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Pregunta 15 de IU (República)

Fuentes: Rebelión

Dentro de la convocatoria social de IU, esta la cuestión nº 15.- ¿Qué proceso deberíamos impulsar para conseguir la instauración de la República como modelo de estado? Se entiende que cuando se hace esa pregunta, el personal que vaya a contestar ya presupone que es mejor una republica a una monarquía, aunque sea parlamentaria. Para […]

Dentro de la convocatoria social de IU, esta la cuestión nº 15.- ¿Qué proceso deberíamos impulsar para conseguir la instauración de la República como modelo de estado?

Se entiende que cuando se hace esa pregunta, el personal que vaya a contestar ya presupone que es mejor una republica a una monarquía, aunque sea parlamentaria. Para mi no cabe duda de que es así, aunque la republica sin matices puede ser tan reaccionaria como la monarquía. Incluso muchas veces he pensado que la opción republicana podría ser uno de los movimientos de las clases altas españolas para paralizar, o neutralizar un posible ascenso al poder de la clase obrera. No cabe duda que esa es la republica que personajes como Antonio García Trevijano, defienden públicamente. Y tampoco cabe duda que en estos momentos si no nos dejamos comer el terreno, la republica va ligada mentalmente a un proceso de ascenso del poder popular.

¿Como se puede abordar el tema con la imposibilidad legal de una modificación constitucional sencilla? Actualmente estamos inmersos en una revisión de privilegios de la representación política por los indignados del 15M. Pero la forma de estado aun no forma parte de los primeros cuatro puntos consensuados en la plazas de España. Todos sabemos que la inmensa mayoría del parlamento español tienen una tradición republicana: nacionalistas conservadores periféricos, nacionalistas de izquierda, PSOE, IU, que hasta ahora no lo han hecho valer por entender, que es un tema de segundo orden, y por tener un proceso legal complicado en el tiempo y en la forma. Pero podemos llegar a ello con un discurso eminentemente racional.

De forma generalizada estamos por reducir gastos superfluos en las administraciones públicas, y el papel de representación del estado que desempeña actualmente la monarquía, no necesita de unos presupuestos para una casa real.

Pero también tenemos una segunda reivindicación moral y de procedimiento. En un sistema democrático ningún cargo público debe ser hereditario. Luego por la vía del sentido común, hemos llegado a terminar con todo tipo de monarquías. La absolutista no cabe porque su tiempo empezó a terminar con las revoluciones burguesas, como la francesa; y las parlamentarias tampoco, por no tener cabida una representación publica de un estado democrático, en un cargo hereditario.

Y así lo debemos hacer extensible a todos los países del mundo. Donde gobiernan como Marruecos, el poder del pueblo no puede seguir consintiendo dictaduras hereditarias. Y donde ya no gobiernan, como España, tampoco debemos permitir a una figura hereditaria como representante formal de un estado más o menos democrático.

Los primeros ataques que sufrió la monarquía (Inglaterra, Francia, 1789) fue porque encarnaba el poder de una aristocracia que ya no servia al modelo de producción capitalista que se abría paso. Una parte de las monarquías supo resistir poniéndose al servicio personal de las grandes fortunas y haciendo causa común con ellas, (España, Rusia) y otras aceptando una perdida del poder real a favor de una representación mediante una figura decorativa y parásita (Inglaterra).

Llegado a este punto, la monarquía española tiene dos caminos, o resistirse esperando que una oleada obrera lo eche a la manera de la II Republica española, o el propio rey Juan Carlos I de España, interioriza que su papel ha terminado, da un paso adelante y solicita al Parlamento una reforma constitucional, obviando los pasos legales, creando una comisión de trabajo constituyente y finalmente, aceptando ser aprobado por un referéndum y el posterior voto favorable de un 75% de los diputados. Seria una forma civilizada de acabar en España con la monarquía, a la vez que se estaría mostrando el camino que todas las monarquías parlamentarias europeas deben seguir.

De paso y en la misma tacada, por las mismas razones, se debe eliminar la cámara del Senado. (Gastos superfluos de una actividad que no tiene ningún sentido).

Otra discusión seria si es mejor un sistema republicano presidencialista, o no.

Pidamos a la monarquía española que haga un último acto de servicio, en favor de acabar con privilegios avanzando hacia una sociedad mas equitativa planteando al Parlamento, la apertura de un proceso constitucional republicano.

Los tiempos de las monarquías parásitas y decorativas están llegando a su fin.

No tiene sentido que el máximo representante de un estado democrático, sea una figura hereditaria.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.