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Reflexión sobre el concepto de clase social

Fuentes: Kaos en la red

Es la 1ª tesis sobre Feuerbach: la clase no es un objeto que observamos y cuyos atributos predicamos, sino el nombre de una praxis creadora de la cultura que construye la clase. La «clase» es una cultura de vida cuyo origen es la fuerza «normativa», la opción de vida moral, generosa, desprendida de los individuos […]

Es la 1ª tesis sobre Feuerbach: la clase no es un objeto que observamos y cuyos atributos predicamos, sino el nombre de una praxis creadora de la cultura que construye la clase.

La «clase» es una cultura de vida cuyo origen es la fuerza «normativa», la opción de vida moral, generosa, desprendida de los individuos que deciden encontrar el sentido en vivir en comunidad de iguales; esta última parte quizá «la hacen pero no la saben», porque pueden decir que lo que ellos hacen es lo debido, o en otros momentos dirían, realizar la historia. Lo cierto, es que son personas anónimas cuya mirada señala tareas por hacer en el vivir práxico. son los anónimos intelectuales de una nueva cultura de vida que ellos organizan, que surge porque ellos al optar por el sí hacer, unifican a otros en la acción y de esa unificación para deliberar entre todos y hacer surge la nueva cultura común. Les parece que ellos no lo hacen porque es cierto, uno sólo no genera cultura de vida, uno solo no hace sino especular, y se necesita de otros para elaborar y dar realidad al hacer nuevo, a la costumbre de vida nueva. Pero ese su primer paso es muy importante porque lo nuevo solo nace «sobre confianza», sobre la confianza de los subalternos en que ellos no se van a estafar. Confiar en los demás, y poner el excedente de horas de su vida e incluso las condiciones de vida que se tienen en el embite y creer que sí se puede, es un salto de vértigo. Cunado se produce y lo que lo produce es la clave. Cuando se destruye y se pierde a confianza, cuando uno se siente engañado, burlado, se hunde el proyecto, la posibilidad de crear cultura, se desagrega la comunidad en ciernes, deja de ser posible crear praxis nueva. El político que vende en una negociación la confianza depositada por los explotados en «él», esto es en ellos mismos como personas que sí pueden hacer las cosas de otra forma ya, aunque sea tan solo un poco, abrasa, quema el núcleo de salvación, de emancipación, esto es sin metáfora la capacidad creativa de cultura nueva. Este núcleo no es más que eso, confianza , confianza en que la generosidad es un principio de vida real, válido, generador, confianza en que de verdad hay fraternidad y un lugar para la misma ya…la clase es una cultura práctica, como el maestro había señalado, un vivir ya de otra manera -in nuce-. la clase es pues un proyecto moral en el doble sentido de «mores» ethos, y en el de moralidad, principios de fraternidad , de confianza abierta en el otro, de compartir, la inmoralidad, el egoísmo frustra el desarrollo del proyecto nuevo práctico. No es el embrión de una maffia, en función de intereses concretos estratégicos estilo consejo de administración, porque consiste en crear la confianza, la esperanza. No es el odio, la oposición, por más que la política, la cultura sea lucha y lucha de clases, porque por oposición no surge una cultura nueva. Se puede llamar «orgánica» a esta praxis si consideramos que el ser humano tiene por «naturaleza» de algún modo la capacidad de decidir y ejecutar, entre todos lo que es el programa de vida buena. No quiero ir mucho por aquí, pero esa idea es «griega» y ellos le llamaban «política» y creían que es inherente al ser humano esa posibilidad y eso es lo que nos dice siempre la palabra política y es lo que dice siempre incluso intuitivamente al que la practica: pone en relación su idea de la vida, sus principios con la realidad por mediación de su praxis a la que denomina «política». Es el nombre del pensar comunitario en la vida buena posible para todos para orientar la praxis a su logro a su creación.

