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Pequeña historia y gran historia

Reseña, al modo brechtiano, de una ofrenda floral a José Martí

Fuentes: Rebelión

El escenario y el encuentro El miércoles día 23 de enero tuvo lugar en la Alameda Apodaca de Cádiz, justo al final de los jardines, glorietas y arboledas unidas por ese nombre, a unos metros de las murallas de levante del Baluarte de la Candelaria, un acto singular. Varias decenas de personas se fueron reuniendo […]

El escenario y el encuentro

El miércoles día 23 de enero tuvo lugar en la Alameda Apodaca de Cádiz, justo al final de los jardines, glorietas y arboledas unidas por ese nombre, a unos metros de las murallas de levante del Baluarte de la Candelaria, un acto singular.

Varias decenas de personas se fueron reuniendo poco a poco hasta alcanzar un número próximo a la cuarentena. Miraban alrededor y se miraban para identificarse, intercambiaban unas palabras de reconocimiento y se saludaban fraternalmente. No había pérdida, confusión o engaño posible porque el lugar, cerrado por un árbol gigantesco, las murallas próximas y el farallón defensivo sobre el mar de casi diez metros de altura, sólo podía ser un punto de llegada.

La tormenta se había abierto en un sol deslumbrante, hacía frío y los precisos meteorólogos locales habían anunciado nuevas lluvias en las próximas horas. Parecía una reunión apresurada de clandestinos en uno de los innumerables y hermosos lugares de la ciudad de las murallas.

No era la primera vez que decenas de personas se juntaban y hacían grupo, solemnemente, ante el enorme y hermoso busto de uno de los hombres más ilustres de América: José Martí; y le ofrecían una corona de flores o, más comúnmente, las flores que vaciaban las manos de una larga fila de personas.

En realidad, casi todos los actos de solidaridad con la Cuba revolucionaria y resistente, liberadora y permanentemente acosada, internacionalista y cerrada a cal y canto por un bloqueo feroz, humanidad plena y voz liberadora de la América Latina; finalizaban allí desde hace varios más de diez años.

El homenaje, repetido al menos media docena de veces se había convertido en un ritual casi siempre nocturno. Solía hacerse como final de actos públicos en salas, algunas veces muy lejanas, de aforo limitado. Los asistentes eran invitados a acudir ante el busto y colocar unas flores. Apresurado el paseo por la hora, la ofrenda era siempre solemne, emotiva y reposada. Alguien leía unas letras breves y, con frecuencia, algún presente improvisaba unos versos libres.

Los actos y los homenajes finales eran tan públicos como silenciados y secreteados por los fieles comunicadores del Reino Bobónico. Un despectivo desdén del poder mediático –Falsimedia-; que hacía camino al brutal y grosero ¿Por qué no te callas? que cantaron a trío Aznar, Zapatero y Juan Carlos I, y que vomitó feroz el patrón de la casa reinante en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile.

Funcionaba, claro, el pequeño pasquín y el boca a boca de la fraternidad. Últimamente -caro el papel, cerrados los «espacios públicos» y privados de comunicación y encuentro-, el mensaje electrónico y de las listas de corresponsales.

Lo viejo y lo nuevo

Noviembre de 1991

Un abrazo receloso

El Centro de Estudios Martianos de la República de Cuba regala a Cádiz un busto de José Martí en el marco de un gran encuentro que conmemora el 120 aniversario de su paso por Cádizi. La delegación cubana en aquél gran acontecimiento cultural en el que participa también la universidad de Cádiz, es presidida por Roberto Fernández Retamar, como el propio Martí gran ensayista, poeta y revolucionarioii. Decenas de historiadores y literatos debaten sobre la figura cubana, latinoamericana y universal.

Martí es demediado en una pelea de modales exquisitos y fondo cada vez más fiero. Los académicos locales laureados por la ya muy enfriada Transición, destilan como pueden del gran personaje histórico -rebuscando textos a salto de mata, descontextuados-, una esencia liberal muy adaptada a su propio desencanto. Los cubanos pelean por el prócer de la independencia de Cuba que escribió muy joven y ya en el exilio, El presidio político en Cuba; y que murió en combate como Mayor General del Ejército Libertador, en Dos Ríos el 18 de mayo de 1895.

