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Polémica sobre los residuos en Gipuzkoa

Quiero la incineradora en mi pueblo

Fuentes: Rebelión

Circula estos días por Internet un documento apócrifo cuya lectura puede aportar y mucho a los lectores de Rebelión interesados en conocer qué ocurre de verdad en la polémica sobre los residuos urbanos que durante los últimos meses arrecia en Gipuzkoa. Recientemente Rafael Reig en su antológico «Los enemigos del pueblo» mostraba hasta qué punto […]

Circula estos días por Internet un documento apócrifo cuya lectura puede aportar y mucho a los lectores de Rebelión interesados en conocer qué ocurre de verdad en la polémica sobre los residuos urbanos que durante los últimos meses arrecia en Gipuzkoa. Recientemente Rafael Reig en su antológico «Los enemigos del pueblo» mostraba hasta qué punto los grandes grupos de comunicación manipulan cotidianamente este tema. Si Reig viviera entre nosotros y leyera las crónicas que diariamente ofrecen al tema en los diarios del grupo Vocento, fundamentalmente El Diario Vasco, el grupo Noticias, etc. seguro que tendría ocasión de obsequiarnos con más piezas desternillantes como la citada..

Lo que sigue a esta breve introducción no es producto de quien firma, sino que circula estos días por Internet. En dicho documento, escrito a modo de sátira pero muy bien documentado, un presunto grupo opuesto en Oñati a la recogida selectiva de residuos Puerta a Puerta expone la batería de argumentos sobre los que pide a sus convecinos la firma contra dicho sistema, que en realidad supone la adhesión a la construcción de una incineradora para Gipuzkoa.

Un comentario añadido para el lector que dude si al voluntario-escritor oñatiarra del documento que adjuntamos no se le habrá ido la mano demasiado lejos al equiparar la oposición a un sistema de recogida selectiva y el apoyo a la incineración. Durante estas semanas en otra localidad gipuzkoana, Tolosa, un colectivo denominado «Tolosa Txukun» (Tolosa limpio) apoyado públicamente por el Partido Nacionalista Vasco, junta firmas entre la ciudadanía en contra de la recogida selectiva Puerta a Puerta repartiendo un folleto en cuya cuarta página, dentro del apartado «Incineración/Salud» se afirma textualmente: «»Los fuegos artificiales de la Semana Grande de Donostia emiten a la atmósfera más elementos contaminantes que una incineradora durante todo un año» y «Según estudio de la Universidad de Oviedo, el impacto sobre la salud de una incineradora moderna equivale a fumarse un cigarro al año». (1)

Espero y deseo que con estas explicaciones se valore en su justa medida la información que ha puesto en circulación el voluntario-escritor oñatiarra, así como la finura de su ironía, en un artículo que puede servir en Oñati igual que en Donostia… o en Bilbao, donde conviven con la flamante incineradora Zabalgarbi. Ahí va.

Estimad@ Oñatiarra.

En primer lugar, queremos darte las gracias por dedicarnos estos minutos.

Nos presentamos ante el pueblo de Oñati como una plataforma apolítica, que impulsa una recogida selectiva de residuos alternativa al Puerta a Puerta (PaP). También proponemos una incineradora en nuestro pueblo, aunque estamos totalmente a favor de impulsar el máximo reciclaje de residuos.

Esta plataforma, se ha creado por un grupo de personas de todas las edades y «colores», preocupadas por nuestro pueblo, nuestro entorno y el medio ambiente. Así mismo comentarte que lo hacemos desde el respeto a cualquier otra opinión.

Por otro lado, aprovechamos esta oportunidad para informarte de que se está realizando una recogida de firmas bajo el lema:

   Puerta a Puerta EZ!  

 

  Incineradora en Oñati BAI!

 

 

¡¡PUERTA A PUERTA EZ!!

Le decimos ¡NO! al sistema de recogida PaP porque es sucio, antiestético e incómodo. A cambio:

