El marco real donde se está jugando el futuro de Catalunya es de una monumental confusión, alimentada por partidos débiles, cortoplacistas, que no levantan la vista y solamente ven hasta el 1º de octubre y poco más. Cuanto más hablan y más difunden, más confunden. No quieren aclararnos. Quieren manipularnos. Hagamos en conjunto un repaso […]
El marco real donde se está jugando el futuro de Catalunya es de una monumental confusión, alimentada por partidos débiles, cortoplacistas, que no levantan la vista y solamente ven hasta el 1º de octubre y poco más. Cuanto más hablan y más difunden, más confunden.
No quieren aclararnos. Quieren manipularnos. Hagamos en conjunto un repaso de la situación en la que estamos, despojándola de los argumentos de propaganda, de promesas y falsedades.
1.- PDeCat, Puigdemont, Más, y los nostálgicos del pujolismo, creen que esta jugada los redime de todos sus trapicheos y corrupciones. Creen que con la CUP como furgón de cola, se «limpian» de los casi 30 años de políticas de derechas, pro-privatizadoras, soporte de leyes neoliberales, etc. Y que pueden presentarse como «republicanos, demócratas y hasta progresistas».
Su independentismo sobrevenido es -por ahora- lo que los mantiene a flote. Sobreviven gracias al sentimiento identitario de parte de los catalanes, y del engaño de «un tiempo mejor» cuando «podamos disfrutar de nuestras riquezas». Muchos quizás no, pero ellos sí saben que están engañando y que en esta coyuntura internacional, la Catalunya idílica que anuncian es imposible.
También les ayuda -y mucho- Rajoy y su gobierno PP, que no solo no intenta ni se dispone para buscar una salida política, sino que sus medidas judiciales y policiales agravan cada vez más la situación.
2.- ERC es básicamente Oriol Junqueras. Aspira y trabaja para que ERC sea la fuerza política hegemónica en Catalunya. El «paraqué» ya es más incierto. No creemos que sus aspiraciones de transformación social coincidan mucho con las de la gente que lucha por un cambio verdadero. Como colectivo, su trayectoria en los últimos años, ha sido la de actuar con oportunismo, y una capacidad camaleónica para adaptarse a diversos escenarios. ERC también es Benach, también es Rufián, también fueron Carod Rovira y Pilar Rahola… ERC es una fuerza amorfa y políticamente impredecible. Es duro, pero es así.
3.- PSC-PSOE Tenían la oportunidad de presentar una propuesta mediadora, viable, generosa, difícil de rechazar por las dos partes, que desactivara el posible «choque» y que pusiera sobre la mesa la necesidad de una reforma constitucional. Hubiera sido posible conseguir el apoyo de Podemos, que sigue sin encontrar sus posición en la encrucijada catalana. Pedro Sánchez sigue actuando con timidez y «vigilado» por los barones. La sombra y los compromisos personales de Felipe González con los poderes económicos sigue oscureciendo el camino de los socialistas. No consiguen recuperar un perfil propio y siguen a la zaga de Rajoy.
4.- La CUP actúa con ingenuidad, y si cree que radicalizando cada vez más su discurso y su acción ganará espacio o tendrá mas influencia, es que no han entendido como funciona la política, que sigue siendo la herramienta para cambiar la relación de fuerzas sociales en cuanto a poder real. Y se gana con coherencia, con aciertos y con apoyo social, no sólo con golpes de efecto. El colmo de las torpezas, ha sido promover que Arran «señale» a quienes no iremos a votar. Son los mismos que también recurrieron a calificar de «fascistas y franquistas» a quienes no respaldaran sus creencias. Y sin embargo, ellos conviven políticamente con los que durante décadas gobernaron con medidas antipopulares y corrupción sin límites. Sin percibirlo, están cayendo en un dogmatismo extremo que está más cerca de la teología que de la política.
A la hora de la verdad, quienes tienen la hegemonía del bloque «soberanista», soltarán ese «furgón de cola» porque habrá cumplido su papel y la CUP se habrá convertido en una molestia, en un lastre incómodo.
