Son signos simultáneos e irrefutables de una crisis de profundo sentido sociopolítico. Y cada día se agrega uno más. Todos los elementos de una crisis global de sociedad se concentran de golpe en Chile. La crisis política institucional y la crisis ecológica se han manifestado simultáneamente con la fuerza de la evidencia incuestionable. La primera […]
Son signos simultáneos e irrefutables de una crisis de profundo sentido sociopolítico. Y cada día se agrega uno más. Todos los elementos de una crisis global de sociedad se concentran de golpe en Chile. La crisis política institucional y la crisis ecológica se han manifestado simultáneamente con la fuerza de la evidencia incuestionable. La primera bajo la forma de una aguda corrupción de los poderosos sectores empresariales que han logrado, en contubernio con las elites políticas, capturar los mecanismos de la representación y las altas instancias institucionales de decisión del Estado. La segunda, con la intoxicación con arsénico de niños en Quintero.
¿Qué tienen en común?
Gramsci, como lo sabemos, graficó el problema político de quién tiene la hegemonía escribiendo que hay momentos en que «La crisis consiste justamente en el hecho que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer» … pero se olvida a menudo que el teórico italiano agregó que «en el interregno se observan variados fenómenos mórbidos»…. (*) Crisis política, y también moral por cierto. Es lo que estamos presenciando. Porque quizás lo morboso y malsano deviene la regla, y se pudre todo si no se actúa ya y como se debe.
El espectacular desfile de políticos y de algunos ejecutivos corruptos vinculados a Julio Ponce Perou (SQM) comenzará dentro de poco en juicios orales ante tribunales de justicia también atravesados por la sospecha de que son favorables a los grandes poderes políticos y económicos. Longueira la peleará con garras y detrás de él toda la oligarquía saldrá a apoyarlo. Está en juego la imagen de una parte de los responsables de la debacle nacional postdictadura. Al punto que criminales condenados por violaciones y protegidos de los partidos de la derecha en el poder son liberados de sus condenas por los propios jueces de la Suprema Corte. Esto no ocurriría en un país decente, sin impunidad. Lo sabemos. Pero la decencia del ciudadano común puede replegarse al domicilio; expresarse en el desdén por la vida política sana. Es la apatía que es funcional al proyecto de la oligarquía (¡si 26,5% del padrón eligió el actual Presidente!).
Todas las instituciones del Estado están en crisis vinculadas a la corrupción. No funcionan.
Recuerde a R. Lagos que afirmaba testaruda y arrogantemente lo contrario. Crisis del poder de gobernar entonces. De legitimidad. Y la llegada del nuevo Gobierno de Piñera y la ultraderecha ha exacerbado el ambiente de crisis de sentido generalizado con ataques directos a la igualdad y a la sensibilidad social. Su accionar es tan burdo como lo es el designio neoliberal mismo. Gobierno de ministros empresarios que hacen todo lo que pueden para aparecer agresivos, obtusos, incultos y depredadores patológicos en los medios. Basta con ver la Reforma Tributaria de Piñera: hecha de regalos impositivos a los más ricos, con un léxico de opacidad tributaria y acompañada de demagogia mediática planificada; irá a recaudar con el IVA impuesto a remedios, libros y alimentos lo que se le obsequia a las grandes empresas.
Además de montar escenas mediáticas de migrantes expulsados en las brumas de un aeropuerto. Que no les cuesta caro y distrae. Nutre la xenofobia. Y es bajo, siniestro, vulgar: fenómeno Trumperiano.
Cuando se habla de un político decente es porque acaba de fallecer . No sólo todo lo anterior conforma la coyuntura sino que también la incompetencia e incapacidad de la oposición política ha quedado evidente. Por la naturaleza misma del esquema institucional que autonomiza la representación política e impide la participación democrática directa. Le quedan las acciones mediáticas para justificar su existencia. El juego parlamentario les impide a los «oposicionales» convocar a manifestar. Temen salirse del libreto de la misma institucionalidad que los aísla. Para qué hablar de los viejos tercios que se neoliberalizaron por conveniencia. Los renovados conversos a la ideología democratoide son el rostro pálido de los otros tránsfugas, abiertamente neoliberales al servicio del poder. Se agregan los que entre las bambalinas imaginan la acción del lobby para beneficio del poder.
Los nuevos diputados y diputadas, en cuya formación política se había depositado mucha esperanza, han llegado a declararse con frescura analfabetos políticos. Se declararon incapaces de leer el escenario instalado por Piñera y los oligarcas. Entre ellos -sin control de sus bases- está el que desvaría, distrae; sediento de atención al asumir posturas individuales y efectistas en el plano internacional y de los DDHH que tendrían que ser tema de debates informados en Congresos partidarios … que nunca se realizan. Figurar, y ganarse un comentario insulso de la vedette de la información de CNN, pro DC, vale el riesgo…. dice mirándose al espejo.
Mientras tanto, la macdonalización de la economía acentuada por un gobierno neoliberal convierte legalmente a la juventud estudiantil y proletaria en carne de explotación patronal. Salarios mínimos de comida rápida van en el mismo sentido. Signo claro que el capitalismo neoliberal vampiriza todo trabajo asalariado, lo abarata y su legislación lo desprotege. De ahí vienen las cuantiosas ganancias de los Bancos (endeudamiento), de las mineras, forestales, de las AFP, ISAPRES, de las farmacias, del retail, cadenas del negocio de la alimentación (que los chilenos pagan sin chistar entre 15 a 30% más cara que en EE.UU, Canadá, Italia, Portugal, Ecuador, etc.).
