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Que hable el Ejercito Popular de Liberación

Fuentes: Rebelión

El pasado 15 de septiembre de 2016, fue capturado en la ciudad de Medellín, por cuerpos de inteligencia del Estado colombiano, el guerrillero GUILLERMO LEON AGUIRRE, de 45 años, conocido como «David León» y Comandante del Frente Libardo Mora Toro del EPL en El Catatumbo. Al día siguiente el diario La Opinión de Cúcuta editorializó […]

El pasado 15 de septiembre de 2016, fue capturado en la ciudad de Medellín, por cuerpos de inteligencia del Estado colombiano, el guerrillero GUILLERMO LEON AGUIRRE, de 45 años, conocido como «David León» y Comandante del Frente Libardo Mora Toro del EPL en El Catatumbo. Al día siguiente el diario La Opinión de Cúcuta editorializó al respecto: que no era un golpe más a la guerrilla y que «Aguirre o David León o Juan Montes es el más veterano combatiente vivo del Ejército Popular de Liberación (Epl), su líder más antiguo, y uno de los poquísimos depositarios del original discurso ideológico de esta guerrilla marxista leninista». Este discurso lo plantea el Partido Comunista Marxista-Leninista (PCML), en clandestinidad, o lo que del mismo quedare.

El 20 de agosto de 2015, Rebelion.org, publica artículo del desmovilizado Frank Molano Camargo, acerca de Los Orígenes del Partido Marxista-Leninista de Colombia y del Ejercito Popular de Liberación y finaliza : » Durante la década de 1980 el PC ML y el EPL se expandieron por varias regiones del país, y se vincularon con otras fuerzas guerrilleras en el frustrado intento de la Coordinadora Nacional Guerrillera y participó en los diálogos de paz de Belisario (1984-1988). En 1990 sufrió una nueva división, cuando el 90% del partido y del EPL se desmovilizaron y entraron a conformar el movimiento Esperanza Paz y Libertad. Desde entonces subsiste una pequeña estructura partidaria con una cada vez menor influencia social y una estructura militar debilitada, con presencia en la zona del Catatumbo».

En 1991 se produjo la desmovilización de ese grupo guerrillero y centenares de guerrilleros del EPL fueron reclutados y pasaron a formar parte de las nacientes autodefensas de Fidel y Carlos Castaño. Permaneció el Frente Guerrillero Oscar William Calvo, en el eje cafetero, que se extinguió. El Frente Ramón Gilberto Barbosa, con presencia en el sur del Cesar del que no se volvió a mencionar públicamente. El Frente Francisco Garnica, que junto con las Milicias Populares de Medellín, se acogió a los acuerdos de paz, el 30 de junio de 1994. Permanece, hasta nuestros días, el Frente Libardo Mora Toro, con presencia en El Catatumbo e influencia en el sur del Cesar y parte de Santander.

De si califica el actual E.P.L. como fuerza beligerante

Para cualquier analista es difícil, en la actualidad, profundizar en estudios de ese tipo, dada la circunstancia que esa expresión guerrillera no cuenta con órgano oficial de información alguno. No se conocen documentos en medios virtuales o alternativos, que expresen su ideología. Tampoco circulan documentos internos o entre sus combatientes. Brillan, por su ausencia, aportes al movimiento revolucionario y de masas, aún en las zonas donde hacen presencia. En contravía a la filosofía leninista de la teoría para la acción, no producen material de discusión y estudio al respecto, tanto para sus integrantes como para las masas que influyen, por lo cual se puede afirmar que no desarrollan trabajo político alguno.

No obstante la carencia de esos elementos de brillantes ideo-política, la fuente del legislador internacional, que predominantemente lo es lo consuetudinario, no descalifica la existencia de un contradictor insurgente por su escaso bagaje político; como quiera que desde 1970, consagra el derecho de los pueblos a la rebelión y al erigirse una fuerza de choque militar contra un establecimiento estatal internacionalmente reconocido, en armas, y contra una constitución política vigente, se estaría ante insurgentes y/o rebeldes.

En un orden de ideas lógico, si bien el carácter de fuerza beligerante no se da por reconocimiento de contraparte alguna; existe, dentro del orden normativo y consuetudinario del Derecho Internacional, un cuerpo de presupuestos que permiten la ubicación y catalogar a una fuerza insurgente como tal: 1. El control del territorio por parte de los disidentes o levantados en armas. 2. La existencia de una organización con mando unificado.3. La realización de operaciones militares sostenidas. Obvio, que esto merece un detenimiento particular de cada uno de los acápites; pero ello se sale del interés mediato del presente artículo. Por lo mismo, concédaseme la licencia de ensamblar estos presupuestos en un área del territorio nacional que padece la presencia del grupo guerrillero Ejército Popular de Liberación (EPL), por cerca de cinco décadas: la Provincia de Ocaña y El Catatumbo en el Nor-oriente colombiano.

EPL al Gobierno: «Queremos negociar, no le tenemos miedo a la paz» .