  • Aceptamos que todo lo que hemos oído y leído en prensa es verdad, y que no es necesario que vayamos a conocer el PaP a Antzuola o Hernani con nuestros propios ojos.
  • Aceptamos que la incineradora (conocida vulgarmente como planta de valorización energética) ha de ser construida porque así está contemplado en el PIGRUG (Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa). La parte en la que el PIGRUG dice que para el 2009 debían estar construidas dos plantas más de compostaje (además de la de Lapatx) pero no se han construido, es despreciable.
  • Aceptamos que también es despreciable el estudio hecho en el plan de gestión de residuos PIGRUG 2002-2016 donde se afirma que el PaP es el mejor sistema de recogida selectiva bajo criterios y parámetros de cantidad, calidad y participación. Seguramente se confundieron.
  • Aceptamos la incineradora, que costará únicamente 400 millones de euros, mientras que la alternativa que plantean (6 plantas de compostaje, planta de biometanización, tratamiento mecánico-biológico, inertización de la fracción resto, centro de I+D, etc.) costaría la desproporcionada cantidad de la mitad (187 millones).
  • Aceptamos la incineradora, que una vez construida creará 10-15 puestazos de trabajo, mientras que el PaP, sistema sucio, antiestético e incómodo, crearía tan solo 400 puestillos de trabajo en Gipuzkoa.
  • Aceptamos el quinto contenedor (recogida selectiva voluntaria mediante contenedores, que en ninguna parte de Europa supera el 35% de recogida selectiva) ya que nos proporciona un 65% de basura mezclada necesaria para dar de comer a la incineradora.
  • Aceptamos la incineradora porque los alemanes, que son de los que más reciclan, tienen varias incineradoras. Da igual que sean de hace 20 ó 30 años y que hoy en día para poder mantenerlas en funcionamiento para amortizarlas tengan que importar basuras de otros países. También da igual que la tónica general en Europa sea la de ir cerrando todas las incineradoras progresivamente.
  • Aceptamos la incineradora, que según pone en el PIGRUG, de lo que quemaría, un 39,68% sería materia orgánica, un 13,84% papel y cartón, un 10,04% serían envases ligeros, un 5,65% vidrio y un 17,26% textil. Aunque casualmente el Parlamento Europeo acaba de prohibir la incineración de residuos reciclables y compostables para 2020. ¡A ver como se creen estos europeos que vamos a conseguir las 260.000 toneladas de basura anuales necesarias si no es con residuos reciclables y compostables!
  • Aceptamos la incineradora porque así cerraremos los vertederos. Aceptamos hacer ladrillos y rellenar pistas forestales con la escoria producida en la incineración (en torno a un 25% de lo que se quema) sin que nos importe que esté contaminada con sustancias cancerígenas. Si no nos gusta, siempre podremos llevar las escorias a cualquier sitio que no sea mi casa. La experiencia nos demuestra que no hay de qué preocuparse con este tipo de materiales desconocidos, como la «uralita», el amianto, etc.
  • Aceptamos que las cenizas recogidas por los filtros de la incineradora (en torno a un 5% de todo lo que se quema), catalogadas como material peligroso por contener altas cantidades de dioxinas y furanos, sean llevadas a vertederos especiales en A Coruña, Huelva, Valladolid… por el módico precio de 200 €/tn. ¡Eso si que es turismo de basura!
  • Aceptamos la incineradora ya que con el sistema PaP se genería un 20% de rechazo (basura) inerte, mientras que la incineradora generaría únicamente 80.000 toneladas de escorias y cenizas tóxicas, según el PIGRUG.
  • Aceptamos que es mucho mejor quemar la fracción orgánica que compostarla. El compost sólo sirve de abono para solucionar el problema de desertización de tierras tan lejanas como Araba, Nafarroa o La Rioja. Por cierto, ¡¿A quién se le ocurre pagar 60 eurazos/tonelada para tratar el orgánico?!, ¡¿Para qué vender todo el plástico y el cartón que se recogería con el PaP!? ¡¡Pero si el rechazo (contenedor verde) cuesta sólo 140 eurillos/tonelada!!
  • Aceptamos que el sistema de contenedores es el más barato, a pesar de que los datos de los pueblos donde hay PaP digan lo contrario. Se les habrá olvidado añadir algún cero…
  • Aceptamos la incineradora porque prefiero no ver, pero no me importa respirar mis basuras que se quemarán de una forma irreversible. No como el PaP, que recoge más del 80%selectivamente, sin generar daños ni perjuicios a nadie. ¿Pero eso a quién le interesa?
  • Aceptamos que los controles super-rígidos que se hacen en las incineradoras (2 veces al año y con previo aviso) sobre las emisiones de dioxinas y furanos son suficientes y que nunca sobrepasan el nivel máximo permitido de 0,1ng/m3 (una diezmilmillonésima parte de gramo de dioxinas por cada metro cúbico de humo). En caso de que se sobrepasasen ¡nos daríamos cuenta enseguida! ¡Faltaría más!
  • Aceptamos lo que pasó en la incineradora moderna de Madrid, donde las mediciones que hizo la comunidad de Madrid (sin previo aviso) superaban en un 1480% el límite máximo permitido de dioxinas y furanos. Seguro que fue sin querer, ¡un despiste!
  • Aceptamos la incineradora, y como prueba de ello hacemos un llamamiento a nuestro ayuntamiento para que escuche a la ciudadanía con esta recogida de firmas y la construya en OÑATI. Ya que la de Zubieta está paralizada, aprovechemos esta ocasión para construirla en OÑATI. Torrealde podría ser una buena ubicación.

FIRMEN TODOS Y AYÚDENOS A CONSTRUIR NUESTRA PROPIA INCINERADORA EN OÑATI

  • Aceptamos como posible alternativa, la incineración de basuras en cementeras, empresas conocidas por su gran labor social y desinterés lucrativo, que dada su actual buena situación económica, se prestan voluntarias a sustituir combustibles que pagan con un precio ascendente en el mercado, por basuras que estamos empeñados en quemar y por supuesto, pagaremos para que las quemen. Lo catalogaremos como energía verde y les concederemos unos cientos de miles de euros. Desinteresado y lógico.

Por esto y por más razones, os animamos a participar en la recogida de firmas que realizaremos en los próximos días en contra del PaP. No te informes, no leas, no pienses, ya pensamos nosotros por ti: El PaP es sucio, antiestético e incómodo, Usurbil está lleno de ratas y basura por la calle.

¡¡INCINERADORA EN OÑATI BAI!!

Nota:

(1) El antiguo diputado de medio ambiente de Gipuzkoa ha repetido el argumento en varias ocasiones. Así El Diario Vasco informba el 22 de mayo de 2010 de que Carlos Ormazabal (PNV) declaró en una conferencia en Irún: «Las plantas de incineración modernas «no suponen un riesgo para la salud de las personas», subrayó Carlos Ormazabal, quien ejemplificó la afirmación asegurando que «los fuegos artificiales emiten a la atmósfera, en una noche, más elementos contaminantes que una incineradora a lo largo de todo un año». El diputado aseguró asimismo que, según un estudio de la universidad de Oviedo, «el impacto sobre la salud de las emisiones de una incineradora moderna equivale a fumar un cigarro en un año»».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.