La popularidad de los Simpson tiene que ver con varias razones las que se pueden entender mejor si uno ha vivido en la Tierra Prometida, donde han sido premiados en las más altas categorías del mundo del espectáculo. 1a. razón. La genialidad de Matt Groening de interpretar con unos dibujos poco ortodoxos y muy originales, […]
La popularidad de los Simpson tiene que ver con varias razones las que se pueden entender mejor si uno ha vivido en la Tierra Prometida, donde han sido premiados en las más altas categorías del mundo del espectáculo.
1a. razón. La genialidad de Matt Groening de interpretar con unos dibujos poco ortodoxos y muy originales, la sociedad donde vive. Aunque muchos hayan dicho que es una extrapolación de Garfield.
2a. razón. La identificación de la gente con los personajes que no son más que una familia media.
3a. razón. Desmistificación del puritanismo extremo e hipócrita de la misma sociedad.
4a. razón. Crítica a la política fascista republicana de manera muy sutil pero constante.
5a. razón. La variedad de temas con mucho sentido del humor negro.
Una. Con un simple trazo poco complicado y con unos colores contrastante, Groening realiza una familia fácilmente identificable dentro de todos los personajes existente en el mundo del comic. Los ojos a lo Garfield y la vulgaridad del gato seguirán divirtiendo al norteamericano.
Dos. Tanto Homero como Marge, son el prototipo de norteamericano que ve televisión como si fuese único, que come hamburguesa hasta en el desayuno, y que las donas nunca faltan para completar el círculo alimenticio de base. Homero, empleado en una planta nuclear como obrero, no fue a la escuela mientras que Marge, que si fue, se ve obligada a quedarse en casa cocinándole a su marido y cuidando los niños. Bart, con voz de niña, es una peste ( Daniel el Travieso a su lado sería todo un santo angelito), detesta la escuela, y rompe todas las consignas y reglas las que Lisa, su hermana, cumple al pie de la letra. Magie, la hermanita menor, mostrará los comportamientos aprendidos con el ejemplo de sus hermanos, su padre y del fijo televisor encendido las 24 horas.
Tres. Con la conformación de personajes fijos en su sitio, Groening se burla de la Iglesia y los feligreses mediante el vecino de Homero, Ned Flanders, padre soltero de dos niños. También con el cura de la Iglesia el Reverendo Lovejoy (Alegría).
La prefesora de Bart, Edna Krabappel (Edna Pastel-de-Cangrejo) es severa, se acuesta con el director, y los estudiantes la odian.
El jefe de la policía, Gorgory, es tan idiota que parece real. En el bar de Moe el chicano, los hombres llegan a beber cerveza en sus escapes de las garras de sus esposas.
A pesar de lo avanzada de la tecnología, y la riqueza del país, sus habitantes son descritos como personajes ignorantes e incultos. Todos incluyendo al doctor Hibbert, el director de la escuela, el director de la planta nuclear Mr. Burns donde trabaja Homero.
El animador de televisión, tampoco es una lumbrera ni menos un 100 voltios, pero sí un manipulador de la información.
Homero nunca lee un libro, ni se interesa por la música, ni el teatro. Sus espectáculos favoritos son la emisión de TV Itchy & Scratchy, el futbol, los show de Big Foot, esas idioteces de ponerle gomas gigantescas a los carros y demolerlos en un escenario frente a un público consumidor de comida basura.
Aunque Marge tiene mas o menos los pies en la tierra, va a hacer lo imposible por mantener a Homero en casa, perdonándole sus malandanzas y groserías. Lisa quizás sea la única de todos los personajes con un sentido de la madurez, sensibilidad y cultura. En la escuela es estudiante de saxofón, y se interesa por la ecología por lo que vive en pugna con Bart.
Cuatro. Hay una burla constante con respecto a las autoridades, sea el jefe de la policía, o el director de la escuela o el síndico de Springfield, donde viven. Con frecuencia hacen alusión a las demenciales medidas gubernamentales como la guerra de Irak. La existencia de Toni , el mafioso, sirve de pretexto para mostrar la corrupción y burocracia .
En una ocasión Bush llegó a decir que había que fortalecer la familia americana »más como los Waltons y menos como los Simpsons».
Quinto. Los Simpson vienen a reemplazar, en el tiempo, a los Pica Piedras y a Scooby Doo. Al parecer la gente se cansó de los chismes de las dos familias prehistóricas y de las aventuras de los cuatros adolescentes que repetitivamente luchan contra todo tipo de momias y criaturas fatasmagóricas poco creibles y menos cómicas. En los Simpsons hay un humor continuo con la ayuda de la presencia de personajes tipos. Otros personajes, como Abraham, el papa de Homero, Patty y Selma ( hermanas de Marge), permiten extender los temas casi a todo lo que toca la cotidianidad. Abraham, quien vive en una residencia de ancianos, es objeto de las mayores burlas por Homero, lo que repiten Bart y las hermanitas en menor grado. Pero a la vez es una crítica al abandono de los viejos fuera del hogar de origen.
El hindu Apu del colmado, también ayuda a recrear el ambiente.
El paralelismo entre Kristy el payaso y el de McDonald ha hecho pensar a muchos de un cierto patrocinio por parte de esta empresa. En un alto porcentaje de programas Homero habla de las hamburguesa como si nos incitara a visitar la famosa cadena de comida basura. Igualmente se habla de la otra cadena de harina y azúcar, Donkin Donuts. Con la realización de la pelicula para el cine, se comprobó lo primero al aparecer la familia en afiches sofisticados anunciando a McDonald.
Muchas escuelas en Estados Unidos han prohibido los Simpsons por el comportamiento de Bart como símbolo de rechazo a la institución de enseñanza y por el lenguaje soez.
La violencia, el lenguaje vulgar, los eruptos y peos aparecen con la mayor naturalidad y frecuencia al igual que los temas sexuales, como los cuernos que le pega Homero a Marge con una empleada de la planta. Las jamonas, hermanas de Marge, en sus afanes de conquista, tocan temas de homosexualidad y lesbianismos para morirse de la risa. Sin embargo todos estos elementos que al parecer son ya normales en la sociedad americana por la degradación de los valores morales, obliga a limitar la audiencia. Estos muñequitos, definitivamente no son para niños.
Así lo ha considerado la Comisión Nacional de Telecomunicaciones -Conatel- mecanismo regulador de espectáculos públicos en Venezuela por lo que han obligado a los canales de televisión a cambiarle el horario a los Simpsons. No pueden estar en horario infantil.
Venezuela no ha prohibido los Simpson, Chávez no ha estrangulado a Homero Simpson, la Revolución Bolivariana no ha censurado los dibujos animados de los Simpsons. Han hecho lo que tenían que hacer.