El Centro Nacional de Consultoría, instrumento al servicio de la derecha, debió admitirlo: Cepeda lidera la intención de voto para la Presidencia. No pueden tapar el sol con un dedo…
El panorama comienza a decantarse. Iván Cepeda, desde el ala progresista, lidera encuestas de voto para la Presidencia. Serio, analítico, aterrizado. Pero algo más: tiene claro su propósito de afianzar y dinamizar las reformas sociales.
También, impulsar la paz total.
En la medición del Centro Nacional de Consultoría, Cepeda, encabeza con el 20.9%. Le sigue Abelardo de la Espriella con el 14.4%.
Bastante amplio el margen de diferencia.
¿Y la Cabal, Valencia y Vicky? Mejor no pregunte. Se desgastaron con sus propuestas mesiánicas.
¿Dónde están ahora?
No en las encuestas, por supuesto. Las vieron el fin de semana corriendo hacia el wáter, después de purgarse porque para ofrecer una apariencia de popularidad, les dio por comer empanadas y champús vallecaucano.
Manjares para la gente de a pie, no para los arribistas.
Por eso andan con la amebiasis alborotada. Dicen las malas lenguas que también Juan Carlos Pinzón, que resultó comiendo tomates, con una amplia sonrisa que buscaba amparar las náuseas que le provoca comer lo mismo que Juan Pueblo.
Pero volvamos a la encuesta…
El progresismo avanza. A pasos firmes, sólidos. La gente del pueblo, pueblo, sabe que no podemos perder lo que ya se ganó en estos poco más de tres años de Petro.
Así les duela a los de derecha.
Igual, también ellos se han beneficiado. Todos. Un país diferente.
¿Qué nos preocupa? El reverdecimiento del terrorismo. Se lo atribuyen a las disidencias. Lo curioso es que es el mismo contexto de inestabilidad que precedió al presidente Uribe.
Le vendió al país una narrativa de inseguridad.
Igual ahora, la derecha sale por todas partes a decir que Colombia es insegura.
Hace pocos días, de camino a República Dominicana, un españolete me lo dijo: “Qué peligro su país…” Me quedé mirándolo y le respondí: “¿Peligro? La derecha que orquesta miedos inexistentes, en Colombia y en otras latitudes”
Se quedó mirándome, frunció el ceño y prosiguió leyendo una revista. Imagino que mentalmente decía: “Me c…go en tus muertos”, que es una de sus ofensas más procaces cuando están berracos.
Eso es justamente lo que han hecho los enemigos del cambio: vender un escenario de terror. Y, me identifico con doña Filomena, la señora que vende los dulces a la salida de la oficina: “¿Y quién no podría pensar que la derecha es la que pone todas esas bombas para impulsar un candidato que hable de seguridad?”
Le dije con una sonrisa: “No diga eso, doña Filomena”. Me pasó la vuelta de un billete de dos mil pesos y me increpó: “Tan viejo y tan ingenuo. Con tal de volver al poder, la derecha hace lo que sea”.
La comprendo. De verdad.
Por el momento, como colombiano de los que viajan en transporte masivo, feliz.
Todo apunta a que seguirá el cambio en el 2026, porque a Cepeda lo quiere la gente. Y, también, piden a Carolina Corcho como fórmula vicepresidencial.
La sacarían del estadio.
¿Y vos? Voy a votar por Cepeda. Lo tengo claro. Y no estoy haciendo política, simplemente digo: Voy a votar por cepeda… Puedo decirlo, como cualquier colombiano.
@CrónicasdeMacondo
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