Cuando el ejemplo de la Revolución Cubana amenazaba con extenderse por toda nuestra América, en el Ecuador hubo una serie de atentados con bombas contra las iglesias católicas, especialmente de la serranía. La «prensa libre» señaló de inmediato al culpable mediante el siguiente silogismo macabro: Los comunistas son ateos, la iglesia católica es su enemiga, […]
Cuando el ejemplo de la Revolución Cubana amenazaba con extenderse por toda nuestra América, en el Ecuador hubo una serie de atentados con bombas contra las iglesias católicas, especialmente de la serranía. La «prensa libre» señaló de inmediato al culpable mediante el siguiente silogismo macabro: Los comunistas son ateos, la iglesia católica es su enemiga, por lo tanto, ellos colocan las bombas. El silogismo verdadero era: Los comunistas son revolucionarios, el imperialismo busca impedir la revolución, luego el imperialismo pone las bombas para desacreditarlos.
En ese entonces, de nada valía argumentar que el terrorismo es contrarrevolucionario, el peso de la propaganda lo anulaba todo. La verdad deslumbró a los lectores crédulos de la prensa amarilla cuando Phillip Agee publicó su libro Inside of the Company, en cuyas páginas se relataba cómo la CIA había retorcido la historia del Ecuador mediante estos atentados. Lo mismo debe pasar ahora con el criminal ataque a las oficinas de la revista satírica Charlie Hebdo, que los verdaderos culpables se van a descubrir muy tarde o, tal vez, nunca.
Lo más probable es que los culpables de este aberrante y abominable delito sean los servicios secretos del imperialismo mundial globalizado, IMG, que busca fomentar la intolerancia y el odio racial, para exacerbar las diferencias religiosas entre los europeos musulmanes y los de otras confesiones, con el propósito de allanar el camino para la instauración de regímenes de corte fascista en Europa, tal como lo hizo ya en Ucrania. Todo esto fue planificado por seres con mentalidad diabólica, represiva y totalitaria, que buscan conservar la hegemonía del IMG en peligro de perderse ante la fortaleza del BRIC y otras organizaciones regionales de cooperación.
Lo que pasó pudo ocurrir de dos maneras: Los agentes del IMG manipularon a los miembros del Estado Islámico, EI, para que realicen estos atentados y dejen huellas que los culpabilicen; o, los miembros del EI los realizan por cuenta propia, pues se han despechado de prestar servicios para el IMG a lo largo del mundo.
¿Se exagera? ¡No! Según el canciller ruso Lavrov la cooperación entre los terroristas se extiende por todo el mundo: «Esos dos hermanos que atacaron la oficina editorial de la revista en París dominaron el «arte del terror» en Siria, luchando, por cierto, junto a quienes intentaban derrocar a Bashar al Assad con el apoyo de nuestros colegas de Occidente»; y el vicepresidente norteamericano Joe Biden afirmó ante los estudiantes de la Universidad de Harvard que el EI no había aparecido por arte de magia sino que la Casa Blanca y sus aliados «estaban decididos a acabar con el Assad. ¿Qué hicieron? Enviaron cientos de millones de dólares y decenas de miles de toneladas de armas a todo el que quisiera luchar contra Assad. Lo malo fue que las organizaciones que estaban siendo así suministradas eran al Nusra, Al Qaeda y elementos extremistas yihadistas procedentes de otros lugares del mundo».
El ex subsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, Paul Craig Roberts, va un poco más allá y sostiene que este ataque terrorista es una operación de bandera falsa «diseñada para mantener a Francia como Estado vasallo de Washington», que «la policía encontró el documento de identidad de Said Kouachi en la escena del tiroteo. ¿Les suena familiar? Recuerden que las autoridades (estadounidenses) afirmaron haber encontrado el pasaporte intacto de uno de los presuntos secuestradores del 11-S entre las ruinas del World Trade Center. Cuando las autoridades descubren que los pueblos occidentales estúpidos van a creer cualquier mentira transparente, recurren a la mentira una y otra vez». Señaló con mucho acierto Paul Craig Roberts que los sospechosos pueden ser tanto culpables como simples chivos expiatorios.
Para finalizar, así como hay que solidarizarse con los periodistas asesinados en París, también hay que hacerlo con los periodistas rusos asesinados por los nazis de Kiev; con las víctimas de los bombardeos contra las poblaciones civiles de Serbia, Panamá, Irak, Libia, Afganistán, Somalía, Paquistán y Siria, realizados por la aviación del IMG; con Palestina, por estar ocupada por Israel; con los presos políticos del mundo entero, incluidos los de Estados Unidos; con los torturados en Guantánamo; con la población civil del sureste de Ucrania, masacrada por la huestes nazis de Kiev, enviadas con ese propósito; con todas los inocentes mártires eliminados por los servicios secretos y demás órganos represivos del IMG. Además se debe exigir castigo para los culpables.
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