El hermoso y monumental busto de Martí es recibido con un aprecio condicionado. Ninguna lápida recuerda su procedencia ni el origen del regalo. La República de Cuba se convierte en un hecho histórico innombrable.

Entretiempo de indignidades

A partir de la última década del siglo XX comienza el secuestro del busto de Martí en la Alameda.

Las organizaciones del exilio cubano en Miami, con el apoyo entusiasta de la nueva alcaldesa Teófila Martínez; el silencio cómplice, descuidado o indiferente de los demás grupos municipales, y la colaboración casi unánime de los medios de comunicación, inicia una grotesca apropiación del monumento.

Es una «historia perfecta» (la pequeña historia) que define con exactitud la naturaleza del exilio cubano y también la de los partidos que han gobernado la famosa «transición a la española» (la gran historia).

Colabora directamente en el despojo, el engaño, el fraude, y la continua y feroz coreografía antirrevolucionaria y cínica la Asociación de Prensa de Cádiz. Nada extraño en esta manipulación de la organización que agrupa a los periodistas gaditanos. Su presidente militaba en Reporteros sin Fronteras (colectivo de nombre rimbombante cuya financiación ilegal por organizaciones vinculadas a la CIA y al departamento de Estado de EEUU; ha sido demostrada documental y plenamente por profesionales independientes y reconocida finalmente por las agencias de la ONU).

Empieza, entonces, el desfile de gente engolada y pomposa, y de munícipes bien trajeados, ante el busto martiano.

También llevan flores pero entonan una canción muy diferente: la de la sumisión, la dependencia, la guerra sucia; la Cuba de la Enmienda Platt, de Batista, de Bahía de Cochinos y de la ley Helms-Burton.

El descaro es extraordinario.

La Fundación Encuentro, otra de las organizaciones financiada por la USAID («y otras entidades«iii como la Fundación FAES del Partido Popular, presidida por el ex presidente José María Aznar); consigue colocar una placa conmemorativa en el pedestal vacío del busto de Martí.

El Martí que viajó desde la Habana pasa a ser de revolucionario a contrarrevolucionario.

Otra batalla de la larga guerra sucia contra Cuba parecía haber terminado.

Miércoles, 23 de enero, a las 5 de la tarde

El rescate

Esta vez convocaron dos asociaciones nuevas: la de los cubanos residentes en Andalucía: Tocororo; y el Grupo Antiimperialista de Solidaridad Cuba +, de Cádiz.

Participaron en el correspondiente «voceo» los componentes de estas dos asociaciones, algunos jóvenes de las juventudes comunistas, y ciudadanas y ciudadanos amigos de Cuba.

El acto resultó muy hermoso y de fuerte contenido político y simbólico. La razón estaba a la vista sobre una placa de mármol.

Una flamante lápida, recientemente colocada sobre la piedra informaba a los visitantes:

ESTE BUSTO

FUE DONADO

POR EL CENTRO

DE ESTUDIOS

MARTIANOS DE

LA REPÚBLICA

DE CUBA EN

NOVIEMBRE 1991

EN EL 120

ANIVERSARIO

DE SU PASO

POR CÁDIZ

1871-1991

Asistió como invitado de honor el Cónsul General de la República de Cuba en Andalucía y Extremadura: Ulises J. Arranz Fernández.

Presidió el vicepresidente de la Asociación de cubanos Residentes en Andalucía Tocororo, Rogelio Hernández.

También asistieron representantes del Grupo Antiimperialista de Solidaridad Cuba +, de Cádiz; la UJC de Cádiz, Sodepaz de Andalucía, y representantes de la Asociación Tocororo y del movimiento de solidaridad con Cuba en la provincia, además de otros amigos de la revolución cubana.

El entrañable acto consistió en la colocación de un ramo de flores ante el busto del gran prócer cubano y latinoamericano, José Martí, por el Cónsul de la República de Cuba.

Seguidamente los asistentes fueron desfilando, de uno en uno, colocando pequeños ramos y sencillas flores sueltas.

A continuación, agrupados todos en la hermosa glorieta, ante el gigantesco árbol que parece dar cobijo al precursor y profeta de la segunda independencia de América Latina, ante el mar que el Martí niño, el Martí deportado, el Martí encarcelado, y el Martí poeta que recuerda a sus padres y a sus orígenes, cruzó tantas veces; empezó la parte más significativa y emotiva de aquél, casi clandestino, encuentro de amistad y fraternidad con Cuba.

