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Otro triste capítulo en la historia de CCOO

SAS-VDO: Los martillos de la paz

Fuentes: Rebelión

La crónica de lo sucedido en la empresa SAS-VDO, uno de los  capítulos mas tristes e inicuos en  la historia reciente de las  CC.OO de Cataluña, confirma la distancia existente entre la línea oficialista y acomodada de la dirección del sindicato y una parte de la representación sindical y militancia de base de la organización, […]

La crónica de lo sucedido en la empresa SAS-VDO, uno de los  capítulos mas tristes e inicuos en  la historia reciente de las  CC.OO de Cataluña, confirma la distancia existente entre la línea oficialista y acomodada de la dirección del sindicato y una parte de la representación sindical y militancia de base de la organización, decidida y luchadora, dispuesta a no doblegarse ante las injusticias y los despotismos de la patronal. El reciente acuerdo, de carácter extrajudicial, alcanzado entre la dirección de la empresa y CC.OO, logra la readmisión de los cuatro delegados sindicales despedidos  tras un proceso de negociación complicado y tosco. No por ello, los cuatro compañeros de CC.OO  de SAS-VDO dejan de unirse  a la larga lista de represaliados del sindicato. Se unen a los compañeros de la Federación de Sanidad de Castilla y León, a los compañeros de la  Federación de Alimentación de Valencia, a los compañeros de la Federación de Hostelería de Aragón o a los compañeros de la Federación del Metal de Madrid y se unen, en un caso similar, a  nuestro compañero del Sector Crítico de Andalucía, Francisco Javier Fernández Casas («Kiko»), Secretario General del Sindicato Provincial de Comunicación y Transporte de Córdoba, expulsado de CC.OO por convocar una Huelga legal en Telefónica en abril de 2.002, a petición de la propia Sección Sindical de CC.OO de la empresa y en protesta por la intención de la multinacional de querer despedir a 15.000 trabajadores. La sanción al compañero Kiko, que le fue impuesta en enero de 2.004, año y medio más tarde, y que fue revocada por la Justicia en mayo del mismo año, escondía sus verdaderos motivos en  boicotear e impedir  al compañero Kiko presentar su candidatura a Secretario General de la Unión Provincial de Córdoba, dejándole fuera de un Congreso con grandes posibilidades de conseguir la mayoría.

En el caso de SAS-VDO uno no logra certificar y comprender los verdaderos intereses que han movido a los máximos responsables de la Federación Minerometalúrgica de Cataluña en perseguir y reprimir con tanta saña y hostilidad cainita a los cuatro compañeros de CC.OO de SAS-VDO, despedidos  con el aval de la Federación y del Sindicato Comarcal del Baix Llobregat, que disuelven  la Comisión Ejecutiva de la Sección Sindical  y la sustituyen por una Comisión Gestora, que prestan ayuda documental y verbal a la dirección de la empresa en el juicio por la demanda de huelga ilegal, juicio que ganan nuestros compañeros, obteniendo a cambio el desagravio de ser suspendidos de afiliación y la apertura de un expediente disciplinario con la intención de expulsarlos del sindicato. Tal cúmulo de despropósitos solo hace empañar la imagen del sindicato y el compromiso de nuestro sindicato con los trabajadores, poniendo en peligro la democracia y la pluralidad interna del sindicato y debilitando nuestra capacidad de respuesta ante la patronal al intentar apartar de la organización a hombres y mujeres muy capacitados sindicalmente y a pesar de ello, perseguidos y reprimidos por mostrar una sensibilidad política y sindical determinada.

La historia del conflicto en SAS-VDO, proveedora de Seat, dedicada a la elaboración de los «cockpit», es decir, el tablero de mando del automóvil,  representa un peldaño más en la escalada represiva de la patronal, conjugando maniobras judiciales  descaradamente ilegales con la puesta en practica de duras medidas empresariales de corte neoliberal como la contratación de personal  eventual mediante ETT´S, la fractalización de las relaciones laborales al crear una clara división entre trabajadores de primera y de segunda o la derivación de la situación en un caso de deslocalización a 2 kilómetros. El incumplimiento sistemático de la empresa del acuerdo del 29 de noviembre de 2.004, referente al  traslado de 120 trabajadores a la planta de producción de Martorell y que establecía que un mínimo de un 70 % del personal desplazado perteneciera a la línea afectada, se asentaba en la intención de la empresa de dejar fuera del acuerdo a trabajadores con problemas de salud por enfermedad laboral, reducciones de jornada y a trabajadores sindicalmente comprometidos. En conjunto,  unos 50 trabajadores que quedan al margen del acuerdo, siendo sustituidos por  personal eventual con condiciones laborales y económicas inferiores. Y aprovechando la coyuntura, se deslegitima y desmiembra  al Sector Crítico de CC.OO de la empresa y se propicia  una correlación de fuerzas más favorable al Sector Oficialista. Radica aquí, seguramente, la explicación de la incompresible y desafortunada actuación desde la dirección de la Federación Minerometalúrgica de CC.OO en Cataluña.

