El pasado día 29 de septiembre una parte muy importante de la clase obrera secundó la Huelga General. Se rompió así la «paz social» de estos años y se salió a la calle a exigir la derogación de la reforma laboral y el pensionazo, repudiando las medidas antisociales impuestas por el gobierno del PSOE. Hay […]
El pasado día 29 de septiembre una parte muy importante de la clase obrera secundó la Huelga General. Se rompió así la «paz social» de estos años y se salió a la calle a exigir la derogación de la reforma laboral y el pensionazo, repudiando las medidas antisociales impuestas por el gobierno del PSOE.
Hay por tanto que felicitar a todos los trabajadores/as que, pese a las presiones y amenazas, fueron a la huelga; a los/as que formaron parte de los piquetes; a los que multitudinariamente se manifestaron por la tarde. El 29S ha sido por encima de todo un gran paso de los trabajadores/as, que ha superado con creces las expectativas.
Los recientes datos oficiales sobre el paro nos dan de nuevo la razón a quienes hicimos la huelga. En los meses que lleva en vigor la reforma laboral sigue creciendo el desempleo y cerca del 92% de los contratos que se realizan son temporales.
A quienes señalamos una y otra vez que con un solo día de huelga no se podía esperar que este Gobierno, que actúa al dictado del FMI y la Unión Europea, (y en torno a un ataque también a nivel europeo) «rectificara» sin más, no nos sorprenden las manifestaciones de Zapatero tras la huelga, insistiendo en que «las opciones fundamentales de nuestra política económica y de reformas se van a mantener».
Pero el gobierno no solo dice que va a mantener la reforma y el pensionazo, sino que además presenta los Presupuestos Generales del Estado más restrictivos de las últimas décadas. Dan un nuevo tijeretazo a las inversiones en infraestructuras, a la educación, a la sanidad y a las partidas de dependencia. Aumenta las dotaciones al FOGASA para facilitar más los despidos, al tiempo que reduce los fondos para el paro (bajan por primera vez en 8 años), justo cuando más parados/as hay. Esos recortes del Presupuesto van a repercutir sobre las finanzas locales, lo que implica, como ya estamos empezando a ver, impagos a empleados y contratas municipales, recortes salariales en las empresas públicas y más despidos.
Y todo ello para seguir beneficiando a los banqueros y especuladores. Más del 18% (la segunda partida de gastos en los Presupuestos) está dedicado a pagar intereses de la deuda.
Ni un paso atrás
El veredicto de millones de huelguistas, incluyendo los afiliados de CCOO o UGT que formaron parte de los piquetes y las manifestaciones, fue claro: rechazamos la política antisocial del Gobierno y queremos la retirada la reforma laboral , del pensionazo y de todo el ajuste, porque no queremos que la crisis la paguen los trabajadores/as
Pretender reconducir la actual situación al «diálogo social», mientras prosigue con su batería de medidas de guerra social, es la maniobra infame del Gobierno. Pero que las direcciones de los llamados sindicatos institucionales acepten entrar a ese juego es hacer lo opuesto a lo que reclamamos millones de huelguistas en la calle, sería una verdadera estafa a la huelga general
Por eso, como hemos venido diciendo, no hay mesa ante la que sentarse ni nada que negociar mientras el Gobierno no retire la reforma laboral y desista de la reforma de las pensiones. Esa debe ser la exigencia de todos los trabajadores/as a los dirigentes de CCOO y UGT. Y más aún, si el Gobierno no da marcha atrás, debe haber una nueva convocatoria de huelga general.
Volveremos a salir a la calle
Las organizaciones que formamos parte de la Plataforma «Hay que pararles los pies» nos hemos comprometido desde el principio en darle continuidad a esta lucha hasta lograr los objetivos.
Llamamos a todos los trabajadores/as a no bajar la guardia y continuar la movilización. En ese camino hemos acordado las siguientes iniciativas:
1º.- Convocar una jornada de lucha para el próximo 24 de Noviembre, coincidiendo con la huelga general en Portugal y que tienda a converger en una gran jornada de lucha europea, a la que emplazamos a CCOO y UGT a sumarse. El calado de esa jornada de lucha se irá determinado por empresas y sectores y culminará en una manifestación central por la tarde.
2º.- Con el fin de impulsar la jornada de lucha, convocar una nueva asamblea de delegados/as y trabajadores/as.
3º.- Colaborar en todo lo posible para que, de común acuerdo con el resto de organizaciones sindicales y sociales con las que mantenemos un trabajo común, podamos darle carácter estatal a la jornada del 24 de noviembre.
4º.- Desde las empresas, centros de estudio, barrios, etc., impulsar reuniones y/o asambleas, donde se hagan pronunciamientos exigiendo de todos los sindicatos un plan de lucha y una nueva convocatoria de huelga general si el Gobierno no retira la reforma laboral y el pensionazo.
5º.- Seguir dirigiéndonos a otros sindicatos y organizaciones sociales para invitarles a formar parte de esta plataforma unitaria.
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