El pasado 27 de Noviembre se reunieron 37 de las más poderosas empresas españolas con el presidente del gobierno de España. Presidente elegido democráticamente por los ciudadanos haciendo uso de su derecho a la soberanía nacional. Es decir, que el representante del pueblo, al que los ciudadanos le han dado el poder de dirigir un […]
El pasado 27 de Noviembre se reunieron 37 de las más poderosas empresas españolas con el presidente del gobierno de España. Presidente elegido democráticamente por los ciudadanos haciendo uso de su derecho a la soberanía nacional. Es decir, que el representante del pueblo, al que los ciudadanos le han dado el poder de dirigir un estado con un tremendo poder económico, político y militar, tuvo una reunión con unos cuantos ciudadanos de empresas privadas altísimamente lucrativas.
Ya, ya se que a estas alturas del texto muchos estarán de rodillas dando puñetazos al suelo de la risa, venga, me centro.
Más bien la reunión fue entre los que gobiernan de verdad el país y el intermediario que tienen éstos con el resto de la población. Porque la única discusión que hay entre el PP y el PSOE no es cualitativa (lo que hay o no que hacer) sino cuantitativa (nos dan una vuelta de tuerca o dos, y en cuanto tiempo).
Ambos están de acuerdo en que hay que «reformar»,»tomar medidas»,»hacer sacrificios». Bueno, lo de reformar y tomar medidas se lo reservan para ellos, dejando el tema de los sacrificios para el resto de mortales sin recursos. Pero hete aquí que como los intereses partidistas pesan más que los del conjunto de los capitalistas, y esto dificulta que se tomen las dichosas medidas de una vez, han venido los 37 enanitos a explicarle al rey durmiente lo que hay que hacer de una puñetera vez.
Me explico, de las 37 empresas que estuvieron en la reunión, 16 han firmado un documento llamado «transforma España» que han enviado directamente al rey. En el documento cuyo enlace dejo abajo por si fuera de su interés, se cuestionan muchas más cosas que lo meramente económico. Se plantea sin tapujos la necesidad de un cambio en el modelo político, económico, de Estado…
Estos tíos si que saben jugar, a nosotros cuando se nos ocurren ideas nos da por vociferarlas en la calle de manera que el ruido acaba por molestar a alguien y nos mandan a los antidisturbios, ellos en cambio, ya ven… hilo directo con el rey. Con dos cojones.
Como decía, el documento «transforma España» plantea la existencia de una crisis mucho más profunda que la económica. Alerta de la escasísima credibilidad que le queda al proyecto de gobernanza surgido de la transición.
El desprestigio de los sindicatos, la clase política o la incredulidad acerca de la separación de poderes (piedra angular de cualquier democracia), son recogidos con acierto en el texto, que sin embargo, no sugiere realizar una transformación desde abajo, democrática, del modelo, sino que ya directamente plantea por donde han de pasar las soluciones y aporta los parámetros desde los que se ha de llegar a las mismas.
Para las ilustrísimas autoridades que firman el documento, el problema es que las dos empresas políticas que vienen ganando habitualmente las elecciones, pesan más las ganas de gobernar que el «sentido de estado» y por tanto es difícil llegar a un modelo «sólido» y «presentable» que haga eficaz el gobierno interior y presentable el modelo en el exterior. Por tanto han de llegar a acuerdos intocables en diferentes materias como economía, política, modelo de estado, etc…
No, no se asusten (todavía), que también han tenido tiempo para hacer una propuesta con respecto al modelo de ciudadano que no desentone en ese cuadro que van a pintar.
El texto habla de cinco puntos sobre los que se debe construir el nuevo modelo ciudadano:
• El Ciudadano depositario responsable de los valores de un país (sic),
• El Ciudadano elector,
• El Ciudadano consumidor,
• El Ciudadano financiador, y
• El Ciudadano productor de valor socioeconómico.
Para echarse a temblar, cualquiera que tenga unas mínimas nociones sobre política y lucha de clases sabe muy bien de que están hablando. Se trata de que desarrollemos valores y actitudes acordes al sistema que nos gobierna, se trata de que asumamos como propios sus principios, se trata de cerrar aún más la colonización de las mentes y los corazones.
Por que encerrar a un ser humano en la esfera de la producción y el consumo y reducir su participación política a la elección de Pepsi o Cocacola, es una forma de fabricar esclavos modernos.
En la contradicción que encierra la economía de mercado, donde el poder es cada vez más evidente que está en manos de los grandes grupos económicos, y la democracia donde el poder debería estar en manos del pueblo, en esa contradicción, es en la que se está jugando el futuro de la humanidad.
Esa unión imposible de capitalismo y democracia es la que está haciendo aguas desde hace tiempo y ante la falta de visión a largo plazo de la clase política, más ocupada en gestionar sus parcelas de poder y chanchullos, en el regate cortoplacista que en asegurar un futuro al sistema que se cae, los verdaderos dueños del cortijo dan un paso al frente, bajan desde el despacho de la última planta a las oficinas y exigen al gerente que se ponga las pilas no vaya a ser que con tanto meneo se les agite el rebaño y se les caiga el chiringuito que tanto esfuerzo les ha costado construir. Como ven, ellos ya han tomado posiciones.
Otra de las cosas ha tener en cuenta del documento de los ricos es la apuesta por afianzar una marca país. Hablan de potenciar la marca «España» como valor atractivo, esto también se lo traduzco, quiere decir potenciar el españolismo.
Tampoco es difícil ver que se esconde detrás de esto. Hace unos días salía una encuesta del CIS que ponía de manifiesto el vertiginoso aumento del sentimiento independentista en Cataluña, mientras, en el País Vasco la Izquierda Abertzale continúa generando dificultades a un estado incapaz de borrarla del mapa y que ve con pánico la posibilidad de una Izquierda independentista legal y con apoyos populares suficientes para convertirse en la segunda fuerza política en el parlamento vasco y que podría servir de ejemplo en el resto del estado.
De lo que realmente tienen miedo es de que una fuerza política que se sale del guión, y de que manera, pueda superar el aislamiento mediático y anunciar otra forma de hacer política, temen que alguien con dignidad pueda señalarles con el dedo y dejar al descubierto lo que son. Como muestra un botón: http://www.youtube.com/watch?
La unión hipotética de las izquierdas independentistas con el resto de fuerzas políticas de ámbito estatal sería un cóctel altamente peligroso para los intereses de quienes quieren organizar el estado sin más voz que la del PPSOE.
Por tanto, conviene exaltar los valores netamente «españoles», fabricar Alonsos, Nadales y Rojas a manta, vincular a esos iconos «la ilusión de un país» y tachar de aguafiestas, antipático y separatista a quien tenga un modelo distinto. Esto, permite sembrar la cizaña entre trabajadores de las naciones periféricas y los del resto del estado español dificultando su unidad ante la amenaza común que suponen los verdaderos enemigos, entre otros pero muy fundamentalmente, los que estaban sentados en esa mesa de «gobierno y empresarios»
Se trata de darle la vuelta al lema revolucionario, buscan que no haya ni guerra entre clases, ni paz entre pueblos.
Se les podrá acusar de muchas cosas, pero no de imprevisibles.
Aqui les dejo el documento: http://www.elconfidencial.com/
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