Ante la incertidumbre y las ambigüedades de las autoridades educativas respecto al inicio del próximo curso escolar, Mareas por la Educación Pública ha remitido una propuesta al Ministerio de Educación y Formación Profesional, que hace extensible a las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas.
Teniendo en cuenta cómo han gestionado el Ministerio y CCAA hasta ahora la crisis sanitaria en la enseñanza durante el periodo de confinamiento, ha quedado claro que no son las personas adecuadas para gestionar ese futuro tan incierto que llaman “nueva normalidad”.
Desde Mareas por la Educación Públicahemos venido haciendo propuestas y alertando sobre las consecuencias nefastas que puede traer esa “nueva normalidad” y ese futuro: si les dejamos construir la “nueva normalidad”, el futuro traerá más desigualdad y más privatizaciones.
Cada vez hay menos dudas sobre cuál es la apuesta, tanto de las Consejerías como del Ministerio: extender y normalizar la enseñanza a distancia, sin tocar las ratios ni el número de plazas y unidades escolares y sin aumentar los recursos, las plantillas docentes y el personal de apoyo.
En nuestra propuesta de organización y medidas a adoptar para una vuelta a clase segura en septiembre reivindicamos que es necesario un plan de Emergencia Educativa dentro de un plan de choque social, haya o no haya pandemia. Hemos contemplado todos los escenarios previstos por las autoridades; sin embargo, defendemos y defenderemos la enseñanza presencial como la única que puede garantizar el Derecho a la Educación mejorándola y corrigiendo los desajustes actuales, frente a la “uberización” que supone la enseñanza a distancia, ya que, como se ha demostrado, la docencia a distancia ha ahondado en la brecha social y educativa del alumnado. Nuestra propuesta es un paso más para ahondar en la democratización de la educación y recuperar el terreno perdido debido a años de recortes y políticas de privatización de la enseñanza.
Mareas por la Educación Pública reivindica que ningún estudiante se quede atrás, por lo que aboga por un plan de choque para la corrección de las desigualdades que ha provocado el Covid-19, así como por la actualización de los contenidos educativos. Del mismo modo, es imprescindible la reducción de las ratios, la vuelta a la jornada lectiva anterior a los recortes y el aumento y la estabilidad de las plantillas docentes, en especial en lo que concierne a especialistas y personal técnico de apoyo. Además, es urgente la construcción de nuevos centros públicos para descongestionar los ya existentes y así ir reduciendo el peso de la privada-concertada, que iría acompañado de un plan de bioclimatización de todos estos centros públicos. Sean las circunstancias que sean, es necesario dotar a los centros educativos con recursos y personal sanitarios adscritos a los centros de salud correspondientes.
En caso de tener que mantener la educación a distancia, es imprescindible que las autoridades educativas velen por que todo el alumnado disponga de equipos informáticos y conexión a Internet adecuados, así como asegurar la formación del profesorado que lo necesite dentro de su horario lectivo. Proponemos un sistema de turnos de mañana y tarde para poder cumplir con las disposiciones de seguridad y racionalidad en los horarios, aplicable también a las Enseñanzas de Régimen Especial y a enseñanzas complementarias y atención al alumnado NEAE fuera de horario lectivo. Además, no debemos olvidar que todo esto tiene que ir acompañado por medidas que faciliten la conciliación de la vida laboral y personal, por lo que es necesario que no sólo se impliquen el Ministerio y las Consejerías de Educación. También deben implicarse todas las autoridades relacionadas con Trabajo, Economía, Asuntos Sociales, Igualdad y Familia y por supuesto las empresas, que deben velar por el bienestar de sus trabajadores.
Como siempre y en todas las circunstancias, Mareas por la Educación Pública reivindica una Educación 100% pública, laica, inclusiva, de calidad, de todas, para todas y con todas.