Se me ocurre aquí una cosa que leí hace algún tiempo. Como sabemos en el «marxismo» se suele hablar de «clase en sí» y para sí. Y se interpreta como si la clase fuese un objeto ya existente y sólo requiriese que los individuos se percataran de ello. No consigo ahora documentar con la memoria estoen Marx, aunque seguro que, poco, pero es documentable. Sí es ha sido un planteo muy habitual. En un sentido muy concreto o en una interpretación muy concreta: la clase cosa u objeto «natural» sobre laque actúa un partido que agita y hace ver a la gente lo que ella ya es…bueno. esas palabras son como se ven hegelianas, pero son las palabras que Hegel usa para traducir a Aristóteles; traducen el término «Dynameis»,en potencia (y Marx lo sabía, dynameis productivas 1846) . O sea se refiere solamente a la condición de posibilidad para que pueda darse algo: p.e el cerebro en potencia reúne las condiciones que no impiden y posibilitan que si alguien lo usa en un determinado sentido surja un nuevo pensamiento: en potencia. nada teleológico. A partir de esas condiciones se necesita que alguien, muchos, se pongan, no a aclarar a otros sobre lo que son, porque no son nada, solo posibilidades, sino que se pongan a crear una nueva forma de hacer, que atraiga a otros y los haga organizarse en ese crear una nueva cultura de vida: razón práctica, acción creadora, no teoría. Es acción creativa, materializadora de una nueva realidad, no comprensiva de algo que no existe. A ese grupo de individuos que buscan siempre la unificación de otros en el proyecto de construirse como bloque se les llama intelectual orgánico -Gramsci-, un intelectual que no puede ser sino «colectivo» y que es práctico, esto es, de creación de cultura, si llegaran a crear una cultura nueva que unificase a la mayoría. Si llegase a ser unificador de la mayoría se denominaría «Estado», porque estado no es funcionarios ni gobierno -eso es estatolatría- sino la organización que produce una cultura que «unifica-crea» un «pueblo».

¿Cómo podría ser egoísta o «interés» particular , el egoísmo o los intereses de clase entendidos como racionalidad estratégica, como relación entre medios y fines ya dados, lo que dirigiese la actividad cuyo objetivo es crear algo no existente, una comunidad, confianza? hay desde luego un bien inmediato en ese hacer para el que lo hace, el ser uno él mismo, el auto-crearse, o como se quiera, no es negación de la propia vida, al contrario. Pero para lograr un fin inmediato, más que organizar un motín de subsistencia, es posible que ir en un paseo a rogar al palacio de la gentry proporcione deforma inmediata y más «económica» la solución del problema personal…Confiar en que vamos a ser capaces de crear las condiciones de resolver mejor las cosas y poner en el crear eso las energías, es un acto que el cálculo racional sensato sobre posibilidades, medios y fines, etc no aconseja, porque sencillamente los medios aún no existen, en todo caso se crearían en ese hacer

Sobre la idea de en sí de H, creo, intuyo que aún es más volátil: se refiere a las condiciones de posibilidad que hacen factible la realización de un «concepto»:que si en esas condiciones a alguien se le ocurre un concepto -lo que es literalmente un concepto: surge en una cabeza- ese, puede ser realizable porque hay condiciones que posibilitan su realizabilidad. El concepto a su vez revela su capacidad de ser viable porque es llevado a la práctica y se hace creativo: se plasma en la «idea», concepto más condiciones de realización de algo nuevo. O sea que en el modelo el «en sí» es creo, nada en absoluto ya existente pero dormido que espere al príncipe que le de un beso y lo despierte, ah, somos la clase; sino muy «lábil» en el sentido de no real, no material; es lo que, creo corresponde al idealismo: que las cosas sean in nuce una idea en una cabeza, no algo ya «garantizado». Y una idea no hipótesis de investigación, sino hipótesis para la creación , de cultura. Esto sea dicho para combatir ese «en sí» «garantista». Es la primera tesis sobre Feuerbach que alguien mencionaba hace poco: la clase no es un objeto que observamos y cuyos atributos predicamos, sino el nombre de una praxis creadora de la cultura que construye la clase. Unificar, esto es hacernos creer en que somos capaces de participar todos en la creación de un vivir diverso, común libre, que esa esperanza cabe y que depende de nuestros actos no de otra cosa, y que por eso vale la pena juntarse, organizarse, hacer, deliberar, es el logos creador, esa es la chispa, tan endeble, tan frágil, y sin embargo es admirable todo lo que crea, lo que ha creado. Poner esto en claro es muy importante, porque todo acto cínico, atenta contra eso, y muchas veces la racionalidad instrumental rige la izquierda, y inconsciente de lo que es su verdadera condición de posibilidad -su «en sí verdadero», la confianza – una y otra vez la destruye cada vez que sustituye, cada vez que impone, o sea cada vez que cocea el proyecto creador de actividad organizada protagonizada por la gente, en virtud de ideas que cree garantizadas por la «teoría» (?)

FUENTE: http://www.kaosenlared.net/noticia/reflexion-sobre-cponcepto-clase