Juan Ignacio Moreno de Acevedo Yagüe (Salamanca, 1973) es el abogado que llevó a Rodrigo Rato al banquillo de los acusados por el fraude de Bankia. Uno de los abogados. Porque 15MPaRato no es un bufete. Es una marea de gente con conocimientos en Derecho trabajando por una causa común. La misma que toma las […]
Juan Ignacio Moreno de Acevedo Yagüe (Salamanca, 1973) es el abogado que llevó a Rodrigo Rato al banquillo de los acusados por el fraude de Bankia. Uno de los abogados. Porque 15MPaRato no es un bufete. Es una marea de gente con conocimientos en Derecho trabajando por una causa común. La misma que toma las calles y las plazas. La misma que rodea el Congreso de los Diputados vindicando una democracia real ya, una garantía verdadera del derecho a la vivienda o un trabajo digno. Esas menudencias constitucionales. Esa letra pequeña.
Cuando hablé por primera vez con Moreno Yagüe, hace ya muchos meses, me aseguró que Rodrigo Rato acabaría en el banquillo de los acusados por el fraude Bankia: «Le vamos a someter a un hackeo judicial. No te puedo explicar lo que es un hackeo judicial, porque lo vas a escribir y eso es darle pistas al enemigo». Como el lector comprenderá, tan contundente estrategia procesal me dibujó una sonrisa irónica. Que me tragué el pasado 20 de diciembre. Cuando Rodrigo Rato, de los Rato de toda la vida, se sentó en el banquillo. Desde esta semana, además de sentarse en los banquillos, este prestigioso político se sienta también en el consejo de Telefónica a pesar de su imputación.
Moreno es instigador de los dispositivos Democracia 4.0 y de #Opeuribor, aficionado a hackear el derecho. En la vida le gusta llamarse, por si a alguien le interesa, el hackbogado.
Has sentado a Rodrigo Rato en el banquillo de los acusados. Yo, francamente, nunca pensé que pudieras hacerlo. ¿Tiene realmente el Derecho poder sobre el Poder?
Sí, siempre y cuando nos respetemos a nosotros mismos. La revolución francesa se inspiró en una sola idea: acabar con el despotismo, con la arbitrariedad siempre en perjuicio de los débiles, e instauró un principio elemental: ni un solo punto de autoridad distinto de la ley en toda Francia. Un estado de Derecho significa que los hombres nos gobernemos bajo el poder de las normas, no bajo el poder de otros hombres. El Poder solo se mantiene mientras creas en él. Si el poder actual se basa en el imperio de la ley, y las mismas leyes se pervierten para hacer impune a ese poder, solo hay dos salidas: o, efectivamente, el Derecho puede sobre el poder mal ejercido, o ese poder establecido destruirá el sistema para salvarse. Cayendo al final de todas formas e, incluso, sufriendo mayor castigo los culpables del que les correspondería bajo el imperio de la ley.
Eres el abogado de 15MPaRato. ¿Es solo un trabajo? ¿Cómo contactaron contigo, cuándo y por qué?
Es uno de los trabajos más emocionantes de mi carrera profesional. Está juzgándose cómo se ha comportado toda una clase dirigente. Es casi un juicio a un sistema completamente pervertido. Sí, es solo un trabajo. Y así debe ser siempre. Cuando actúo profesionalmente no puedo dejarme llevar por ningún sentimiento, filia o idea personal, so riesgo de no actuar conforme a las circunstancias requieren. La eficacia de un abogado requiere distanciamiento. Es cierto que participo de otras actividades en defensa de intereses de los ciudadanos. Pero no en este caso. No hago más que dirigir jurídicamente, sin ninguna relevancia en ningún otro aspecto. Contactaron conmigo a través de las redes. Las personas que formaban parte del dispositivo esencialmente buscaban a alguien que supiera procesal y penal suficiente como para transitar por terrenos tan duros como son los juicios penal-económicos en la Audiencia Nacional. Y dispuesto, además, a actuar por una cuantía que solo cubriera gastos. No sé exactamente quién les proporciono mis datos ni nada más. Yo había llevado casos penales grandes con anterioridad, así que no era algo que me pillará como novato. Por cierto, nunca vi a la Audiencia con menos medios que ahora.
La defensa de Rato, alegando que aceleró la salida a Bolsa por presiones políticas, me parece perversa. Una constatación de que los directivos de las cajas, después entidades nacionalizadas o rescatadas, eran meros monigotes excelentemente pagados. Y lo reconocen, pero no devuelven el dinero cobrado. Rato cobraba casi dos millones y medio de euros anuales. ¿Era Rato un monigote?
No, no puede ser un monigote. Dirigía una entidad con pasivos de doscientos mil millones de euros y activos de trescientos mil millones. Y menos siendo quien era. Su figura era esencial para hacer lo que se ha hecho, que es terminar de rematar una historia de fraude a toda la población. Cuando se habla de nacionalización, se me revuelven las tripas. Las cajas, origen de Bankia, ya eran públicas. Eran parte del patrimonio de todos. No eran entidades de unos accionistas. No eran privadas. Es como hablar de nacionalizar carreteras. No había nada más nacional en el sistema financiero que las cajas. Esa expresión oculta otra cosa: transferencia de deuda privada a deuda pública. Lo que se ha hecho es garantizar a ciertos intereses que, al contrario que los pobres afectados por las preferentes, ellos sí cobrarán. Así que de monigote nada. Todos eran políticos y, desde luego, tal y como ha ido degenerando nuestra partitocracia, ¿alguien se cree que alguien llega a una Caja sin ser un auténtico animal político, con lo que eso implica? Listos todos como el hambre. Que al final no eran sino eso, unos señores con pocas capacidades venidos a más por motivos políticos, no por otra cosa. No han destacado en ninguna otra cosa, salvo alguna excepción.
Los movimientos sociales, callejeros, vagabundos, están actuando con mucha más contundencia contra la globalización de la estafa que los partidos políticos.
Si la comparación es con los partidos políticos, frente a no hacer nada, es evidente que sí, que han hecho mucho más. De cero a lo que quieras, todo lo que no sea cero es mucho, mucho más. Los partidos políticos en estos momentos son parte de la estafa. El mundo, financiera y políticamente, es el mismo engaño. Es la gente que no está disfrutando del timo la que ha terminado por alzarse. El cambio, el desalojo del poder de todos estos señores, es inevitable. Se amparan en falsas democracias, en falsos sistemas económicos. Y, sobre todo, en un control de los medios tan brutal que hace que la gente crea que no hay alternativas. Las hay. Muchas. Cientos. Y todas mejores. Voy a poner un ejemplo: ¿Por qué nadie se plantea por qué el tipo de interés del dinero lo determinan ocho señores en una habitación a puerta cerrada, en vez de toda la población, votando libremente lo que quiera? Al fin y al cabo, si afecta a todos, y tiene que haber un «interés», todos deberíamos poder decidir. Sobre todo los que pagamos. No se olvide, además, que los bancos no prestan su dinero. Prestan el nuestro. ¿Por qué determinan ellos el tipo de interés, o el banco central, que es de todos, que somos todos?
¿Rodrigo Rato debería estar hoy en la cárcel?
A mi juicio sí. Prisión preventiva. Aunque la ley no prevé que un imputado sea tan poderoso que pueda influir en las leyes, en el BOE, y solo piensen en riesgo de fuga, destrucción de pruebas o reiteración delictiva. Por supuesto, no es un anticipo de pena. Pero, en este caso, concurren circunstancias que no es que supongan destrucción de pruebas, es que suponen destrucción del derecho.
Acaban de nombrar a Rato, imputado por estafa, consejero de Telefónica. Empresa en cuyo proceso de privatización él mismo participó.
Genial, la nacionalizarán de nuevo en breve. Un magnífico gestor. Tras su paso por el ministerio de Economía, el FMI y Bankia, es comprensible que su reputación le acredite para tan altos designios. No, ahora en serio. No es culpa suya, es culpa de Telefónica. No se diferencia en nada de Aznar ni de Felipe Gonzalez ni de otros centenares de cargos políticos que terminan en empresas poderosas, defendiendo intereses contrarios a aquellos que prometieron defender al acceder al poder. No son sino mercenarios de la imagen, la palabrería y el conseguidísimo .
El proceso contra los gestores de Bankia va a ser largo, complicado y con muy buenos abogados enfrente. ¿Quién financia todo esto?
En realidad se financia con horas y horas de esfuerzo y trabajo de gente muy buena que dedica sus conocimientos y saberes a un interés común. Es como la wikipedia o linux. Por eso ellos no tienen nada que hacer contra una fuerza de ese tamaño.
Inevitable hablar de los consejos de administración. En el de Bankia, participaban representantes de partidos también de izquierdas y sindicatos. Todos alegaron que no sabían ni siquiera qué cuentas aprobaban. ¿Estaban cometiendo un delito o eran sencillamente imbéciles?
Mienten.
Al final, las cajas de ahorro, la banca pública, ha sido asesinada. ¿Hay vuelta atrás en este proceso?
No, ya no. Creo que solo la quiebra y la refundación del sistema harán posible eliminar la banca privada. Que por otra parte no tiene sentido en estos momentos. Toda la banca sobrevive gracias a las ayudas públicas. Son insostenibles e ineficaces. Todas.
Con todos mis respetos, pero teniendo en cuenta que hay mucha política de por medio: ¿tenéis realmente alguna posibilidad de ganar?
Hasta el final no lo sabremos. Yo, naturalmente, creo que sí. Pero no soy el juez, soy la acusación.
¿Cuánto tiempo se podrían demorar los distintos recursos?
Entre cinco y siete años.
¿Y si no ganáis?
No pasa nada. Esta pregunta es más compleja de lo que parece. Seguiremos, no nos rendiremos. Hay quien dice que ya hemos ganado.