En 2011 se cumplen treinta años de la aprobación en referéndum del primer estatuto andaluz de autonomía. ¿Qué valoración harías de la actual situación de Andalucía tras estos treinta años de autonomía? Mi valoración es muy negativa porque pienso que la reclamación de soberanía que el pueblo andaluz manifestó el 4 de dieciembre de 1977 […]
En 2011 se cumplen treinta años de la aprobación en referéndum del primer estatuto andaluz de autonomía. ¿Qué valoración harías de la actual situación de Andalucía tras estos treinta años de autonomía?
Mi valoración es muy negativa porque pienso que la reclamación de soberanía que el pueblo andaluz manifestó el 4 de dieciembre de 1977 fue edulcorada en el Estatuto de Carmona y ha sido liquidada en el nuevo estatuto donde las ideas neoliberales han terminado triunfando al someternos económicamente. Hoy con la privatización de las cajas de ahorros se acaba de dar un golpe de estado para impedir un banco público andaluz. Como todo el mundo sabe para contar con soberanía política hace falta la económica.
¿Creés que el pueblo andaluz ha visto satisfechas las expectativas que se despertaron con la aprobación de aquel primer estatuto de autonomía? En otras palabras, ¿ha satisfecho la autonomía las esperanzas de mejora vislumbradas por el pueblo andaluz?
Si hacemos una radiografía del momento actual nos encontramos con un 1.200.000 parados, tres millones de pobres, el 30% de las familias de las grandes ciudades por debajo del umbral de la pobreza, 350.000 familias sin vivienda, 500.000 jornaleros sin tierra y expulsados de su oficio y soportando una reconversión agraria que provoca la mayor concentración de propiedad de la tierra en la historia de Andalucía…. Con todos estos datos es evidente que no se han satisfecho ni los sueños ni la esperanzas de un pueblo que hoy desgraciadamente ha aumentado su dependencia no tanto de Madrid como del imperialismo económico.
Aquellas expectativas y esperanzas del pueblo quedaron perfectamente de manifiesto en las multitudinarias manifestaciones del 4 de Diciembre de 1977. ¿Piensas que el «espíritu» del aquel 4 de diciembre sigue vivo en la sociedad andaluza?
Desgraciadamente a Blas Infante le asesinó el capitalismo en crisis, esto es el fascismo, de manos de unos falangistas, pero la negación de la reforma agraria, la permanencia de las bases de Rota y Morón en territorio andaluz, la privatización de las cajas y el trasvase de derechos y recursos de la clase obrera al capital significan nuevos asesinatos sólo que esta vez sus asesinos tienen nombre y apellidos: Zapatero y Griñan, que han empuñado los fusiles del mercado.
Marinaleda, el pueblo con menos desempleo de toda Andalucía, el único pueblo de esta tierra que votó No a la Constitución europea en 2005 y No a la reforma del estatuto de autonomía en 2007, el único pueblo, probablemente de toda la UE, que se rige por criterios socialistas de organización política y económica. ¿Cómo lleva Juan Manuel Sánchez Gordillo ser alcalde de un pueblo así?
Nos presentamos a las primeras elecciones municipales, en 1979, bajo las siglas de la CUT, con un lema: «El Alcalde: todo el pueblo». Y ese pueblo, organizado en asamblea y desde la acción directa, ha demostrado por sus conquistas prácticas que la acción revolucionaria y la utopía es posible y alcanzable a poco que nos lo propongamos.
¿Dónde reside el secreto del éxito de Marinaleda?, ¿Cuáles son, a su juicio, los pricipales logros de Marinaleda?, ¿Cuáles los principales errores que usted destacaría a lo largo de todos estos años de gestión municipal, y cuáles las principales metas que aún no han sido capaces de alcanzar?
La respuesta a esta pregunta en concreto es para escribir un libro. A riesgo de ser esquemático, diría que el secreto del éxito está en que organizamos a nuestra gente alrededor de un centro de interés: el paro. La lucha por combatir el desempleo nos llevaron a abordar una lección: que cuando se emprende una lucha uno no puede retirarse de ella hasta que no se han conquistado los objetivos o por lo menos parte de los objetivos que se propusieron. Y que para tenga éxito una acción subvertidora es imprescindible la participación activa de la gente. El éxito más importante ha sido conseguir tierra mediante la lucha sin haber tenido ni un sólo muerto y haber desarrollado en torno a la explotación colectiva de la tierra una industria complementaria. El segundo éxito es haber hecho realidad que la vivienda sea un derecho de la personas y los pueblos y no un negocio con el que especular. Como error destacaría no haber conseguido con suficiente claridad que la gente entienda los éxitos y los valores de su propia lucha y conquistas. Y como metas nos proponemos desarrollar este modelo de economía solidaria y extenderlo a otros rincones de Andalucía y convertir a los Ayuntamientos en las parteras de la soberanía de nuestra nación.
