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Siempre que el PSOE se hunde nace una Nueva Izquierda

Fuentes: Rebelión

Invariable. Con la precisión de un reloj suizo hecho en China. Con escrupulosa exactitud. No falla (aunque sea barato). Basta la marca. Lo decía Galbraith: la memoria de los timos piramidales dura una generación. Aquí, con tan poca memoria para la historia democrática, olvidamos también más deprisa. Y ahí tenemos otra vez el mismo guión […]

Invariable. Con la precisión de un reloj suizo hecho en China. Con escrupulosa exactitud. No falla (aunque sea barato). Basta la marca. Lo decía Galbraith: la memoria de los timos piramidales dura una generación. Aquí, con tan poca memoria para la historia democrática, olvidamos también más deprisa. Y ahí tenemos otra vez el mismo guión gastado. Ahora esa izquierda dice que es abierta. Antesdeayer, carrillista. Ayer era el PDNI. De ahí vino Diego López Garrido. El que dijo como portavoz del PSOE que no hacía falta someter a referéndum la reforma del artículo 135. El derecho constitucional también es muy abierto. Como esa izquierda. Lejos de nosotros la funesta manía del chiste fácil.

Cada vez que al PSOE le crujen las costuras surge una Nueva Izquierda. De sus crisis, el PSOE no sale nunca por la izquierda, con una propuesta ideológica que logre enamorar a una ciudadanía hastiada de las mismas caras diciendo lo mismo o caras diferentes diciendo igualmente lo mismo. De las crisis sale renunciando al marxismo, defenestrando a Borrel, gritando a los cuatro vientos su fe atlantista y europeísta y, sobre todo, trayendo a sus filas a gentes provenientes del entorno ideológico allende sus filas. Vamos, del entorno del PCE y, ahora, de Izquierda Unida. Si sube la izquierda no socialdemócrata ¿para qué demonios hicimos una transición y una ley electoral tan amañada?

Ahora entendemos mejor el artículo de Baltasar Garzón defendiendo a Felipe González y la Transición. Estas cosas se anuncian un día pero se gestionan paso a paso. Siempre hay que hacer gestos de buena voluntad. Entonces, viene el juez Garzón y dice que Felipe González ya no es Mister X sino que es un hombre preclaro de esos que aparecen solamente una vez cada cien años. Como decía Neruda de Bolívar. Y de paso, rescata también a Fraga. Las estrellas brillan mucho porque están acabándose. Por eso, con una mano exhumas fosas y con la otra insultas la memoria de las víctimas -las que murieron luchando contra el fascismo y su promesa de dictadura- diciendo que Fraga nos hizo a todos más demócratas. Así no salimos del foso en el que estamos.

Por qué Llamazares deja a su «entorno» hacer todo esto no lo entiendo. Es uno de los escasos referentes de la izquierda, pero parece empeñado en tirar por la borda lo construido. Los intentos desesperados del «entorno» por hacerse un hueco terminan dando la sensación de que él también está desesperado. Aunque en estos asuntos, hablar del «entorno» es peligroso. Por culpa del entorno se cerraron periódicos y se encarceló y torturó a gente. Luego vinieron los jueces europeos a decirnos que eso no se hace. Pero esa Europa es menos atractiva. No entiende nuestros entornos. Los entornos son lábiles, como la opinión pública, la mayoría silenciosa o la intención de voto. Cambian con el viento. ¿Cómo que el rector de la UCM, José Carrillo, se acerca al PSOE? No. Siempre lo ha sido. ¿Cómo es que se acerca al PSOE quien ha sido asesor del PSOE? Es curioso ver cómo los que ya estaban vuelven a estar sin haberse ido. Bucles curiosos. ¿Por qué no anunciar que Rubalcaba vuelve al partido? Las necesidades de los entornos todo lo enturbian. Estas cosas siempre se pactan en grupo. En un momento de crisis tan recia ¿tiene nadie derecho a ser tan chapucero? Los entornos ya no son lo que eran. Enrique Curiel se hizo enterrar con la bandera del Partido Comunista. El PSOE no le dejó ser diputado pese a habérselo prometido. La dirección del PCE no fue al sepelio. El PSOE traicionó sus promesas. ¿Es que no vemos que tenemos que cambiar esta manera de hacer política?

Claro que hay que unir a la izquierda. En eso anda buena parte de la gente decente de este país. Pero operaciones de mercadotecnia como la que ha puesto en marcha el «entorno de Llamazares» frenan los análisis e impiden la autocrítica. Cansa. ¿Otra vez darle cuerda a un PSOE cuya máxima renovación viene de gente que nunca ha trabajado fuera de la política -basta mirar los cambios en Andalucía- o de gente que desde hace décadas está trabajando en la política? Con esta dirección del PSOE que firmó con el PP la reforma del artículo 135 y no ha mostrado ni asomo de enfrentar radicalmente a la Troika ¿qué lejos quiere llegar nadie que se sitúe en espacios reales de transformación? Otra vez, como viene siendo común desde 1975, el PSOE se alimenta ideológicamente sólo del miedo que despierta el PP. El fin del guión suena manido: los dos grandes partidos pactando la continuación del bipartidismo, la sumisión a los mandatos europeos, la continuación del Concordato, los recortes sociales, las leyes contra los inmigrantes o la defenestración de los federalistas (que Alfonso Guerra ya ha hablado). ¿O no llevamos 30 años diciéndole al PSOE que los asuntos de España se solventaban de manera federal? Maldita mala memoria.

El que no haya ido a votar con la nariz tapada nunca que tire la primera piedra. O que vuelva a tocar la misma puerta donde viven los que no pueden sino volver a hacer lo mismo que vienen haciendo. ¿O alguien cree que basta estar fuera del poder para realmente cambiar los presupuestos ideológicos? Esos los cambian la necesidad de los pueblos. Anden pues con cuidado: de tanto taparse la nariz al final surgen graves problemas respiratorios que pagamos todos.

Blog del autor: http://www.comiendotierra.es/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.