Hace un par de semanas algunos grupos políticos instaron al Presidente Zapatero a suprimir los Ministerios de Cultura, Vivienda e Igualdad. -Es tiempo de crisis- dijeron. Ya estamos como siempre priorizando la diosa Economía por encima de todas las cosas. Explica Antonio Baños en su libelo «La economía no existe» que nuestra civilización se rige […]
Hace un par de semanas algunos grupos políticos instaron al Presidente Zapatero a suprimir los Ministerios de Cultura, Vivienda e Igualdad. -Es tiempo de crisis- dijeron. Ya estamos como siempre priorizando la diosa Economía por encima de todas las cosas. Explica Antonio Baños en su libelo «La economía no existe» que nuestra civilización se rige por la Doctrina económica igual que los romanos lo hacían observando el hígado de un animal muerto, y así nos va. Nadie en su sano juicio -me dirán- propondría suprimir, en temporada de déficits, el Ministerio de Economía y Hacienda, pues vale, pero también son deficitarias las realidades en vivienda, cultura e igualdad entre géneros.
Sobre este último punto el gobierno del Estado presenta a mediados de mes su informe de cumplimiento a la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres de las Naciones Unidas. Veremos que dicen, pero algunos datos facilitados por la Plataforma de Impacto de Género YA datos nos adelantan el resultado:»En el Estado español (…)persisten los estereotipos de género y la discriminación que se derivan de ellos en todas las facetas de la vida: división sexual del trabajo y escasa corresponsabilidad de hombres, Estado y empresas; violencia sexual, física, psicológica, médica, judicial (…), económica, política, cultural; sistema educativo no basado en la coeducación; medios de comunicación y publicidad sexista; persistencia de la feminización de la pobreza, que afecta a 1 de cada 3 mujeres mayores de 65 años; escaso reconocimiento social a trabajos de cuidados que llevan a una segregación y discriminación permanentes en el mercado laboral, en términos de salario: (brecha del 20% en 2007), puestos de trabajo (1/3 de quienes dirigen empresas son mujeres), tipos de contrato (el 83% de personas con contrato parcial son mujeres), profesiones (1 de cada 7 mujeres empleadas están en trabajos de limpieza o similares), agravándose además si se trata de mujeres rurales (jornadas laborales de más de 60 horas sin reconocimiento) o la condición de migrante (son el 50% quienes realizan trabajo doméstico).»
Dedicar fondos públicos (o disponer de un Ministerio) para combatir esta realidad parece que no es oportuno cuando el presupuesto previsto para el 2009 ha sido de 80,96 millones de euros, que supone el 0.02% del gasto no financiero del Estado español. Excusas.