Ayer viernes se inauguró el IX Encuentro de Solidaridad con Cub Ayer viernes se inauguró el IX Encuentro de Solidaridad con Cuba que reune hasta el próximo domingo, en Las Palmas de Gran Canaria, a unos cien delegados pertenecientes a 40 Asociaciones y colectivos que trabajan en el campo de la Solidaridad con ese país […]
Ayer viernes se inauguró el IX Encuentro de Solidaridad con Cuba que reune hasta el próximo domingo, en Las Palmas de Gran Canaria, a unos cien delegados pertenecientes a 40 Asociaciones y colectivos que trabajan en el campo de la Solidaridad con ese país en el Estado Español.
En el acto inaugural y junto con los representantes de las organizaciones que convocaban el Encuentro, la intervención de Cuba estuvo en manos del presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Sergio Corrieri, quien detalló en su discurso no sólo las acciones de solidaridad internacionalista de la Revolución Cubana sino la voluntad del Gobierno de Cuba de seguir defendiendo las luchas de los pueblos en el mundo. Para Corrieri la solidaridad es un valor máximo de la cultura y un requisito indispensable para la sobrevivencia de una humanidad que hoy más que nunca se encuentra amenzada por la ambición de poder y riqueza de una minoría».
¿Qué valoración hace el ICAP de este tipo de eventos? para el movimiento de Solidaridad para el proceso revolucionario que se vive en Cuba?
Los Encuentros, hay que decirlo, se han convertido en un elemento fundamental para el desarrollo de la solidaridad. Hoy en día Encuentros nacionales de Solidaridad se hacen en docenas de países de América Latina, de Asia y de Europa en los que son muchos los grupos que se dedican a este trabajo.
Nosotros, como ICAP, tenemos la oportunidad de dirigirnos a todos al mismo tiempo, podemos discutir ideas y transmitirles nuestros conceptos, nuestros análisis a todos ellos al mismo tiempo.
Pero además de eso, los Encuentros de Solidaridad son la vía de conocer las iniciativas que desarrollan los distintos colectivos de un país y de tener constancia de que somos muchos; de saber que hay gente valiosa y sensible que está trabajando en la Solidaridad con Cuba. Esto, sin duda, nos nutre y nos refuerza en la voluntad de continuar la lucha.
Estamos en un momento de vital importancia en la esfera internacional, donde los movimientos sociales y las alternativas soberanistas se están abriendo paso en el panorama político latinoamericano pero donde Estados Unidos se empeña en ejercer cada vez más la violencia como forma de presión y de control en el mundo. ¿Cómo se proyecta Cuba en este escenario?
Hay una divisa histórica que es real y que dice que las grandes soluciones siempre salen de las grandes crisis. El mundo está en una crisis muy peligrosa porque parte de una fuerza muy poderosa que es el imperialismo, que, aunque está acorralado todavía tiene posibilidades de actuar y de hacer mucho daño.
Es claro que los estertores de la muerte del imperio pueden ser terribles para la humanidad, pero es que, frente a eso, los pueblos están llegando a su límite. Los pueblos, en América Latina por ejemplo, ya no aguantan más y no por influencia de Cuba o de Venezuela sino por influencia de su propia realidad. Eso es lo que está pasando en Ecuador, en Perú y lo que ha pasado en Bolivia, países en los que la desigualdad y la falta de futuro de la población son tan ofensivos que lo único posible es buscar soluciones.
En esos casos, los pueblos las buscan y si no las encentran en los partidos políticos, lo hacen en los movimientos sociales; lo único cierto es que no se quedan quietos.
Por supuesto, constatar esta corriente no significa que todo esté hecho pero sí pone de manifiesto que los Gobiernos que están surgiendo son Gobiernos más independientes, que no son del todo indiferentes a las enormes necesidades de sus pueblos, que no aceptan sumisamente lo que los norteamericanos le quieren imponer. Estos nuevos Gobiernos le están diciendo que no a Estados Unidos cuando este país pretende que los ejércitos nacionales vayan a entrenarse a la Escuela militar de las Américas, le están diciendo que no a la propuesta del ALCA.
