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Primer activista gay en huelga de hambre para exigir la Ley de Identidad de Género

Fuentes: Rebelión

El escritor republicano Jaume d’Urgell es el primer activista gay que se declara en huelga de hambre, tras el anuncio de Carla Antonelli, en solidaridad con la lucha del colectivo transexual, para presionar al Gobierno y exigir el cumplimiento del compromiso de aprobar la Ley de Identidad de Género, según consta en el programa electoral […]

El escritor republicano Jaume d’Urgell es el primer activista gay que se declara en huelga de hambre, tras el anuncio de Carla Antonelli, en solidaridad con la lucha del colectivo transexual, para presionar al Gobierno y exigir el cumplimiento del compromiso de aprobar la Ley de Identidad de Género, según consta en el programa electoral del PSOE para la presente legislatura.

En declaraciones a la prensa, Jaume d’Urgell manifestó que «solidarizarse con la causa de la defensa de los derechos de las personas transexuales es un acto de justicia y coherencia, habida cuenta del compromiso, constancia y sacrificio que dicho colectivo ha venido prestando desde hace más de treinta años a la comunidad homosexual, contribuyendo decisivamente en la consecución de hitos históricos como la reciente eliminación de la discriminación por razón de orientación sexual para el acceso al matrimonio civil».

«Sin Carla Antonelli, hoy no estaríamos gozando del derecho al matrimonio»

Así, el que fuera miembro del Grupo de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales del Partido Socialista Obrero Español, añadió que «…cuando hablamos de Derechos Humanos, no cabe ni el regateo, ni el aplazamiento. El Parlamento es una cámara legislativa, ni un mercado, ni una oficina de planificación de campaña electoral. No podemos ignorar las legítimas aspiraciones de las personas transexuales. Se trata de un compromiso electoral, de la voluntad de la mayoría de la ciudadanía expresada en las urnas».

Según Jaume d’Urgell, «la reforma del Código Civil, que el pasado verano reconoció a los homosexuales su derecho a contraer matrimonio en condiciones de igualdad respecto a las del resto de la población, fue un golpe efectista, algo fácil de cumplir, de gran repercusión mediática y sin apenas impacto sobre ninguna partida presupuestaria».

«El respeto a las minorías es la mejor forma de evaluar el grado de madurez democrática»

Preguntado sobre la posible utilización electoral de ambas medidas, agregó «es una forma barata de satisfacer a un importante porcentaje del electorado -ahora bien-, no importa cuántos individuos se vean afectados por el alcance de una Ley, mientras sea justa y necesaria, dado que es precisamente el respeto a las minorías, uno de los mejores indicadores del nivel de madurez democrática de la sociedad. Dado que las posibilidades de que una persona nazca con una identidad de género que no se corresponda con sus órganos físicos son aleatorias y afectan por igual al conjunto de la Humanidad, no es ético afirmar que los transexuales son una minoría, porque esa minoría, potencialmente nos incluye a todos… ignorarles sería de una falta de civismo comparable a negar la escolarización a los pelirrojos».

Jaume d’Urgell -secundando la posición de Carla Antonelli y de diversas transexuales más-, será el primer representante no-transexual en iniciar una huelga de hambre indefinida a partir del próximo 15 de mayo para presionar al Ejecutivo para que adopte una posición más firme en el trámite parlamentario de la prometida Ley de Identidad de Género. En sus palabras, «no ser transexual no me impide solidarizarme con la situación de personas como Carla Antonelli, de la misma forma que no es preciso estar sometido a esclavitud para comprometerse en su abolición. Todos los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales tenemos una impagable deuda de gratitud con Carla Antonelli, sin cuya ayuda hoy no estaríamos en tan favorable situación legal. Asistimos a un momento crucial en la historia de los derechos civiles, nuestro país juega hoy un importante papel: España es un ejemplo, incluso para las sociedades más avanzadas. Por todo ello, no sería comprensible que nuestro gobierno hiciera como los malos pagadores: dejar una parte pequeña -irreclamable- sin pagar… y nadie lo entendería, porque hablamos seres humanos, no de dinero».

Al conocerse su posición, en algunos círculos se ha apuntado la posibilidad de que la intensidad de las protestas responda a una actitud personalista o de erosión de la imagen del Gobierno; preguntado por ello, Jaume d’Urgell ha declarado: «Estamos cansados de contemplar con impotencia cómo el trámite parlamentario sufre más y más dilaciones, lo que nos hace dudar acerca de la auténtica voluntad política del Ejecutivo. Por lo demás, hablamos de una huelga de hambre indefinida, se trata de algo muy serio, y a la vez muy fácil de comprender: en España no puede haber personas de segunda clase, y menos de la mano de un partido que se reclame ‘socialista’ u ‘obrero'».

Jaume d’Urgell es el redactor jefe del nuevo periódico «La República», y en los últimos tiempos se ha revelado como una de las cabezas visibles del movimiento republicano; es asimismo miembro de COGAM (el Colectivo de Gays y Lesbianas de Madrid), socio del Ateneo de Madrid y de la Asociación Colegial de Escritores de España. El pasado 7 de abril contrajo matrimonio civil con un varón, al amparo de las nuevas reformas del Código Civil.