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Prepotencia criminal

Fuentes: Rebelión

Se sabía que eran malos y mentirosos, pero no que fuesen capaces de demoler los ideales que forjaron sus propios pensadores; se sabía que eran rastreros, pero no que fuesen capaces de aniquilar sus buenos logros, uno de ellos la creación de la ONU; se sabía que eran prepotentes, pero no que su prepotencia rayara […]

Se sabía que eran malos y mentirosos, pero no que fuesen capaces de demoler los ideales que forjaron sus propios pensadores; se sabía que eran rastreros, pero no que fuesen capaces de aniquilar sus buenos logros, uno de ellos la creación de la ONU; se sabía que eran prepotentes, pero no que su prepotencia rayara en lo criminal; se sabía que habían cometido injusticias por doquier, pero no que fuesen capaces de calumniar, inventar cargos y perseguir sin límite ni dar tregua a un luchador como Julian Assange, cuyo único delito es haber divulgado en WikiLeaks el desprecio del imperialismo mundial globalizado, IMG, por el derecho internacional y la verdad sobre sus crímenes, matanzas de mujeres, ancianos y niños en Afganistán, Iraq, Libia, Siria…

La ONU dictaminó que «Assange fue detenido arbitrariamente puesto que fue mantenido en aislamiento durante la primera etapa de su detención y hubo falta de diligencia por parte del fiscal sueco en sus investigaciones, lo que dio lugar a su detención prolongada… que él fue sometido a diferentes formas de privación de la libertad: la detención inicial en la prisión, seguida del arresto domiciliario y su confinamiento en la Embajada ecuatoriana», e instó a «las autoridades suecas y británicas a garantizar su seguridad e integridad física y facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimiento de una manera conveniente» y otorgarle una compensación por los daños causados.

Basa su dictamen en el Convenio Europeo de Derechos Humanos y otros tratados vinculantes para sus signatarios, entre ellos Gran Bretaña y Suecia, países que intervinieron en la investigación del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de este organismo; asimismo, consideró que la detención de Julian Assange va contra la Declaración Universal de Derechos Humanos. Antes, este grupo había defendido los derechos de Aung Sang Suu Kyi, conculcados en Birmania, país que por lo menos tuvo el mérito de no tildar de «ridículo» el dictamen de este grupo de trabajo, como ha hecho el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, ni insistir en que esto «no cambia para nada» la situación de la víctima. Según Paul Craig Roberts, ex Secretario de Finanzas de Reagan, el Reino Unido y Suecia se encuentran bajo la influencia del «Gobierno corrupto de Washington», cuyas «acciones criminales» fueron desenmascaradas por Assange. Pese a que arbitrariamente se nieguen obedecer el mandato internacional de la ONU, ambos países pretenden erigirse como defensores de la ley, sostuvo el politólogo norteamericano y predijo «que el Gobierno criminal de Washington no permitirá poner en práctica la decisión de la ONU», pues la negativa de esos países a cumplir con sus obligaciones internacionales en relación con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, beneficia a las autoridades de EE.UU.

Para Assange, el momento vivido fue una dulce «victoria innegable» e indicó que la ONU tiene autoridad suprema sobre casos como el suyo, que «Suecia y el Reino Unido no pueden oponerse a sus decisiones, que son vinculantes, es decir legales y más altas en la jerarquía que las normas nacionales. Saben que, caso contrario, habrá consecuencias diplomáticas y también en torno a los derechos humanos. Si no lo hacen, socavarán el sistema». Afirmó que pueden ser castigados si se niegan a aceptar la decisión sobre la ilegalidad de su detención y arresto, «creo que en este caso podremos hablar de sanciones».

Para el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, es «intolerable lo que está sucediendo… Estamos hablando de una persecución política y de la violación de derechos humanos»; además, afirmó que el fundador de WikiLeaks «es una víctima que tiene que ser resarcida». Por su parte, el Presidente Correa se preguntó «¿quién va a resarcir el daño que se le hizo a Julian Assange y al Ecuador? ¿Ustedes saben cuánto cuesta mantener la seguridad en la embajada?»

Uno de los representantes legales de Assange, Baltasar Garzón, señaló que «casi todos los preceptos que se podían violentar, fueron violados por Suecia» y sostuvo que «cualquier prolongación de su detención se convierte en una tortura» y que «es tramposo no aceptar la decisión cuando te ves desfavorable. Puedes discrepar, pero no decir que es ridícula o no reconocerla porque eso es faltar al principio de lealtad institucional que domina todas y cada una de las relaciones internacionales», que es «imprescindible» que Suecia y el Reino Unido respeten la decisión de la ONU, puesto que «ningún tribunal democrático va a emitir una condena contra Julian Assange».

¿Qué sucede? Sucede que toda Europa, menos Rusia, se ha convertido en vasalla y actúa bajo presión del IMG, que pretende, igual a lo que ha hecho con el soldado Manning o como hubiera querido hacerlo con Snowden, pudrir en la cárcel a Assange por denunciar sus crímenes y combatirlo mediante la publicación de miles de documentos diplomáticos y militares clasificados.

Pero no hay mal que dure cien años, Bernie Sanders será el próximo presidente de EE.UU. y los liberará del cautiverio.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.