El comandante en jefe del Ejército chileno, el general Ricardo Martínez, inculpado en una investigación judicial sobre fraudes en la institución castrense, renunció a su cargo, a solo una semana de la fecha en que debía entregar la comandancia a su sucesor y ante la decisión de la jueza Romy Rutherford, que investiga la trama, de interrogarlo este jueves.
Ante la posibilidad de un procesamiento y un eventual arresto, Martínez decidió finalmente abandonar anticipadamente su puesto, el mismo que ocupó el dictador Augusto Pinochet entre 1973 y 1998 y que tiene a tres de sus cuatro sucesores procesados: Óscar Izurieta (2006-2010), Juan Miguel Fuente-Alba (2010-2014) y Humberto Oviedo (2014-2018).
El general Izurieta se encuentra arrestado desde el 14 de febrero por los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, por unos ocho millones de dólares, y falsedad de documento militar. El propio Izurieta reconoció ante la jueza el desvío de gastos reservados para financiar a la familia de Pinochet, muerto en 2006 y cuya viuda falleció en diciembre pasado.
No es un hecho normal ni habitual que un comandante militar, en el ejercicio de su cargo, haya sido procesado por la Justicia ni arrestado. Ante la posibilidad de que la jueza Rutherford lo hiciera este jueves, cuando debía interrogar a Martínez por 15 viajes al extranjero que le parecen sospechosos –algunos realizados con su esposa, pese a que fueron pagados con dinero público–, el general prefirió dar un paso al costado antes de tiempo, presentando su renuncia al presidente Sebastián Piñera, que deja La Moneda el 11 de marzo.
El aún mandatario optó por designar al general Rodrigo Ventura como comandante en jefe suplente .
La jueza Rutherford investiga el caso fraude en el Ejército desde 2017. Ha indagado cerca de 40 aristas, pero son dos las que han provocado una serie de procesamientos por el mal uso de los recursos de la institución. Una de las investigaciones es sobre la malversación de dinero destinado a áreas de seguridad e inteligencia, usadas en pagar el alto nivel de vida de los comandantes en jefe del Ejército: casas, autos, joyas, regalos.
Es el informe que provocó que Rutherford decidiera interrogarlo inmediatamente, sin considerar razones políticas como su pronta salida del cargo y la intención del propio general –que sabía de la diligencia– de prestar declaración cuando dejara la comandancia en jefe del Ejército. Martíneszdijo ante las tropas que “debería contar con la presunción de inocencia, de la que goza todo ciudadano pero que en la práctica aplica para algunos y no para todos”.
La jueza ha detectado que, junto a una agencia de viajes, se preparaban los itinerarios con escalas de varios días y presupuestos abultados. Esta diferencia de dinero habría terminado en algunas ocasiones en manos de los propios viajeros. En 2018, cuando apareció la arista de los pasajes aéreos, el Ejército declaró oficialmente que se trató de “prácticas erróneas”.
Los analistas especulan sobre la forma en que el caso impactará al nuevo comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, no solo porque la propia institución ha reconocido que lo relativo a los pasajes era una práctica de cierta habitualidad, sino porque el general aparece mencionado en los informes policiales. Iturriaga, que asumirá en una semana, se hizo conocido ante la opinión pública chilena durante el estallido social de 2019.
Cuando el presidente Piñera aseguró que Chile estaba “en guerra contra un enemigo poderoso”, el general que era jefe de la Defensa Nacional de la capital fue consultado sobre el asunto y respondió: “Yo soy un hombre feliz. La verdad es que no estoy en guerra con nadie”, aseguró Iturriaga, que contradijo al mandatario en medio de las revueltas.
En medio de su alocución en la cuenta pública que rindió ante la institución castrense, el general Ricardo Martínez anunció su renuncia al cargo a la Comandancia en Jefe del Ejército. Una decisión que comunicó al Presidente de la República, Sebastián Piñera, este martes y que difundió esta mañana, en circunstancias que será sometido a interrogatorio por la ministra Romy Rutherford este jueves en calidad de inculpado por la arista pasajes del caso “Fraude del Ejército”.
Pero la declaración del excomandante en jefe ante la ministra en visita de la Corte Marcial Romy Rutherford por la investigación de fraude en la institución castrense, prevista para la mañana del jueves, no ocurrió, tensionando más la relación entre la defensa de Martínez, comandada por el abogado Juan Carlos Manríquez, y la magistrada.
La defensa de Martínez pidió cambiar el interrogatorio para después del cambio de mando el 11 de marzo, y que fuera en su casa y no en la oficina de Rutherford, lo que fue desestimado por la jueza. De hecho, este último punto, el del interrogatorio en la casa, fue el tema central del recurso de apelación que presentó su defensa ante la Corte Marcial para justificar su inasistencia. La ciudadanía estaba expectante, pero Martínez no llegó a comparecer.
La tensión podría escalar debido a que Rutherford cuenta con la facultad para despachar una orden de arresto a la Policía de Investigaciones (PDI,) pidiendo la detención del excomandante en jefe para ser trasladado al tribunal.
* Periodista chilena, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)