5.- En cuanto a CSQP, Podem , Comuns, etc: Saben de origen que en sus filas hay partidarios, contrarios y neutrales con respecto a la propuesta soberanista. Por lo tanto, la posición inicial de neutralidad ratificando a la vez sus objetivos sociales y reivindicativos, preservándose como fuerza de cambio, parece la indicada. Eso les permitiría mantener su cohesión como corriente política y representar una opinión que atraviesa transversalmente la sociedad catalana. Y que obviamente no se siente ni «soberanista» ni «españolista».
Hubiera sido preferible entonces, que estas fuerzas «emergentes» se mantuvieran neutrales. No era fácil, pero era la posición más correcta de cara al futuro. Para eso tenían que blindarse ante las presiones externas y renunciar a la tentación de oportunismos personalistas. Podían haber encarnado una «resistencia» eficaz y visible ante la oferta «bipolar» y la falsa encrucijada montada por los dos polos. Podían haber formalizado la propuesta de reforma constitucional y el proyecto de estado federal. Y hubieran ocupado un espacio político que quedó vacío, «regalado» también a la trampa bipolar.
Esa trampa tiene muchos nombres: «Rajoy o Puigdemont», «Madrid o Cataluña», «Soberanía o Constitución», pero un solo objetivo: preservar la continuidad de poder y de control político para sus promotores y protagonistas principales.
Por eso, ir a votar, significa convalidar la jugada de PDecat-Puigdemont, y dar por válida la oferta binaria, que rompe y divide a la sociedad, y relega los objetivos sociales y de cambio verdadero, en Catalunya y en el estado. En ese caso, perderíamos todos y los daños pueden ser importantes. Ante ese choque que se avecina, cuanto más faltos de apoyos lleguen unos y otros al primero de octubre, mejor será para las mayorías sociales. Esta no es «nuestra guerra». La salida es necesariamente política. Pasa por el diseño de un estado federal y una reforma constitucional que supere los límites impuestos a la del 78 e incluya los cambios que exige la realidad.
Colau, Domenech, Albano, Giner, Nuet, Rabel, Coscubiela y otros tendrían que asumir una posición común que fuera más allá del 1º de Octubre. Pero eso ya parece imposible, al menos para algunos de los personajes nombrados. La verdadera consulta a las bases, precedida por debates y argumentos, no se hizo. Algunos dirigentes optaron por convocar votaciones con una pregunta tan amplia que permitía que las respuestas convalidaran las posiciones que unilateralmente ellos ya habían tomado. La tendencia sigue siendo decidir de arriba para abajo. El 15M, origen y fundamento de estas nuevas fuerzas, ha quedado relegado. Es imprescindible rescatar esas fuentes originales surgidas de la movilización popular.
6.- Rajoy, el Partido Popular y Ciudadanos. El gobierno de Mariano Rajoy y su partido, ejercen como herederos contemporáneos del franquismo, adaptados a la democracia parlamentaria. Su origen y fundadores provienen del tronco de la dictadura. De allí sus «tics» autoritarios y el uso condicionado de los aparatos del estado y su inmovilidad de la Constitución pactada en el 78. Ejecutores de las políticas neoliberales y sumisos a los poderes económico financieros, aplican desde 2012 recortes en derechos y libertades, implantaron la corrupción estructural en beneficio personal y del partido, y en los últimos años mantienen un inmovilismo total ante la evolución de la situación interna en Catalunya, de la cual son en gran parte responsables. (Entre otras cosas, por su actitud con el Estatut promulgado en el 2006, votado en contra por el PP, que luego impugnó 114 artículos). Su falta de voluntad para buscar una solución política, la reemplazó con medidas judiciales y policiales. Con ello solo ha logrado complicar la situación y mostrar su desprecio por las vías democráticas. Las últimas decisiones tomadas con respecto al anuncio del referéndum, confirman su vocación autoritaria y han provocado el efecto contrario, alentando la movilización soberanista. Para sus acciones puramente represivas, cuenta con el respaldo «inquebrantable» de Albert Rivera y su partido Ciudadanos, siempre atentos para servir al PP en las situaciones complicadas.
