Más de 700 000 migrantes fueron detenidos tras ingresar ilegalmente a Estados Unidos durante el año 2008, mientras que 386 fallecieron por diferentes circunstancias en la búsqueda del llamado «sueño americano». Una información del Centro de Estudios de Guatemala revela que del total de detenidos, 661 766 son mexicanos y 62 059 son ciudadanos de […]
Más de 700 000 migrantes fueron detenidos tras ingresar ilegalmente a Estados Unidos durante el año 2008, mientras que 386 fallecieron por diferentes circunstancias en la búsqueda del llamado «sueño americano».
Una información del Centro de Estudios de Guatemala revela que del total de detenidos, 661 766 son mexicanos y 62 059 son ciudadanos de otros países, que en muchos casos ingresaron caminando desde México. En el total de 723 825 detenidos figuran 19 346 hondureños, 16 396 guatemaltecos, 12 068 salvadoreños y 1 466 nicaragüenses.
Para resguardar 9 000 kilómetros de fronteras, Estados Unidos dispone de 18 000 efectivos de la Patrulla Fronteriza, que utilizan sofisticada tecnología como cámaras, sensores, aviones no tripulados, centenares de vehículos y otros equipos.
Pero, a esta situación se une las redadas masivas de migrantes indocumentados ocurridas durante todo el 2008 en el vecino país del norte. Jorge Bustamante, relator de Naciones Unidas para los derechos humanos de migrantes, durante la inauguración del V Congreso Internacional sobre Migración y Desarrollo, celebrado en Ciudad de Guatemala en noviembre pasado, a título personal, según esta misma fuente, comparó las redadas de migrantes en Estados Unidos con las que hacía la policía secreta nazi (Gestapo) contra los judíos, en Alemania. Bustamante dijo que esas redadas representan el principal problema y agravio para los migrantes en Estados Unidos, pues son acciones policiales que invaden los barrios de población de origen latinoamericano.
Por solo citar un ejemplo, se informó que al menos 50 guatemaltecos, hombres y mujeres, que fueron capturados en una redada masiva en Postville, Iowa, el 12 de mayo de 2008, permanecen con un rastreador electrónico fijado a sus tobillos, para ser controlados.
A las mujeres les aseguraron, al principio, que la medida sería por tres semanas, mientras que para los hombres sería por cinco meses.
Ya el 12 de diciembre de 2006 se había producido una cacería de indocumentados en seis instalaciones de la empresa procesadora de carne Swift & Co, en Colorado, Nebraska, Texas, Utah, Iowa y Minesota, en las que agentes de Inmigración y Aduanas arrestaron a centenares de indocumentados bajo cargos de robo y uso de documentos de ciudadanos y residentes legales para poder trabajar.
Sólo en Worthington, una ciudad de 12 mil habitantes, se calcula que alrededor de 400 fueron arrestados inicialmente, lo que sembró el pánico en los hogares, escuelas y lugares públicos frecuentados por los inmigrantes hispanos.
Estos actos de discriminación afectan a los alrededor de 12 millones de migrantes indocumentados que existen en Estados Unidos.
La respuesta de las autoridades norteamericanas al llamado a favor de una reforma migratoria integral y de un trato más humano para estas personas, realizado por varias organizaciones e instituciones en ese país, ha sido incrementar las redadas y deportaciones de los migrantes.
De otra parte, la Unión Europea fortaleció su política antimigrante al aprobar en junio pasado una ley de retorno de migrantes, pese a las protestas de algunos países latinoamericanos, grupos de izquierda y activistas de los derechos humanos. La misma fue trabajada durante más de dos años y las naciones de este bloque dispondrán de otros dos para adoptarla.
La normativa establece que los migrantes que no tengan documentos pueden ser detenidos unos 18 meses y después ser deportados. Después se aplicaría una prohibición de reingreso al país, por un período máximo de cinco años, que se puede ampliar en caso de que se considere que el afectado implica una amenaza para la seguridad.
Las redadas que se practican a diario en Estados Unidos contra los migrantes indocumentados y la directiva de retorno de la Unión Europea, representan manifestaciones de racismo, xenofobia y fascismo en pleno siglo XXI que afectan a millones de latinoamericanos y seres humanos de otros continentes.
En diciembre, representantes del Parlamento Latinoamericano (PARLATINO), reunidos en Panamá, analizaron aspectos relacionados con el tema migratorio y la búsqueda de caminos para enfrentar los efectos de ese fenómeno.
Sin dudas, la crisis financiera internacional crea un escenario más complejo para los migrantes indocumentados que residen en países del norte en el año que recién inicia.
Fuente: Panorama Mundial