Scilingo no es de este reino. Si lo fuera, sería tal vez condecorado como los generales marroquíes Hamidu Laânigri y Hosni Bensliman «honrados» con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica por el gobierno español días antes de la última visita del rey Juan Carlos al reino de Marruecos en enero pasado. […]
Scilingo no es de este reino. Si lo fuera, sería tal vez condecorado como los generales marroquíes Hamidu Laânigri y Hosni Bensliman «honrados» con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica por el gobierno español días antes de la última visita del rey Juan Carlos al reino de Marruecos en enero pasado.
El capitán de la Armada Argentina Adolfo Scilingo fue condenado en Madrid a 640 años de cárcel por participar en dos «vuelos de la muerte» con el resultado de 30 muertos, por detenciones ilegales y por torturas…
Los generales marroquíes condecorados son señalados por su implicación directa o indirecta en delitos de secuestros, asesinatos, detenciones ilegales y torturas. Eran, y son todavía, altos oficiales del ejército real marroquí y dos altos responsables de dos cuerpos de seguridad civil y militar durante los años de represión salvaje que conoció Marruecos bajo el reino de Hassan II. Son sobradamente conocidos por sus víctimas que siguen todavía con vida, por los defensores de Derechos Humanos dentro y fuera de Marruecos y por la opinión pública y publicada en el país «vecino». Encabezan la lista elaborada por la Asociación Marroquí de DD.HH. en 2001 con los nombres y apellidos de 45 altos funcionarios civiles y militares implicados en violaciones graves de DD.HH.
Delitos que pueden ser investigados y juzgados en España porque muchas de sus víctimas saharauíes tenían probablemente la nacionalidad española en la fecha de su detención o desaparición. Pero han sido honrados por el gobierno español en un momento en que Marruecos vive un fuerte debate público y una lucha jurídica y política contra la impunidad, por la verdad y la justicia como primer paso hacia una verdadera democracia.
El gobierno actual de España esta apoyando una falsa transición hacia una falsa democracia en Marruecos, y el discurso sobre la «alianza de civilizaciones» es una simple ocurrencia demagógica oportunista, porque en su política exterior practica una alianza de las cloacas estatales, centros de tortura y fosas comunes. Sólo hay que ver como está mendigando el perdón y los favores de G. Bush. La razón de Estado es, además de delictiva, una razón de alta hipocresía y cinismo. En el caso del PSOE es una razón de alta traición a sus siglas y a buena parte de su historia y su base social. Lo llamativo es el silencio de la otra izquierda española que todavía no ha dicho nada sobre lo publicado en el B.O.E. el día 15 de Enero pasado. Al parecer, condecorar a dos altos Scilingos del reino amigo no entra en su catálogo de lo condenable. La izquierda española sigue practicando una solidaridad «internacional» a la carta muy fina y muy selecta. Lamentable.