De la amistad y fraternidad que ambos pueblos -especialmente los de abajo, los humildes-, han compartido siempre.

Con emotivas palabras se dirigieron a los asistentes:

Rogelio Hernández. Asociación Tocororo

Hizo una notable semblanza de José Martí, reseñando con brevedad, sencillez, y en ocasiones con la enorme belleza de los textos de propio Martí, alguno de los datos biográficos más importantes que dan coherencia vital completa al gran poeta, periodista, escritor y revolucionario cubano, organizador y líder político de la independencia de Cuba, precursor de las actuales luchas de independencia del continente.

De eso mismo, de las luchas del Martí multifacético pero único: humanista y rebelde, sencillo y fiero, exiliado con causa y retorno, organizador político y luchador incansable, periodista y poeta, hombre de palabras hermosas y de palabras terribles, igualitario desde las entrañas, patriota y universal, carne de presidio para los dueños de su tierra y espíritu libre, vida errante y sueños de libertad, integro desde la cárcel temprana hasta la muerte en el campo de batalla, poeta y combatiente, humilde y sabio, de sus añoranzas de pueblo sencillo y de su grito que reclama dignidades en lucha; organizador del Partido Revolucionario Cubano, conspirador y finalmente Mayor General del Ejército Libertador, héroe que canta a la vida y muere en combate pistola en mano, habló Ulises Arranz Fernández. Cónsul y Representante en Andalucía y Extremadura de la República de Cuba.

Una larga pero necesaria intervención en la que fue dibujándose, progresivamente, la corta pero densísima biografía de un hombre extraordinario, complejo y con una grandeza difícilmente repetible.

Martí: conspirador patriota que sufre dos veces la cárcel y la deportación y, durante muchos años después, un largo exilio. El Martí patriota encarcelado y deportado por el gobierno colonial español que tiene que vivir en «las entrañas del monstruo». El Martí que enlaza con una lógica histórica irrebatible con todas las luchas de liberación de Cuba.

El Martí, por fin, que regresa otra vez del exilio a bordo del Granma, que casi muere de nuevo en el primer combate allá en Oriente, que cruza Cuba tal como hiciera antes por dos veces el ejército mambí y que esta vez llega a La Habana en 1 de enero de 1959 con nuevos combatientes, con el nuevo Ejército rebelde que bajo la dirección de Fidel Castro culmina el esfuerzo de Martí e inicia una revolución doblemente liberadora.

Finalmente, un miembro del Grupo Antiimperialista de Solidaridad Cuba + recordó, brevemente, la casi increíble historia del monumento.

La recuperación de Martí había terminado.

Una pancarta reclamaba, más que anunciaba, una nueva batalla:

Por un Comité de los Cinco

¡¿Para cuándo!?

Desde sus fotos en la pancarta, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, observaban la escena.

Antonio Maira

Pulsar aquí para ver Crónica fotográfica del Equipo de Cuba +:

Fotografías sueltas no incluidas en la Crónica, gentileza de Rogelio Hernández

Notas:

i Martí había sido condenado el 4 de marzo de 1871 por un Consejo de Guerra a seis años de prisión, por sus escritos alusivos a la lucha de Cuba por su independencia de España. Realizó trabajos forzados en las canteras de La Habana. Posteriormente es indultado y trasladado a la Isla de Pinos. Finalmente se le conmuta la pena por el destierro. El 15 de enero de 1871 parte con rumbo a Cádiz.

ii Los que presenciaron las notables intervenciones de aquellas jornadas martianas -en el fondo una pelea de los académicos locales para encuadrar a Martí dentro del nuevo liberalismo, frente a los historiadores cubanos que no se doblegaron y lo mantuvieron en su lugar en la historia- recordarán, sin duda, el excelente discurso de Retamar en su clausura en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz. El acto fue «replicado» por el delegado de educación del Ayuntamiento (de cuyo nombre es mejor no acordarse) que balbuceo unas palabras mal hiladas. El alcalde de entonces -acobardado por la presencia del poeta cubano y tocado ya por el pánico escénico de la izquierda de pacotilla ante la presencia de la izquierda de verdad.

iii Como diría Neruda.