La aprobación en referéndum por parte de la plantilla de SAS-VDO de la elaboración  de un calendario de movilizaciones, con un 82 % de votos favorables a la movilización, confirma el apoyo social del que gozaba el Comité de Empresa. La huelgas del 19 de mayo y del 2 de junio son seguidas de forma mayoritaria  a pesar de la trabas impuestas por la dirección de la empresa, ofreciendo, por ejemplo, 100 euros por ir a trabajar o mediante contratación ilegal de personal, saltándose de forma impune el derecho a la huelga y la Ley de Procedimiento Laboral que en su Articulo 6.5 prohíbe la contratación de personal no vinculado a la empresa durante el ejercicio legal de huelga con el objetivo de sustituir a los trabajadores que secundan el paro laboral. Asimismo, limitar el derecho a la huelga y la sustitución  empresarial de trabajadores en huelga es calificada como inflación muy grave y castigada duramente incluso con penas de prisión de seis meses a tres años y multas de seis a doce meses, como así estipula el Articulo 315 del Código Penal. En este sentido, cabe destacar la resolución sancionadora emitida por la Inspección de Trabajo contra la dirección de la empresa el pasado mes de julio.

Curiosamente, la huelga del 2 de junio no sólo fue declarada ilegal por la dirección de la empresa sino que es desautorizada un día antes desde la Comisión Ejecutiva de la Federación en una polémica y discutida resolución, que califica la convocatoria de huelga como «inoportuna e irresponsable» y de esconder intereses y objetivos «ocultos» e «inconfesables» al conjunto de la plantilla de SAS-VDO. Asimismo, la resolución denuncia «no haber consultado» a afiliados y plantilla sobre la convocatoria de huelga y subraya que «la empresa SAS-VDO está aplicando los acuerdos del 29-11-04 sobre el trasvase de  la plantilla de la línea 2 del centro  de Abrera a  Martorell». 

Así, el 22 de junio, la dirección de SAS-VDO, con el beneplácito de  una mayoría de la Comisión Ejecutiva de la Federación y la legitimación que le otorga una resolución tan subjetiva y partidista como  inverosímil, despide a siete miembros del Comité de Empresa (cuatro de ellos, de CC.OO)  y aplica sanciones disciplinarias a afiliados de CC.OO en la empresa. Por su parte, la Federación rechaza asesoramiento legal hacia los afiliados expedientados y la utilización del Gabinete Jurídico de CC.OO. A su vez, la Secretaria General de la Sección Sindical disuelta es destituida como responsable de Salud Laboral del Sindicato Comarcal del Baix Llobregat. El principio de acción y reacción alimentando una situación insostenible y kafkiana.

El 20 de julio se celebra el juicio por la demanda de huelga ilegal interpuesta por la dirección de SAS-VDO. A las puertas del Juzgado de Instrucción  nº24 de Barcelona se concentran numerosos afiliados y representantes sindicales de CC.OO que muestran su apoyo a los compañeros inculpados. La creación de una caja de resistencia y de los bonos de ayuda de 5 euros desde el PSUC viu, impulsa la solidaridad hacia los representantes del Comité de Huelga despedidos, los cuales, no cobran prestación por desempleo alguna y  no por ello dejan de asistir diariamente a la fábrica a reivindicar y defender su puesto de trabajo. En paralelo, se redactan resoluciones y comunicados de apoyo procedentes del mundo del trabajo y desde las formaciones políticas de la izquierda transformadora. En el ámbito municipal y en ayuntamientos como el de Hospitalet de Llobregat, el grupo político de ICV-EUiA presenta mociones exigiendo y solicitando la readmisión de los despedidos.