En el portal, Movimientos Sociales, apareció publicado el día martes 12 de abril de 2016: El Ejército Popular de Liberación -EPL-, una de las tres guerrillas activas en Colombia, solicitó al Gobierno de Juan Manuel Santos su participación política en la solución del conflicto armado. Para ello, plantean una agenda con cuatro puntos de negociación que no es ajena al Gobierno y que no se distancian de las agendas de diálogos adelantadas el Ejército de Liberación Nacional -ELN- y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC-.

Celestino Barrera, Investigador social, colaborador de Colombia Informa y defensor de derechos humanos; tuvo la oportunidad, en Cartagena, de hablar con un viejo integrante del Partido Comunista Marxista Leninista -PCML- y del EPL quien prefirió no revelar su identidad y se presentó con su ‘nombre de Guerra’, Ramón. Afirma que quieren salir de la guerra. Le pregunta Celestino Barrera ¿Que piensa hacer el PCML para salvar lo poco que queda del E.P.L. y contesta Ramón: «Desde el Partido Comunista ML insistimos en que las negociaciones, si realmente buscan poner fin a la guerra, deben contar con toda la insurgencia y de cara al país; con respeto a los derechos humanos, y al derecho internacional humanitario. Y el EPL hace parte de esa insurgencia colombiana. Seguimos activando nuestro programa político con las luchas necesarias que libra el pueblo colombiano, creemos que este es un momento importante de la historia política del país y apostamos por participar no aislarnos». Y a la pregunta de CB: ¿Cuáles son esos puntos de la agenda que el PCML y el EPL proponen al Gobierno colombiano?. Responde: «Proponemos, fundamentalmente, que se brinden las garantías para un amplio diálogo nacional, una Asamblea Nacional Constituyente y un cese bilateral del fuego y hostilidades que ponga fin a la confrontación militar y aporte a la protección de los derechos de las gentes que padecen la guerra, que contribuya a moldear el camino que nos lleve a una paz con justicia social para Colombia. Además, la derogación de las leyes de guerra. Una agenda que no se aleja de lo que el Gobierno de Juan Manuel Santos está discutiendo con las otras guerrillas y que entraría a fortalecer el proceso que hoy se adelanta para poner freno a décadas de guerra y muerte». (Tomado de Colombia Informa. Agencia de Comunicación de los Pueblos).

El sinsentido de llamarlos pelusos o epelos

La directriz de inteligencia militar y gubernamental, acogida por la mediática alienante, de ubicar a los del epl como una bacrim más, o como un cartel de narcotraficantes y con denominaciones descalificantes; produce flaco servicio a una política unificada y consistente de terminación del conflicto armado interno en Colombia. Ya a nivel internacional destaca la nación colombiana por consolidar una Política de Estado o política estatal, de trato preferencial, con el reconocimiento o aceptación ipso facto de entablar acercamientos o conversaciones con fuerzas insurgentes que han llegado a feliz término con los Acuerdos de La Habana, con las Farc-ep y la esperada fase de conversaciones públicas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Por qué no hacerlo con ese reducto del E.P.L?. Por qué no asimilarlos, en vocería, a una mesa de conversaciones junto con el E.L.N, con un representante de ellos- como E.P.L- con vos y voto; respetándoles independencia política?. O si la autonomía elena no lo permite, por qué no conversar con ellos, por aparte?.

Reproduzco el clamor de fuerzas vivas de la sociedad civil en un Departamento como el Norte de Santander, que de 30 municipios, 20 tienen presencia permanente de fuerzas rebeldes, incluidas las del E.P.L. Los jerarcas de la Iglesia de la Diócesis de Ocaña y de Tibú, hacen llamados en el sentido que se incluya al E.P.L. en conversaciones conforme a esa voluntad expresada. Wilfredo Cañizares Arévalo, destacado dirigente cívico regional y departamental, de la Fundación Progresar y vocero del Frente Amplio por la Paz (conformado por 60 organizaciones sociales y partidos políticos) en Norte de Santander,

manifestó que se le pidió al presidente Juan Manuel Santos, que contemple la necesidad de iniciar la fase exploratoria de negociación con el Ejército Popular de Liberación (Epl), por su accionar en esta región, para consolidar la finalización del conflicto armado en el país.

Sinceramente creo que la captura y el carácter de preso o delincuente político del Comandante guerrillero Guillermo León Aguirre o David León, es propicia para que se explore el acercamiento de conversaciones con ese reducto guerrillero. Constituiría un fraude para la soberanía nacional y el mandato constitucional de búsqueda de la paz el que se llegaré -al menos a pensar- que el capturado guerrillero, fuere objeto de un falso montaje de narcotraficante, para desterrarlo en extradición, y saciar las ansias de odio del imperio y la extrema derecha militarista, contra los luchadores populares en Colombia!.

El delito político es un delito complejo y es clara la jurisprudencia internacional en la extensión de la conexidad del delito político.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.