Apagué el televisor antes de que terminara la entrevista de Julia Otero al coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, en la primera cadena de Televisión Española. Llevaba ya un buen rato de show y me aburrí de esperar a que, al menos, dijera algo contundente contra el tratado constitucional que quieren que refrendemos sin […]
Apagué el televisor antes de que terminara la entrevista de Julia Otero al coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, en la primera cadena de Televisión Española. Llevaba ya un buen rato de show y me aburrí de esperar a que, al menos, dijera algo contundente contra el tratado constitucional que quieren que refrendemos sin debate, sin tiempo, sin medios para argumentar… es decir, por la cara bonita de Zapatero, Borrell y compañía. No sé si antes de acabar la entrevista (que compartía nada menos que con la actriz Bibiana Fernández) diría algo del estilo de lo poco que se le ha oído decir en los momentitos breves que ha tenido en los medios de comunicación, pero desde luego ya quedó bien clarito desde el principio que no era el asunto esencial del momento y que no se iba a escuchar nada muy crítico con el ejecutivo al representante de una IU que «gobierna» con el PSOE (Llamazares habló de «mayoría de izquierdas» que sostiene al gobierno cuando salió, tan contento, de la reunión con Zapatero en la Moncloa). En contra de la declaración de intenciones de la propia IU ante la sociedad, sí que dedicó mucho rato, además de a hablar de la cirugía estética, a la cuestión del Plan Ibarretxe. Hizo una larga escenificación de cierto enfado con el gobierno por haber dado la imagen de acuerdo total con el PP en su frente de batalla (ya cantado desde un principio, vaya), que le vino al pelo para salir dos días después más contento que unas castañuelas de la Moncloa… Habló en el programa de su interlocutor psocialista hasta el momento, el tránsfuga ex nueva izquierda Diego López Garrido, que ya le había tratado de tranquilizar.
La pregunta era: media hora de prime time televisivo aprovechada… ¿para qué? ¿Dónde estaba el informe de la CGT que nos advierte de la hecatombre de derechos laborales que se nos viene encima con el tratado? ¿Dónde estuvo la crítica a la liberalización constitucional de la Europa comunitaria, y a la consagración definitiva del capitalismo en su versión ultraliberal, del pacto de estabilidad, de la no subvención a las empresas públicas, etc? ¿Dónde tuvo la inteligencia el supuesto dirigente de izquierdas para introducir la crítica al aspecto espantosamente militarista del tratado, que establece la obligación constitucional de aumentar los gastos militares? ¿Y la crítica a la campaña del gobierno y los medios públicos, al más puro estilo referéndum otan?
Y si seguimos preguntando… ¿Por qué sigue el apoyo de IU al gobierno del PSOE con toda la trapacería política y social que está empleando con el asunto del referéndum la constitución europea? ¿Cómo puede seguir diciendo que eso es la izquierda desplegando todo ese sucio apoyo al texto de Giscard?