De David Madí i Cendrós (DMC) se cuenta que suele mirarse el mundo desde «la pecera» del Liceo (que son dos ventanales que dan a las Ramblas barcelonesas), desde donde debe manejar buena parte de sus negocios ( «ENDESA» entre ellos ) que -a pesar de estar oprimt i robat pels espanyols– seguro que le […]
De David Madí i Cendrós (DMC) se cuenta que suele mirarse el mundo desde «la pecera» del Liceo (que son dos ventanales que dan a las Ramblas barcelonesas), desde donde debe manejar buena parte de sus negocios ( «ENDESA» entre ellos ) que -a pesar de estar oprimt i robat pels espanyols– seguro que le han convertido en millonario. Ese hecho físico de mirar DMC a la calle, le incrementa su natural actitud de superioridad y soberbia que le hacen temible hasta para los «arturmásicos», que para él -independentista «genético»- son unos independentistas parvenus.
Sépase que esa sala exclusiva para prebostes adinerados del Liceo, se la denomina «pecera» porque así la sustantivaron al mostrársela a Frank Pearson (FP), en 1911, los promotores burgueses de la electrificación de Cataluña. A los que FP respondió: «Pues cada «pececito» que ven ustedes ahí en la calle, pronto estará metiendo en sus bolsillos, señores, un puñado de dinero en virtud de estar enganchados, para siempre, a un contador de electricidad que ustedes les colocarán en su propia casa».
Algo más de cien años después, una solitaria anciana, de nombre Rosa, ha muerto en Reus (Cataluña) por no poder pagar la electricidad que le era necesaria en su casa, y porque ya no era un «pececito» para «GAS NATURAL», o «ENDESA», o «IBERDROLA», que, a lo largo del año 2015, en toda España (incluída, por ahora, Cataluña) cortaron la luz a 1.791 hogares diarios.
Y a todo esto, no olvidemos que van en el mismo «barco» -con porte y rumbo supremacista, nacionalcatalanista, y secesionista- el DMC y casi todas las gentes de las CUP, y muchas de las de CSQP. Claro está que aquel DMC va en camarote de lujo, y estos en coys de sentina como «canalla de proa» (*) que son. A lo mejor es que aquests nacionalistes d’esquerres (?) esperan montarle un motín al DMC. No hay que perder la esperanza.
Amén.
Nota:
(*) En la Armada española del siglo XIX, en la clasificación de la marinería (considerada por la oficialidad como «chusma»), al contingente de hombres más subordinado que no tenía derecho ni a coy, se le denominaba «canalla de proa», y eran los que -a la orden del nostramo- tenían que acudir a la carrera a las bandas del buque, o a proa, para equilibrar las maniobras.
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