables de la verdadera responsabilidad de la CAM, en una proyección gravemente tendenciosa, a los profesores y a los sindicatos que según la Consejería somos los causantes del perjuicio a las familias y del deterioro de imagen de la escuela pública, un débil argumento ad hominem muy socorrido cuando la movilización del profesorado ha desbordado sus previsiones.
Estos recortes en la pública que venimos enumerando aquí nos conducen al fracaso escolar de miles de alumnos en un claro ejemplo del modelo de sociedad privatizada, descohesionada y clasista que anhela reforzar el PP, donde los servicios públicos pasan a ser de beneficencia. Este concepto de sociedad se materializa en medidas como el Bachillerato de Excelencia o el Bilingüismo que sí reciben fondos y que, al no aplicarse a todos los centros, fomentan la segregación y dejan de atender a la igualdad de oportunidades, hay muchas carencias en determinados centros que deberían atenderse antes de empezar con estos planes específicos que clasifican a los centros y que en muchos casos tienen una componente publicitaria y de marketing y escaso contenido educativo y pedagógico.
Las movilizaciones y la huelga
Y entonces el colectivo del profesorado se despertó y lo hizo justo a tiempo, en verano se celebraron dos grandes asambleas que catalizaron las movilizaciones y que demostraron que eran los propios profesores y profesoras quienes querían llevar la iniciativa y pedían a los sindicatos que les acompañasen reforzando con su presencia y su fuerza las ideas de lucha que iban surgiendo. Se celebraron asambleas en los centros, asambleas por zonas, una concentración previa frente a la Consejería de Educación con cerca de 10.000 personas que colapsaron la calle Alcalá y, por fin, una asamblea general de representantes de zona donde se volcaron las opiniones de una gran cantidad de centros y profesorado. Se rechazaban unánimemente los recortes y se pedía mayoritariamente a los sindicatos que convocaran tres días de huelga (martes, miércoles y jueves), así el día 14 de septiembre se convirtió en una jornada de lucha de información a las familias y al alumnado para recabar su apoyo, de elaboración de pancartas para los centros, de coordinación con las AMPAS y la FAPA Giner de los Ríos, de mesas informativas a la entrada de los institutos, de repartir camisetas verdes con el lema «Educación pública de tod@s para tod@s» y de muchas acciones en aras de dar a conocer la defensa de la escuela pública. La más llamativa y numerosa una manifestación que contó con la presencia de 29.000 personas que mostraban su rechazo a los recortes y entonces llegó la huelga.
Todos los sindicatos (CCOO, UGT, CSIF, ANPE, STEM, CGT, CNT y Solidaridad Obrera) convocaron a la huelga los días 20 y 21 de septiembre, pero lamentablemente no todos mantuvieron esa convocatoria (como así había pedido la mayoría del profesorado en las asambleas) para el día 22; sí lo hicieron CCOO, STEM, CGT, CNT y Solidaridad Obrera. Habría que preguntarse por qué UGT (cuyos afiliad@s pidieron que sí se convocara el 22), CSIF y ANPE no respetaron la decisión de aquella asamblea general de representantes de zona del profesorado. El seguimiento de la huelga ha sido antológico: 76% para el primer día, 74% para el segundo día y 38% para el tercer día. La Consejería reconoció un 43%, un 39% y un 11% respectivamente, cuando no suele reconocer normalmente más del 20%. Ya hemos explicado quienes convocaban el tercer día y esa falta de unidad provocó que mucha gente que sí había hecho los dos días de huelga no la hiciera el tercero, pero es que además se llevó a cabo una campaña de amedrentamiento por parte de la CAM diciendo que la huelga del día 22 era ilegal (cuando estaba convocada legalmente en tiempo y forma) y en algunos centros se dejó caer la idea de que podía tener consecuencias hacer esa huelga, aún así el seguimiento del tercer día, teniendo en cuenta estas circunstancias ha sido bastante positivo. Las huelgas fueron acompañadas de una «cadena humana» alrededor de la Consejería que terminó por ser una concentración multitudinaria improvisada y por una manifestación, aún más masiva que la anterior, de más 42.000 personas entre alumnado, profesorado y familias con cientos de pancartas reivindicativas. Ha habido encierros de enlaces sindicales en la DAT-Capital, numerosos encierros de profesores en sus institutos, marchas de protesta por el Retiro y Madrid-Río, peticiones del profesorado a la Consejería para que el dinero que se les ha descontado por la huelga (entre 85 y 130 € por día y profesor según la antigüedad) se reinvierta en sus propios centros, clases en la calle como medida de protesta y visualización, más concentraciones frente a la Consejería y decenas de acciones en defensa de la escuela pública.
Actualmente, los sindicatos mayoritarios han propuesto de forma unitaria un calendario de movilizaciones que deberá ser refrendado en una asamblea general por los representantes de zona (posterior a la elaboración de este artículo) y que incluye huelgas del profesorado en Secundaria los días 4 y 5 de octubre, huelga de estudiantes el 6 de octubre convocada por el Sindicato de Estudiantes, manifestación el día 4, asamblea de balance el día 10, «cadena humana» el día 13 y posible huelga de todas las etapas educativas madrileñas el día 20 de octubre. Paralelamente, la Asociación de Directores de Instituto de la CAM (ADIMAD) ha hecho público un documento analizando las consecuencias de los recortes educativos en los centros y pidiendo la dimisión de la actual Consejera. Si las asambleas y los sindicatos van de la mano, las movilizaciones pueden volver a ser otro éxito rotundo; de momento, se ha conseguido que se empiecen a contratar más profesores interinos, imprescindibles para los centros, y que desde la CAM pronuncien, sin llevar todavía a cabo, la palabra diálogo. Gran paradoja la de esta Consejería que gastó 1,8 millones de euros el año pasado en una campaña cuyo lema decía: «Respetemos y apoyemos a nuestros profesores» y que ahora habría que rescribir con interrogaciones. Lo que nos une es nuestro lema: «Escuela Pública de todo@s para todo@s». ¡¡Defendámosla!!
Nota: Quiero dedicar este artículo a la profesora que sufrió la apertura de un expediente por orden de la Consejería por llevar la camiseta verde con el lema ya mencionado durante la realización de una prueba de la CAM en un colegio concertado.
Javier Burgos Tejero es Profesor de Secundaria y militante de IU/Latina
Fuentes: Diagonal, Público, El País, El Mundo, 20 Minutos, Plataforma de Interinos, Soy Pública y CCOO.
http://www.nuevoclaridad.es/revista/index.php/estado-espanol/365-pprivatizando-la-educacion-publica