En definitiva, lo que observo es que se están viendo, en todo el continente latinoamericano, signos de responsabilidad nacional y signos de independencia política que no son más que el producto de la resistencia de los pueblos que están buscando soluciones para sus vidas y, sin duda, la van a encontrar.
En función del panorama que ha dibujado, ¿podría decirse que para Cuba este es el mejor momento para desnudar al imperialismo y mostrar su verdadera cara?
El descrédito del imperialismo, el descubrimiento de sus falacias, de sus engaños lleva a muchas personas a fijarse en otra alternativa, a fijarse en Cuba. Al principio lo hacen con una mirada curiosa, porque es la antípoda del imperialismo pero luego descubren cosas que las llevan a vincularse al movimiento de solidaridad.
Cuba lleva casi 48 años sufriendo las consecuencias del imperio, conociendo sus mecanismos, sus entrañas, sus formas de proceder y no nos cansamos de denunciarlo en todas partes, en todas las tribunas.
La diferencia que tiene este momento es que los oídos que nos escuchan son ahora mucho más receptivos porque la Administración de George Bush, con su doctrina de guerras preventivas que los lleva a atacar o invadir países y con la impunidad que la lleva no disimular siquiera su falta de respeto por la democracia, está poniendo al mundo en serio peligro. La historia le ha puesto trampas al imperio y el imperio ha caído en ellas, dejándonos ver sus contradicciones y su insostenibilidad.
La globalización, por ejemplo, pese a su marcado carácter mercantilista e imperialista, ha posibilitado que la información alternativa fluya y esté al alcance de mucha gente, a la que antes era más fácil manipular. Esta es la coyuntura que no debe desaprovecharse.
El continente africano, muy próximo además a Canarias, la sede de este IX Encuentro de Solidaridad con Cuba, ha vivido de manera trágica la expresión del imperialismo europeo y ahora se enfrenta a la pugna entre éste y la penetración que los Estados Unidos quieren desarrollar. ¿Qué análisis se hace en Cuba de la situación de África y cómo se proyecta la presencia cubana allí? Cuál es el trabajo, la presencia de Cuba en Africa y cuál es su reflejo si es que lo hay?
La presencia de Estados Unidos en África y su ofensiva en los últimos tiempos es clara y sus propósitos también. El imperialismo norteamericano codicia el petróleo africano, sus diamantes, sus minerales porque sabe que las reservas combustibles que necesita para sus excesos están en ese continente.
Además, cada país africano representa un voto en la Asamblea de Naciones Unidas y en el Consejo de Seguridad y esos votos son imprescindibles para legitimarse en el mundo.
En cuanto a Cuba, nosotros tenemos dos termómetros para medir la trascendencia del trabajo que se ha hecho en Africa. Uno es la votación en la Asamblea General cuando se trata el tema del bloqueo a nuestro país en la que los países del continente se pronuncian unánimemente en contra de la política de los Estados Unidos. La otra es la votación en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, donde la presión norteamericana sobre los representantes africanos, incluso a nivel de presidentes de Gobierno, es infinita.
Sin embargo, salvo dos excepciones, todos los países africanos votan en esa Comisión con Cuba y contra las resoluciones que estados Unidos pretende imponerles.
Ese vínculo de Africa con Cuba es histórico pero también es un vínculo forjado con la sangre de los cubanos que han luchado y muerto por la independencia de Namibia, Cabo Verde, Sudáfrica, Angola y también de los que dedican parte de su vida a curar y a enseñar aunque sea en medio de la selva.
Nosotros no podemos darle nada material a Africa, pero sí podemos darle apoyo humano a sus gentes y ese lazo es inquebrantable.
* M.L.Gonzalez es miembro de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos