Las principales 60 ciudades españolas se echaron ayer a la calle en manifestaciones convocadas por los principales sindicatos, UGT y CCOO, para protestar contra la reforma laboral y los recortes del Gobierno. Se trata de las primeras movilizaciones desde desde la convocatoria de una nueva huelga general para el 29 de marzo, por lo que […]
Las principales 60 ciudades españolas se echaron ayer a la calle en manifestaciones convocadas por los principales sindicatos, UGT y CCOO, para protestar contra la reforma laboral y los recortes del Gobierno. Se trata de las primeras movilizaciones desde desde la convocatoria de una nueva huelga general para el 29 de marzo, por lo que servirán para medir la respuesta de los ciudadanos al anuncio de los sindicatos.
Cientos de miles de personas respondieron al llamamiento sindical. Hasta un millón y medio de manifestantes llenaron las calles en toda España, según los sindicatos. Sólo en Madrid, se dieron cita más de 500.000. La afluencia fue tal que los organizadores se vieron obligados a retrasar los discursos de los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, que encabezaron la marcha.
Pasadas las 12.00 horas, arrancaba la manifestación desde la Plaza de Neptuno. La cabecera, con una pancarta con el lema «no a la reforma laboral inútil e ineficaz, defiende tus derechos y los servicios públicos» junto a otros lemas como «el PPatronal roba mi pan» o «recortes completos a reyes y cleros «, no podía avanzar con lo que se ha abierto un hueco para que la movilización pueda continuar su recorrido para acabar en la Puerta de Alcalá.
En una rueda de prensa antes de la manifestación, Méndez y Toxo advertían de que la reforma laboral va a provocar una regresión social de manera permanente y para toda la vida y han denunciado que el Gobierno haya hecho un «aprovechamiento inmoral» de la crisis para acabar con todo , algo que los sindicatos no van a permitir.
Toxo subrayó que el Ejecutivo está atizando el conflicto social y le ha recomendado que no se confíe en que el miedo va a atenazar a la gente «porque la huelga no será de un tono menor». Resaltó, asimismo, que el Gobierno ha decidido usar a los parados como un «chantaje» sobre el resto de la sociedad, lo que, a su juicio, les convierte en una especie de «rehenes».
Ya después de la manifestación, los líderes sindicales homenajearon a las víctimas del 11-M con un minuto de silencio. Para Méndez, decir que los sindicatos no honran a las víctimas al convocar la manifestación de ayer forma parte de la «historia general de la infamia» porque «jamás el ejercicio de un derecho puede ser una afrenta contra las víctimas del terrorismo». En este sentido, Toxo declaró que nadie puede arrogarse el monopolio del dolor, «porque es patrimonio de toda la sociedad».
Anteriormente, Méndez había instado al Gobierno de Mariano Rajoy a corregir en profundidad la reforma para evitar la huelga general. El líder de UGT defendió que la convocatoria era la expresión de un rechazo y una protesta «muy rotunda» contra la reforma. Además, para alentar la participación de los ciudadanos en la cita del 29 de marzo, Méndez dijo que «solo hay que tener miedo al propio miedo».
«Somos más que hace dos semanas»
Otra de las marchas más multitudinarias fue la de Barcelona, con 450.000 personas, según los sindicatos. La protesta, que transcurrió sin incidentes y entre un ambiente festivo, un grito se oyó por encima de todos: «huelga, huelga general». «Hoy somos más que hace dos semanas, hemos vuelto a llenar el Paseo de Gracia; esta es la demostración de que tenemos muchos motivos, estamos llenos de razón. En 15 días paralizaremos el país, las empresas, los comercios, las calles», arengó el líder de CCOO en Catalunya, Joan Carles Gallego.
Masiva también fue la marcha que recorrió las calles del centro de Valencia desde poco antes del mediodía, pues se convocó media hora antes que en el resto de España para no coincidir con la preparación de la «mascletá» de las Fallas. Este hecho llevó, además, a la subdelegación del Gobierno a modificar el itinerario inicial alegando motivos de seguridad, aunque para los sindicatos esta actuación pretendió «desmovilizar» a los manifestantes. A las 11:50, partió desde la plaza de San Agustín, encabezada por los principales dirigentes de ambos sindicatos.
En Sevilla, unas 70.000 personas, siempre según los organizadores, se concentraron en la zona de la ronda histórica denominada Puerta de Carmona, para marchar hasta la Plaza de España. En la manifestación, que también fue convocada en las otras siete capitales de provincia andaluzas, participan los líderes regionales de CCOO y UGT, Francisco Carbonero y Manuel Pastrana, respectivamente, que cifraron en 227.000 los participantes en las marchas en todo Andalucía.
Otras ciudades como Valladolid, Vigo o Gijón, con 80.000 manifestantes, secundaron el acto de protesta. También en Bilbao, donde pasadas las 12.30 horas, una pancarta en blanco en recuerdo de las víctimas del 11-M daba inicio a la marcha.
Críticas a las marchas
Las marchas están marcadas por coincidir con los actos de conmemoración por el octavo aniversario de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004. Durante toda la semana, algunas asociaciones de víctimas y políticos de la derecha han criticado con dureza a los sindicatos por este hecho, entre ellos el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y el del Interior, Jorge Fernández Díaz.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) llegó a calificar de «infamia» esta convocatoria sindical, alegando que hay «otros 364 días para manifestarse con todo el derecho del mundo». Sin embargo otras asociaciones, como la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, presidida por Pilar Manjón y mayoritaria entre las víctimas de los atentados de Madrid, no vio ningún inconveniente en que cada uno exprese sus reivindicaciones.
Las manifestaciones de este domingo se enmarcan dentro de la estrategia de movilizaciones iniciada en febrero por los sindicatos para intentar que el Gobierno corrija la reforma laboral. UGT y CCOO iniciaron las protestas el domingo 19 de febrero, con marchas en 57 ciudades españolas que lograron un apoyo masivo de los ciudadanos bajo el lema ‘No a la reforma laboral injusta, inútil e ineficaz’.
Semanas más tarde, el Gobierno no ha cedido a las peticiones de las centrales sindicales y ha logrado la convalidación del real decreto de reforma laboral en el Congreso de los Diputados, con el apoyo de CiU, UPN y FAC. La negativa del Ejecutivo a negociar y la apertura del trámite parlamentario de la reforma laboral como proyecto de Ley ha llevado a los sindicatos a convocar una nueva huelga general el próximo 29 de marzo, la sexta de 24 horas en la historia de España y la segunda a un Gobierno del PP.