La seguridad es hoy gran caja de Pandora, como aquella que ésta recibió de Júpiter. Siendo un bien, encierra en su interior cuantiosos males, que se dispersan entre los humanos si algún Epimeteo tipo Bush la abre torpe y torticeramente. En nombre de la seguridad, el citado firmó más sentencias de muerte que ningún […]
La seguridad es hoy gran caja de Pandora, como aquella que ésta recibió de Júpiter. Siendo un bien, encierra en su interior cuantiosos males, que se dispersan entre los humanos si algún Epimeteo tipo Bush la abre torpe y torticeramente. En nombre de la seguridad, el citado firmó más sentencias de muerte que ningún otro Gobernador de los 50 Estados de USA, luego invadió Irak violando el Derecho Internacional, la vida de miles de sus soldados, y la de cientos de miles de iraquíes, entre otros muchos males y desafueros. En nombre de la misma, el citado ha pisoteado la gran tradición de garantías de su país, con guantánamos, abusghraib, asesinatos de mujeres y niños por marines enloquecidos, torturas, discriminaciones, «tribunales» como los consejos de guerra de Franco. Finalmente, y tras parodia de juicio, el linchamiento de Saddam Husein, no más criminal que muchos de sus protegidos dictadores árabes, y al que dieron, en su día, armas y carta blanca para cometer los crímenes por los que ahora le han ahorcado, antes que pudiera desvelar ese apoyo «occidental» a sus crímenes de lesa humanidad.
En nombre de la seguridad antiterrorista, el PP españolísimo (los demás somos españoles de segunda o de tercera, y además no amamos la Constitución como ellos) intenta engañar a la opinión pública de acá, y hasta llega a decir, valga un solo ejemplo, que el Gobierno actúa «unido» a ETA: palabras de Basagoiti, líder del PP en Vizcaya, el martes 9. Es terrible que, obsesionado por ganar las Elecciones –gobernar significa poder, esto es, imponer a los demás tu voluntad; y significa manejar el dinero público, tanto cuanto las conexiones con el dinero privado– el principal partido de la Oposición trate de rentabilizar el bárbaro atentado de Barajas, igual que antes ha puesto todas las piedras que ha podido en el camino del proceso de paz. Hay algo que, o el PP desconoce, y serían ignorantes supinos, o que intentan esconder a los ciudadanos: un terrorismo sin apoyo de una parte de la población es asunto policial, de orden público; un terrorismo con apoyo de parte de la población es un asunto político de primer orden (sin excluir sus dimensiones jurídicas). Lo aprendí en El Salvador y Guatemala, lo hemos visto reiteradamente en el Ulster o Sudáfrica. Mas el PP no quiere permitir al Gobierno hacer política. Lo que es traicionar al país, por más que llamen traidores a los demás. ¿Y saben dónde empieza, o se decide, posiblemente (uno no opina, analiza) la feroz bomba de Barajas?: en la sentencia que condenó a casi 13 años a De Juana Chaos, para impedir que saliese de la cárcel. Sentencia casi huérfana de prueba, y regida por el no jurídico principio de oportunidad, en vez de por el de legalidad, sentencia «política», acomodada a cierta «opinión publicada». Ejemplo modélico del inadmisible «Derecho Penal de autor», como el juicio de Saddam.