Una Atención Primaria saturada, que desemboca en el colapso de las urgencias hospitalarias, empuja a un escenario de huelga sanitaria, con paros programados en Madrid, Catalunya, País Valencià, Andalucía, Extremadura, Aragón y Navarra.
De las agendas de 60 pacientes al día de los médicos de familia a los boxes atestados de pacientes en urgencias hay un hilo conductor que cada vez se hace más evidente. Mientras los profesionales de Atención Primaria denuncian la saturación que se vive en el primer nivel sanitario las urgencias de todo el país colapsan, con un aumento en la carga asistencial de hasta un 40% en algunas comunidades, según los datos que maneja la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). Mientras, los profesionales se organizan y en este mes de enero se dibuja un panorama de huelgas en Madrid, Catalunya, País Valencià, Andalucía, Extremadura, Aragón y Navarra.
De fondo, un tímido aumento de un 7,7% en el presupuesto que gastan las comunidades autónomas en Sanidad con el que se alcanza los 1.808 euros por paciente en 2023, según un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Incremento que sitúa a España lejos de la media de la UE, de 2.244 euros por habitante. Además existe una gran desigualdad territorial, que se despliega entre los 1.446,13 euros por habitante que invierte Madrid, colista pese a ser la comunidad con mayor PIB a los mayor 2.133,13 euros de Asturias o los 2.130 euros de Euskadi.
Se puede consultar aquí el gasto sanitario por habitante en España.
Un ajustado presupuesto que desemboca en una falta de personal, con plantillas menguadas que llevan sufriendo recortes desde la crisis de 2010. Según los datos del Ministerio de Sanidad, en Atención Primaria, nivel al que menos gasto se destina, hay 0,77 médicos por cada 1.000 habitantes y 0,66 enfermeras. Solo una comunidad, Castilla- León, tiene un médico por cada 1.000 habitantes.
Huelga catalana a todos los niveles
Mientras tanto y como respuesta a una situación que no mejora, pandemia mediante, los profesionales mueven ficha con movilizaciones y paros. “Durante la pandemia vivimos unos momentos muy difíciles, estuvimos poniendo nuestras vidas en riesgo, las promesas que se hicieron han quedado en nada. Hemos pasado la pandemia, no se ha recibido ningún reconocimiento y estamos en precario. Cada vez hay más falta de personal, hay fuga de talento y todo esto no deja de repercutir en un servicio de calidad hacia la ciudadanía”, expresa Mónica Meroño, secretaria de la Federación de Organización de Servicios Públicos de la Intersindical, sindicato que ha programado una huelga para todos los niveles los próximos 24 y 25 de enero en Catalunya.
Esta convocatoria, que se añade a la realizada por el sindicato de Medgets de Catalunya los 25 y 26 de enero, está planteada para todos los profesionales de todos los puestos y todos los niveles asistenciales. “Las convocatorias que había hasta ahora no eran suficientes para visibilizar a todos los colectivos. En respuesta a la demanda de nuestras afiliadas hemos decidido convocar un día antes para que todos los colectivos puedan visibilizarse”, explica Meroño, para quien una gran huelga de sanidad es totalmente necesaria. “Las condiciones son precarias no, lo siguiente”, advierte.
Meroño hace un repaso de los recortes en sueldo y el aumento de horas de trabajo que acumulan los sanitarios desde 2010. “No es que queramos trabajar menos horas es que queremos que nos devuelvan aquello que ya teníamos, aquello de lo que partíamos”, expresa. Mientras, denuncia que la subida salarial pactada por los grandes sindicatos para los empleados públicos no se corresponde con el IPC, lo que vuelve a dejar atrás sus salarios. “Pactaron una subida de un 9,5% entre 2022 y 2024, esto para todos los empleados públicos. Este año ya tenemos un 11% de subida en la inflación. Pierdes poder adquisitivo”, destaca.
“Todos trabajamos por dinero, pero la sobresaturación de los trabajadores nos lleva al agotamiento. Como no hay personal tienes que doblar turnos, no se cumplen los regímenes de descanso, los usuarios quedan descontentos. Una enfermera tiene que hacer el trabajo de dos y no cuenta con el mismo tiempo para atender a cada paciente”, explica.
Paros que se retoman en Madrid
Mientras, este miércoles los médicos de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, que marcaron tendencia con su huelga que empezaba el pasado 21 de noviembre, anunciaban que retomaban un paro que permanecía en suspensión desde el pasado 22 de diciembre. El comité de huelga, liderado por el sindicato médico AMYTS, no conseguía avanzar en las negociaciones con la Comunidad de Madrid.
De fondo, unas negociaciones en torno a las subidas salariales de los facultativos y facultativas, para hacer los puestos más atractivos y evitar la fuga de personal, un mal endémico en este nivel asistencial, con una propuesta “irrisoria” por parte de la Comunidad de Madrid, tal y como han valorado fuentes sindicales. “No vemos realmente un impulso presupuestario para apostar por los médicos de familia y los pediatras”, expresaba con tristeza tras la fallida reunión la secretaria general del AMYTS Ángela Hernández Puente.
Antes de esto, enero comenzaba con un paro de tres días (9, 10 y 11) en las urgencias extrahospitalarias, nivel asistencial que lleva en lucha desde que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desplegó un plan para su reorganización asistencial el pasado 27 de octubre, que supuso la apertura de 80 centros con el personal de 40. Desde entonces, estos centros funcionan a medio gas, 26 de ellos sin médico en la plantilla.
17 y 18 en País Valencià
Por su parte, en el País Valencià, el sindicato médico CESM CV celebrará sus paros en todos los niveles asistenciales para las categorías médicas, los próximos 17 y 18 de enero.
