Mariano Rajoy acudió ayer a Berlín con los deberes del déficit hechos a base de dolorosos recortes, pero con un enorme fardo sobre su credibilidad: el escándalo de la supuesta contabilidad B del extesorero del PP, Luis Bárcenas, que le salpica personalmente, al igual que a toda la plana mayor de su partido. Flanqueado por […]
Mariano Rajoy acudió ayer a Berlín con los deberes del déficit hechos a base de dolorosos recortes, pero con un enorme fardo sobre su credibilidad: el escándalo de la supuesta contabilidad B del extesorero del PP, Luis Bárcenas, que le salpica personalmente, al igual que a toda la plana mayor de su partido.
Flanqueado por la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente del Gobierno respondió por primera vez a la prensa desde que estallara el escándalo del supuesto pago de sobresueldos en la cúpula del PP. Y lo hizo de nuevo negando la mayor pero con titubeos y contradicciones, que luego trató de rectificar de forma algo atropellada: «Nada de lo que recogen esos papeles es verdad, salvo alguna cosa que es cierta», afirmó el jefe del Gobierno.
Percatándose quizás de que ambas afirmaciones se negaban una a la otra, Rajoy apostilló: «Por lo tanto, es todo total y absolutamente falso». Y para tratar de zanjar el asunto, reiteró: «Todo lo que se refiere a mí y a mis compañeros de partido es falso».
El presidente no se mostró tan contundente respecto a las supuestas querellas contra el diario El País, que publicó en exclusiva los papeles, o el propio Bárcenas. Sin nombrar a ningún medio de comunicación ni persona en concreto, Rajoy permaneció, al igual que sus compañeros de partido, en el terreno de la ambigüedad. A las preguntas de los periodistas que le pidieron que confirmara contra quién o quiénes irán dirigidas las acciones legales del partido, contestó: «Con respecto a las querellas, el partido, los abogados del partido, las están estudiando, y se tomarán las decisiones que sean necesarias para defender la honorabilidad de las personas allí citadas [en los papeles] y del partido».
El jefe del Gobierno salió así al paso, con regular fortuna, de su primera comparecencia ante la prensa. El sábado ofreció una declaración pero sin admitir preguntas de los informadores.
Merkel apoya su «trabajo»
Aunque sus respuestas a la prensa fueron, pese a su intento de mostrar firmeza, titubeantes, Mariano Rajoy sí logró el que probablemente era uno de sus objetivos ayer, si no el objetivo principal: obtener el respaldo de la canciller alemana y ofrecer una apariencia de normalidad para minimizar el alcance del escándalo. En el discurso de Angela Merkel no hubo la sombra de una recriminación, ni siquiera en términos diplomáticos. Merkel eludió pronunciarse sobre el caso, al que ni siquiera hizo alusión, y luego apoyó al presidente del Gobierno asegurando que respaldaba su «trabajo».
«La relación con el presidente de España es muy importante y seguiremos trabajando juntos», zanjó Merkel, que trató de reconducir la rueda de prensa al terreno económico sin mucho éxito, pues la crisis y las medidas económicas; la disyuntiva entre ahorro y crecimiento, y el resto de cuestiones en el orden del día, quedaron totalmente eclipsadas en la comparecencia de ambos líderes por el caso Bárcenas.
Merkel incluso hizo una concesión a Rajoy. La jefa del gobierno alemán afirmó que el presidente español «tiene razón» al exigir que Alemania tome medidas para que Europa vuelva a crecer, lo que parece responder a la petición efectuada por Rajoy en Santiago de Chile, donde coincidieron en la cumbre UE-América Latina y Caribe.
Sin embargo, tras darle la razón al presidente, la jefa del gobierno alemán matizó: «Nosotros queremos ahorrar, pero eso no quiere decir que no seamos solidarios y que no queramos hacer nuestra aportación al crecimiento».
Fuente: http://www.lamarea.com/2013/02/04/rajoy-todo-es-falso-salvo-alguna-cosa-que-es-cierta/