El 8 de marzo ha amanecido embadurnado por los orates fascistas de siempre. No se me ocurre otra respuesta más contundente, entre otras que pueda haber, que la reproducción del ya célebre mural del barrio de la Concepción en cientos, miles de espacios.
Es la forma de demostrar al fascismo que la sociedad democrática (imperfecta, desde luego, por mucho que pongan el grito en el cielo los que se conforman con una maraña de procedimientos “democráticos” cuyos resultados son bastante pobres) no tolera la barbarie, la censura gratuita, la intransigencia y autoritarismo de los herederos del Funeralísimo.
Desde las asociaciones vecinales, desde los sindicatos, desde las universidades, desde los ayuntamientos, desde las federaciones deportivas… pueden elevarse propuestas para habilitar espacios más grandes o más pequeños para reproducir un mural que ya se ha convertido en emblemático y que molesta a quienes se niegan a compartir la razón universal que lleva el feminismo. En el mundo de la enseñanza, en el que se siembran las semillas del futuro, los claustros de profesores en institutos de secundaria, las juntas de facultades, los decanatos, los rectorados, los institutos de investigaciones feministas… hay que reproducir el mural en miles de espacios.
Aunque tenemos infausta memoria del lema, tenemos que levantarlo de nuevo: ¡No pasarán! Como decía Marcelino Camacho, si uno se cae, se vuelve a levantar y sigue la lucha.
Pedro López López. Profesor de la UCM. Activista de derechos humanos.
El mural feminista de Ciudad Lineal amanece vandalizado en este 8M: https://www.publico.es/sociedad/8m-mural-feminista-mural-feminista-ciudad-lineal-amanece-vandalizado-8m.html