El 22 de septiembre, el Consejo de la Federación Minerometalúrgica de CC.OO de Cataluña aprueba un Informe General que no hace referencia al conflicto laboral de SAS-VDO, votándose una resolución por separado no muy favorable con la Sección Sindical de CC.OO de la empresa y con los cuatro delegados  despedidos, recabando, como es obvio, el voto negativo del Sector Crítico. Las peticiones de miembros de la Comisión Ejecutiva y del Consell Nacional de la CONC por forzar una votación sobre el conflicto y propiciar la discusión y el debate interno se encallan y  topan con el cierre de filas del Sector Oficialista. La sinrazón es tal que incluso se rechaza la convocatoria  de un Consell Nacional extraordinario, mecanismo recogido en los estatutos de la CONC y que es utilizado por primera vez en la historia de las CC.OO de Cataluña. De igual manera, el debate es inexistente en las secciones sindicales de empresa ya que de forma tácita se alude al conflicto de SAS-VDO como algo «ajeno» que se debe  resolver en los órganos de dirección  de  la Federación.

En octubre, la sentencia favorable al Comité de Huelga de SAS-VDO en relación a la demanda por huelga ilegal supone un punto de inflexión y una clara e incontestable victoria del Comité de Huelga represaliado, dejando en entredicho la errónea y vil estrategia de acoso y derribo de la dirección de la empresa, y ahondando en la necesidad de concretar un acuerdo entre sindicato y empresa y  así posibilitar una salida negociada que conlleve la readmisión de  los miembros de CC.OO  despedidos. 

En clave interna, los compañeros represaliados obtienen una nueva victoria sin precedentes en la historia de nuestro sindicato: la Comisión de  Garantías de la  CONC  decide, por unanimidad, decretar la nulidad de la disolución de la Comisión Ejecutiva de la Sección Sindical de SAS-VDO y su sustitución por una Comisión Gestora, requiriendo a la Federación la restitución del órgano de dirección de la Sección Sindical. La situación, inédita hasta la fecha, provoca la reacción de la Federación Comarcal del Metal del Baix Llobregat, decidiendo de manera ominosa no aplicar la resolución de la Comisión de garantías y suspender de afiliación  a los diez miembros del órgano de dirección de la Sección Sindical y a un representante del Comité de Empresa no perteneciente al mismo. La apertura de un expediente disciplinario persigue la expulsión del sindicato de los miembros de la Sección Sindical discriminados y represaliados, objetivo y finalidad carentes de un mínimo de pruebas lógicas y concluyentes. 

La suspensión del segundo juicio a celebrar el 15 de noviembre, que debía discernir sobre la nulidad o el carácter improcedente de los despidos acelera una necesaria y obligada negociación. Finalmente, el 21 de diciembre, CC.OO publica un comunicado de prensa anunciando la readmisión  de los cuatro delegados del sindicato merced a un acuerdo extrajudicial entre la dirección de SAS-VDO y CC.OO, «posible por la insistencia de CC.OO, que desde el primer momento planteó la readmisión de estos trabajadores». Un comunicado que ignora o prefiere no mencionar que a fecha de la publicación del mismo, los miembros del Comité de Huelga continúan despedidos y que aún no se ha concretado un acuerdo de carácter jurídico entre los afectados y la dirección de SAS-VDO. En efecto, el comunicado emitido por el sindicato se sustenta en la existencia de un acuerdo político entre  la Federación y la dirección de la empresa y cuya difusión precipitada pone en serio peligro el éxito definitivo de un proceso de negociación que culminará finalmente con la readmisión de los despedidos el 16 de enero. Del «fuego amigo» a la reconciliación, del destierro y del exilio a la readmisión y rehabilitación, a los bondadosos pero aún ensordecedores y chirriantes martillos de la paz.

Sin duda, y a la vista de lo acontecido, urge una reflexión serena y objetiva en el sindicato y en la Federación Minerometalúrgica de Cataluña. En 2.006, las elecciones sindicales pulsarán y determinarán el grado de influencia de nuestro sindicato en los centros de trabajo. Como miembros del Sector Crítico, nuestro trabajo sindical ha de encararse y dirigir sus miras en integrar y fortalecer las candidaturas de CC.OO de cara a las próximas elecciones sindicales y con ello, poder influir en la política y en los órganos de dirección del sindicato. Nuestro compromiso por unas CC.OO de clase y democráticas sigue siendo vigente y tan firme como siempre.