Este artículo ha sido publicado en el nº 7 de La Marea, ya a la venta en quioscos
En cada listado de reales decretos de indultos publicado en el BOE destacan, por encima del resto, las medidas de gracia concedidas a condenados por delitos contra la salud pública. En total, de los 10.158 indultados desde 1996, 2.845 habían sido condenados por ese delito. Para muchos jueces, esta es una muestra del uso del indulto como paliativo contra unas penas demasiado severas en estos delitos, que a veces simplemente consisten en el menudeo de drogas. Le siguen, de cerca, los delitos por robos (2.005 indultados en las fechas que abarca el análisis de El Indultómetro). Pero estos datos tienen trampa: también son los más habituales en las listas anuales de condenados.
Entonces, ¿qué crímenes son los que más se indultan? Delitos contra el medio ambiente, prevaricación de funcionarios públicos, delitos cometidos por funcionarios contra la libertad individual y malversación suman los porcentajes más altos de medidas de gracia por condenas. Tres de esos cuatro delitos tienen que ver, directamente, con el ejercicio de un cargo público o la sustracción de dinero de las arcas de las administraciones.
Entre 2007 y 2010, 49 personas fueron condenadas por delitos cometidos por funcionarios contra la libertad individual. Tres de ellos han sido indultados hasta el momento. Este epígrafe incluye alargar ilegalmente la privación de libertad o la incomunicación de un arrestado o utilizar un «rigor» innecesario en el trato a los presos por parte de funcionarios de prisiones o trabajadores de centros de menores, tal y como se recoge en el Código Penal. El porcentaje, un 6,12%, puede parecer poco determinante debido al pequeño número de casos registrados, pero veamos un delito con mayor incidencia, como la malversación de fondos públicos: cinco de los 227 condenados en esos cuatro años ya han sido indultados, un 2,2%.
Otra de las categorías con mayor porcentaje de indultados es la que engloba los delitos de prevaricación de los funcionarios públicos (emitir una resolución o nombrar a alguien para un cargo de manera arbitraria a sabiendas de que es injusto). Seis de los 138 condenados entre 2007 y 2010 han sido indultados a día de hoy, un 4,35%.
Durante esos mismos años, fuera ya del ámbito de las administraciones públicas, un total 191 personas fueron condenadas por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Hasta el momento, diez de ellas han sido indultadas, un 5,24%. Se trata de condenas por provocar o realizar emisiones, vertidos, radiaciones, extracciones o ruidos que puedan «perjudicar gravemente el equilibrio de los sistemas naturales».
Todos estos crímenes recibieron la medida de gracia en un porcentaje de casos superior al 1,07% (517 indultos sobre 48.222 condenas) de los delitos contra la salud pública. En casos especialmente llamativos, como los de las torturas, encontramos porcentajes mucho menores pero que muestran el uso de esta prerrogativa: de las 10.046 condenados por torturas entre 2007 y 2010, 22 han sido indultados a día de hoy (un 0,22%).
Otro ejemplo de diferencias entre términos absolutos y relativos: los hombres se benefician de más indultos (880 en esos cuatro años frente a 228) porque también son mayoría aplastante entre los condenados (1.722.419 frente a 162.245). Pero, en proporción, las mujeres reciben en más ocasiones esa medida de gracia (14 de cada 10.000 condenadas frente a 5 de cada 10.000 condenados).
Junto a los delitos contra el medio ambiente, son justo aquellos cometidos por funcionarios públicos los que han sido indultados en una proporción más alta que cualquier otro crimen. Son aquellos en los que la administración, desde el poder Ejecutivo, se perdona a sí misma sus faltas.