Su vicesecretario, Jesús Gil, habla de un momento “crítico” para la sanidad pública por el agotamiento de la pandemia y la postpandemia. Este viernes celebrarán una concentración frente a la Conselleria de Sanitat y, si no hay un acercamiento de postura, irán a la huelga.
Para Gil, en Atención Primaria una de las propuestas más importante es el “topaje” de las agendas. «No se puede dar una asistencia con agendas de 45-50 pacientes, en ocasiones con tres minutos por paciente inaceptables para hacer una medicina de calidad. El médico necesita preguntar, explorar y eso en tres minutos es imposible e indigno. Peligra la seguridad del paciente y la salud física y mental del médico, que se va a casa con una sensación de agotamiento”, expresa Gil, problema que se extiende por el resto del Estado.
Además, añade otros aspectos para los profesionales que trabajan en los hospitales, como son el establecimiento de tres guardias como máximo al mes, tal y como asegura que se refleja en la legislación. “Con la excusa de “por las necesidades del servicio” se están excediendo y somos los únicos trabajadores que hacemos 70 horas a la semana. Esto, tanto para la salud del paciente, como para la salud del médico, no es lo adecuado”, asegura Gil. Por otro lado, y siempre según el vicesecretario de CSM PV, esta comunidad se cuentra a la cola de la retribución de guardias. “Solo nos gana Canarias”, afirma. “Nos pagan 24,6 por la hora de guardia y dos euros más si es festivos. Esto son brutos, que se queda en 19. En todas las empresas las horas extras valen un 50% más que la hora normal y aquí es al revés, la hora ordinaria está sobre los 30 euros”, expresa.
27 de enero en Andalucía
En el extremo de la península, Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA), responde a El Salto antes de una concentración frente al Palacio de San Telmo. En su caso la huelga, programada para el próximo 27 de enero, se ceñirá al personal de Atención Primaria.
¿Los motivos? Similares que los del resto del estado, asegura Carrasco. “Hay un leitmotiv común: una demora en la asistencia y un escaso tiempo para ver a los pacientes”. Las propuestas: limitación de las agendas a 35 pacientes y 25 en el caso de los pediatras, con un mínimo de 9 minutos por paciente; que se hagan desaparecer las agendas paralelas, esto es, pacientes que se añaden durante la jornada, y pasar a la tarde el exceso de pacientes, ampliando la jornada de los médicos que quieran. “Medidas que permitirían racionalizar la asistencia. Entre tanto se piden medidas que permitan fidelizar, formar y captar más médicos. Para ello es necesaria una regulación salarial y también mejorar las condiciones de trabajo”, explica el presidente de SMA.
Todo esto mientras se consigue que se amplíe la financiación, en la cuarta comunidad que menos invierte en sanidad. “Hace falta dinero y que este se invierta adecuadamente”, incide Carrasco.
En Extremadura, 26 y 27 de enero
Desde el sindicato médico extremeño SIMEX, que anuncian huelga para el 26 y 27 de enero recalcan que sus reivindicaciones siguen siendo las mismas ya firmadas en enero de 2019 con el Servicio Extremeño de Salud (SES) y que aún no se han cumplido, aplazadas por motivo de la pandemia. Con los paros, convocados para todos los facultativos de todos los niveles asistenciales, reivindican que se refuerce la sanidad pública extremeña “cenicienta” a escala estatal y que se equiparen sus condiciones con las del resto del Estado
“No queremos llegar a ese extremo que solo va a perjudicar a nuestros pacientes, deteriorar aún más la calidad asistencial y va a incrementar las listas de espera. Por eso le pedimos al SES que, a través del diálogo, lleguemos a acuerdos para evitar esta huelga”, aseguran.
El 23 y 24 de diciembre en Aragón
Desde Aragón, el Sindicato de Médicos de Atención Primaria de Aragón FASAMET, que congregó el pasado 18 de diciembre, y por primera vez desde hace 15 años, a más de 1.500 ciudadanos y ciudadanas de Aragón, mantiene sus paros para el 23 y 24 de diciembre. “La situación ha llegado a un límite. Estamos sobrepasados, saturados y hay que tomar medidas”, reconocía a El Salto Leandro Catalán, presidente de FASAMET, quien informa de que el principal problema son las agendas saturadas.
“Hay una falta de médicos, lo llevamos denunciando desde hace más de 15 años, no tenemos relevo generacional y los profesionales que quedamos tenemos que cubrir las ausencias de los compañeros, lo que genera una sobrecarga”, concluye Catalán.
1 de febrero en Navarra
Finalmente, la última comunidad en sumarse a estos paros médicos es Navarra, autonomía en la que se cocina una huelga indefinida que se iniciaría el próximo 1 de febrero.
Tal y como informan desde el Sindicato Médico de Navarra, la huelga, convocada el pasado mes de octubre para dar tiempo a una negociación “que no llega”, está dirigida tanto a los médicos de Atención Primaria como a los de Hospitalaria, y surge “como consecuencia de la inacción del Gobierno de Navarra ante la urgente necesidad de mejoras de las condiciones laborales del colectivo, que se centran en controlar la sobrecarga laboral y en mejorar las retribuciones”.
Mientras tanto, desde Catalunya la Intersindical trabaja en una huelga a todos los niveles, para ellos clave. Mónica Meroño aumenta la apuesta y valora que el deterioro de la sanidad se inserta en un contexto de deterioro de todos los servicios públicos. “Lo necesario sería una huelga total. La huelga debiera aceptar a todos los servicios públicos que están tocados de muerte en el Estado Español en general. Se está promocionando la externalización de todos los servicios públicos en detrimento a un servicio de calidad, y eso es lo que deberíamos defender”, zanja.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/sanidad-publica/sanidad-colapso-empuja-huelga-total