Un programa de ONU para el desarrollo forestal en Bolivia ha logrado que un alto número de familias campesinas cultiven café, achiote, cacao y caucho en lugar de la hoja de la coca, informaron hoy en esta sede. La aplicación de ese programa, conocido como proyecto Jatun Sach a (Arbol grande, en lengua Quechua), comenzó […]
Un programa de ONU para el desarrollo forestal en Bolivia ha logrado que un alto número de familias campesinas cultiven café, achiote, cacao y caucho en lugar de la hoja de la coca, informaron hoy en esta sede.
La aplicación de ese programa, conocido como proyecto Jatun Sach a (Arbol grande, en lengua Quechua), comenzó hace 10 años en la región tropical de Cochabamba con el objetivo de involucrar a la población local en la explotación responsable de los bosques.
Esa iniciativa, que también procura frenar la deforestación y fomentar cultivos alternativos a la hoja de la coca, fue aplicada en 2000 a los Yungas de La Paz, donde han participado cerca de 11 mil familias, añade la información.
Según especialistas de la organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más de 22 millones de dólares han sido invertidos en ese proyecto, cuyos resultados positivos ha estimulado a las autoridades de la ONU.
«Después de una década de esfuerzo podemos decir que el desarrollo forestal correctamente enfocado contribuye a mejorar la calidad de vida de las poblaciones rurales y aumentar suseguridad alimentaria», dijo Gerard Raessens, asesor principal del proyecto. Según el reporte, el Proyecto Jatun Sach’a ha sido financiado por Alemania, Austria, Italia, Gran Bretaña, Irlanda del Norte, Suecia, Estados Unidos y Bolivia. El proyecto fue ejecutado por la FAO, en estrecha coordinación con el Viceministerio de Desarrollo Alternativo de Bolivia. «Los resultados e impactos comprobados arrogaron como resultado adicional la aprobación de un nuevo proyecto, iniciado en principios de 2006, con una duración de cuatro años», explicó Raessens según la informacion difundida hoy.
Durante los últimos cuarenta años, el Trópico de Cochabamba ha recibido una mayor inmigración, sobre todo de campesinos del Altiplano y los Valles, debido a la depreciación de la producción minera y la escasez de tierras cultivables.
De acuerdo con estadísticas bolivianas, en 1967 había 54 colonias en la región (cada una formada por de 40 a 70 familias), pero en 1990 se estimaba que el número de colonias se acercaba a las 400. El cultivo de la coca en el Trópico de Cochabamba fue alentado por el narcotráfico hasta convertirla en la mayor zona productura de esa hoja en Bolivia durante los años 1980 y 1990.
Para los colonos recién llegados, asentados en zonas remotas e incomunicadas, la producción de coca ofrecía numerosas ventajas, entre ellas que requiere pocos cuidados y produce hasta cuatro cosechas anuales. Pero despues de 10 años de aplicado el proyecto Jatun Sach a, las familias campesinas adquieren ingresos sostenibles con sus producciones de café, achiote, cacao y el caucho, según el reporte. El proyecto también promovió actividades de floricultura, con la producción de flores exóticas y plantas ornamentales, así como la apicultura.