7.- El Govern catalán, con la excusa de enfrentar a Madrid, está montando un andamiaje pre-totalitario. Su diseño de cómo realizar el referéndum en cuanto a controles democráticos, censo, garantías de imparcialidad y de recuentos, etc. es toda una definición. Lo mismo su proyecto de cómo montar la «justicia catalana» provisional, con designaciones de jueces a dedo. También es una constante su desprecio por la opinión / participación de quienes no se adhieren a su proyecto.
Trapero no es más que la muestra de cómo los cargos relevantes en áreas claves estarán en manos «amigas». O más que «amigas», fieles y obedientes. El descaro del Govern al anunciar que «no esperen ayudas o subvenciones» aquellos medios «que no estén por la labor» de arropar las consignas independentistas fue el preanuncio del manejo partidista de los medios propios, TV3, Catalunya Radio, Ara, etc. Y como complemento, las descalificaciones hacia «El Periódico», por no sumarse «al coro», y tener criterio periodístico propio.
Las 48 horas parlamentarias en las cuales «despachó» las normas fundamentales para la eventual «desconexión» con el estado y los fundamentos provisionales de la futura república, fueron un ejemplo de desprecio por las normas democráticas. Convirtieron lo que debía ser una exposición de argumentos en un trámite burocrático, eliminando cualquier posibilidad de debate. Hicieron uso y abuso de su mayoría circunstancial para definir una cuestión que por su trascendencia, requería meses de debate abierto, dentro y fuera del Parlamento, en este caso, a partir de las organizaciones sociales.
8.- El proyecto de república es un libro con páginas en blanco. Y las que se escriben -las menos- son inquietantes. El Poder Judicial, por ejemplo, que puede superar holgadamente el tan criticado manejo partidista del PP a nivel estatal. O el imprevisto viraje hacia un ejército propio, en el imaginario soberanista, siempre anidó el concepto de país sin ejército, y el ejemplo de Costa Rica, que abolió sus fuerzas armadas en 1948. Pero el propio Puigdemont días pasados, anticipó que tener un ejército «será imprescindible» y ya se mencionan 26.000 hombres, con sus jerarquías, cuadros y por supuesto los elementos que componen una fuerza militar: vehículos, blindados, aviones, armamento, etc. ¿De qué presupuesto saldrán los fondos para ese ejército? No hay respuesta. Tampoco se plantean como romper la dependencia con los verdaderos poderes económico-financieros que deciden desde Bruselas y desde otros centros mundiales. ¿En que basan entonces sus promesas de políticas sociales, renta garantizada, pensiones, etc.?
Lo cierto es que el principal objetivo de los dirigentes ex-convergentes, es conseguir mantenerse en el poder, seguir con sus políticas antipopulares y privatizadoras de lo público y también autoamnistiarse de sus corruptelas encabezadas por el «Honorable» Pujol y su familia. Por ello, en su prédica, abundan cuentos y promesas de un futuro en tecnicolor sin argumento alguno que lo sostenga.
¿Qué hacer entonces ante el referéndum-trampa?
Todo es cuestión de recuperar el pensamiento propio, razonar y protegerse del «bombardeo» de banderas, banderines y banderolas. De consignas tan solemnes como efímeras. Dejemos atrás los cuentos y las promesas. Pensemos y analicemos por nosotros mismos. Si lo conseguimos, al menos estaremos en el umbral de un futuro colectivo realmente construido por todos, desde abajo, como los puentes, como las casas. Y tendremos que hacerlo con los otros pueblos, con los que fuimos derrotados por la dictadura franquista. Compartimos con ellos las víctimas asesinadas, muchas todavía no rescatadas de las cunetas de pueblos y ciudades. Compartimos con ellos convicciones democráticas y de progreso verdadero. El camino recién empieza, vamos a recorrerlo juntos…
Como decía León Felipe,
Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos.
Mariano Palacios. Colectivo Triodo.
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