Lo anterior sucede ante la impotencia de un movimiento sindical completamente burocratizado, que se supone tendría que defender a los asalariados de los abusos del capitalismo tardío, o de la «modernidad capitalista» (el eufemismo preferido del rector Carlos Peña de la de la UDP).
La última crisis institucional en hacerse visible es la del organismo contralor de la República. Al punto de que contralor y subcontralora se enfrentan a vista y paciencia de los ciudadanos en una lucha cuyo telón de fondo es la corrupción del Cuerpo de Carabineros, pero cuyo origen se encuentra en la pasividad e incompetencia de los gobiernos de la Concertación-Nueva mayoría y de Piñera.
La crisis de orientación se expresa en las fallas del sistema de salud de la población, que a su vez se manifiesta en patologías mentales graves, producto del ambiente de precariedad y angustias de la existencia de un modo de vivir basado en el imperio total del dinero, que procura el gozo inmediato para algunos y el consumo para sobrevivir de la mayoría. Más pastillas para salir a flote.
Las pensiones paupérrimas de quienes se jubilan confirman que la vida que comienza a partir de los 65 años no será como antes; sin nada de júbilo, y donde el rascarse con sus propias uñas es la regla, o el suicido, o las llamas de un «hogar» de ancianos …
Relancemos una hipótesis política. Chile fue un laboratorio del neoliberalismo oligárquico con la consiguiente destrucción brutal del proyecto de Estado social el 73. La esperanza democrática de los movimientos ciudadanos y proletarios que recuperaron la democracia fue derrotada por la elite que usurpó el poder, la misma que traficó la transición que se impuso por la fuerza del chantaje con un pacto cívico militar de gobernabilidad neoliberal. Con Constitución del 80, TC e impunidad incluidos. Por lo mismo, los signos de corrupción e irracionalidad sistémica se expresan con más fuerza aquí que en otros países desarrollados. En el Chile postdictadura los mecanismos de protección democráticos fueron aniquilados y el movimiento social antidictadura desarticulado (la prensa democrática de tiempos de la dictadura fue asfixiada). A diferencia de las sociedades desarrolladas donde se mantienen conquistas y mecanismos de control, pese a las tentativas de los planes neoliberales de turno por desmantelarlos.
En Chile quedó protegido el mercado. Perturbando y triturando los vínculos sociales. Bajo control de las grandes empresas, pero con intervención estatal … al servicio de ese mismo capital nacional y extranjero que capturó el Estado.
Las cuestiones de crisis de sentido de la existencia humana se plantean precisamente cuando estallan por todos los rincones del orden vigente situaciones de insensatez propias del modelo político, económico, jurídico, cultural y social. Es lo mórbido. Donde los mecanismos de protección social son inhibidos. Allí los sectores altos se atrincheran en sus barrios y gozan del frágil confort que les procura el modelo familiar tradicional con los valores conservadores agitados por la ultraderecha. Sólo el dinero es el colchón de seguridad ante las adversidades de la existencia. De ahí el ánimo de rapiña en la oligarquía.
La Iglesia se derrumba: sólo queda sentarse juntos a mirar Netflix. «Con Netflix nunca estamos solos» decía J.A. Kast. Los medios cubren, pero jerarquizan la información o desinforman por omisión. En una especie de nihilismo informativo donde todo vale lo mismo; las fakes news no son necesarias. Los «expertos» de derechas intoxican el espacio público con sus opiniones conformistas. Ellos saben que la gente se acostumbra … a lo peor …. La nueva lengua de la que hablaba Orwell está instalada. A la explotación desenfrenada del trabajo humano y de la naturaleza se las llama «crecimiento».
Por suerte, con lo propio de un acontecimiento imprevisto que se apoya en el potencial existente, las aulas y calles estuvieron ocupadas por el movimiento feminista en un estallido de verdad. Ocurrió en una sociedad pacata y opresiva; en medio de la profunda crisis de la Iglesia Católica Romana. Antes, fue el momento del movimiento No+AFP; mucho antes estuvo el movimiento estudiantil (que hoy no se repone de los pactos entre el bacheletismo embaucador con Jackson y Crispi), y también por las huelgas de subcontratados del cobre y de los trabajadores portuarios. Y ayer solamente, por manifestaciones contra el estatuto de explotación laboral juvenil.
Cuando muchos niños y niñas son intoxicados por productos industriales, y éstos son de los sectores más vulnerables, como los crímenes contra la infancia ocurridos en el SENAME, se asoma más que la punta del iceberg de la irracionalidad completa de la sociedad que se ha construido después del Golpe de Estado de 1973. Repitámoslo. Con el concurso de una elite política sin ninguna capacidad de dotarse en los tiempos presentes de instituciones públicas para enfrentar los retos ecológicos, sociales, de género y democráticos.
Y como no hay líder carismático …ni caudillo, ni santa Evita ni Churchill … tanto mejor.
Sólo queda entonces la opción refundadora de masas ciudadanas activas y conscientes: de reponer en el debate la elección de una Asamblea Constituyente después del asesinato anunciado del proceso constituyente por el bacheletismo . Y de ofensiva neoliberal con el pelotón oligárquico liderado por el Presidente Piñera tal cual es a la cabeza.
(*) Traducción del francés de Cuadernos de Prisión, Antonio Gramsci (Cahiers de prison, Ediciones Gallimard) Cuaderno (Cahier) 3, §34, 283.
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