En política Internacional se habla del efecto dominó. Es decir, cuando un estado aplica con éxito un modelo económico que le hace resolver problemas antes presentes, los estados vecinos suelen tender a converger con ese modelo o directamente a convertirse a él. Si aplicásemos esta teoría al medio rural andaluz, Marinaleda tal vez debería haber iniciado un efecto dominó que, desgracidamente, no se ha hecho presente en muchos otros pueblos andaluces. ¿Por qué cree que, a pesar de tan evidente éxito político y económico, no hay más «Marinaledas» en Andalucía?, ¿es exportable el modelo de Marinaleda a otros pueblos y ciudades de Andalucía?
Pienso que es perfectamente exportable a otras realidades de las mismas dimensiones que Marinaleda e incluso mayores a condición de que se tengan claros los objetivos que se pretenden, se tenga la voluntad política suficiente y el coraje de, aún sabiendo de que nadamos contra corriente, seguir avanzando aunque tengamos retrocesos o fracasos parciales. ¿Por que no hay más Marinaledas? Porque no es fácil. Hay que saber aprovechar las condiciones concretas de cada situación concreta y además, tener una relación de fuerzas favorable. En los pueblos donde nuestro sindicato es fuerte y la CUT tiene mayoría en el Ayuntamiento esta misma filosofía de la acción directa, de la no diferencia entre dirigentes y dirigidos, de la austeridad por solidaridad, de la democracia directa y de la lucha por la utopía se expresan aunque de manera diferente.
Repasando material para la elaboración de este cuestionario, me llamó la atención comprobar que siempre que se le hace una entrevista desde la prensa burguesa, se insiste en preguntarle una y otra vez por la -supuesta- caducidad del Marxismo, por el -supuesto- carácter utópico de lo que se viene realizando en Marinaleda, y tantas preguntas indisimuladamente antirevolucionarias por el estilo. ¿No cree que su sola presencia, la presencia del proyecto político que usted encabeza en Marinaleda, es ya motivo de espanto para esos mismos medios que insisten una y otra vez en preguntarle por todos los tópicos anticomunistas habidos y por haber?
Por supuesto que si. El régimen existente en Andalucía y el capitalismo en su conjunto no permiten la diferencia y tratan de aplastarla con todos los medios a su alcance. El monopolio informativo es un instrumento más como lo es también la represión policial, o el cerco económico que se le hace a nuestro sindicato o el despretigio mediante la criminalización. Todo esto busca quitarle el agua al pez, es decir, aislarnos en la anécdota para que no podamos conectar con el común de la gente. El marxismo es hoy más actual que nunca. Especialmente hoy cuando mucho de sus presupuestos teóricos y políticos pueden verse en la realidad y por tanto, es un vehículo imprescindible para conseguir una sociedad sin clases, donde los medios de producción sean de los trabajadores y los derechos y la riqueza se repartan. Desde luego el marxismo al que nos referimos es el marxismo de Marx, de Engels, de Lenin, de Trotsky, de Rosa Luxemburgo y por supuesto, al de Ernesto Che Guevara.
En algún momento Juan Manuel Sánchez Gordillo deberá dejar sus cargos de representación política, y con él muchos hombres y mujeres de su «generación», aquellos que levantaron la bandera de lucha en Marinaleda, y llevaron hacia adelante este proyecto. ¿Ve asegurada la continuidad del proyecto político, económico y social una vez ocurra esto?, ¿hay consciencia revolucionaria y de clase en las nuevas generaciones del pueblo, o se corre el peligro de que con la retirada de los líderes históricos de la vida política activa el proyecto se pueda venir abajo?
La propia práctica asamblearia de un grupo al que llamamos el grupo de acción formada por unas 30 personas que son aquellas que tienen una tarea concreta en el pueblo; el senado popular que es un grupo de debate que se reúne mensualmente y las propias luchas que sirven como universidad popular garantizan que haya personas con cualidades suficientes como para que este proyecto tenga futuro. Nos da más miedo que este proyecto pueda quedarse aislado del resto de Andalucía con lo que le sería fácil de impedir su avance.
Hablando de futuro. ¿Cómo ve Juan Manuel Sánchez Gordillo el futuro de Andalucía?
Creo que el imperialismo económico, el mayor ladrón de soberanía de la historia de la humanidad trabaja por impedir cualquier soberanía real de los pueblos, incluido el pueblo andaluz. En estos momentos de crisis sistémica se presenta una oportunidad histórica para la izquierda revolucionaria, para ser mucho más valiente y audaz, presentando un programa claramente subvertidor del orden establecido y que tiene que estar avalado por una práctica. Y tal vez esto signifique que algunos tengamos que jugarnos la vida. Por tanto, depende mucho de la voluntad organizada del pueblo andaluz y de sus organizaciones revolucionarias, sabiendo descubrir aquellos elementos de lucha que el sistema no sea capaz de succionar con tanta facilidad como, por ejemplo, las acciones que hoy se realizan en general dentro de la izquierda sindical y política. Hace falta encontrar nuevas herramientas de lucha.
Unas últimas palabras…
La utopía no es ningún sueño inalcanzable y mientras llegamos al comunismo tenemos que, donde quiera que podamos, construir contrapoder y territorios de liberación donde parte de lo queremos para pasado mañana se convierta en realidad hoy. Así ganaremos en convicción propia y seremos un referente para la sociedad.