Ninguna sorpresa. El primer debate electoral entre las principales candidaturas a las elecciones andaluzas del 19-J, celebrado en RTVE, ha discurrido según lo previsto. Con su habitual tono «moderado», el actual presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), se ha escudado en la pandemia –como si solo hubiera habido COVID en Andalucía, le ha dicho la candidata de Por Andalucía– y en la herencia socialista, casi cuatro después de estar en el gobierno, para defenderse de los ataques a su gestión.
Su socio de gobierno, Juan Marín (Ciudadanos), que ha mostrado bastante enfado con Vox –su posible sustituto en San Telmo–, ha defendido su labor en esta legislatura y, por tanto, la del PP en Andalucía. Juan Espadas, a quien Moreno le ha recordado hasta en tres ocasiones que fue consejero con Chaves y Griñán, ha intentado dejar claro que el voto útil para frenar a la ultraderecha es votar al PSOE –al que las encuestas dan malos resultados–.
Inmaculada Nieto, candidata de Por Andalucía –la coalición de Izquierda Unida, Podemos, Más País, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Alianza Verde y Equo, avalada por Yolanda Díaz–, ha continuado con la oratoria pausada que la ha caracterizado en sus intervenciones en el Parlamento andaluz y con su defensa de los servicios públicos. Y Teresa Rodríguez, de Adelante Andalucía, que hizo una alusión a sus compañeros y compañeras de la izquierda que pretendieron que no estuviera en el debate, ha insistido en la necesidad de un partido andalucista. Ha sido, además, especialmente combativa con Macarena Olona, a quien ha intentado explicarle con pedagogía las causas de la violencia machista y a quien ha afeado que siempre ataque a los más débiles.
Porque luego estaba ella, la candidata de Vox, quien ha lanzado sus ya tradicionales discursos xenófobos, contra «las leyes ideológicas», su negacionismo de la violencia machista y sus golpes de pecho con frases como el «corazón lleno de amor por España». Es la única de los seis candidatos y candidatas que apeló al acento andaluz que hablaba sin acento andaluz –tampoco hubo analistas andaluces en la mesa posterior de análisis, salvo una breve conexión con dos periodistas locales y la copresentadora del debate, Paloma Jara– y que hablaba de «los políticos» como si ella no lo fuera.
El debate comenzó con un ‘todos contra Moreno’. «Yo soy el hombre de moda, ya he visto que soy el receptor. A mi derecha y a izquierda van a coincidir en numerosas ocasiones». Aunque fue dinámico, hubo momentos de silencios, como si en ocasiones algunos candidatos no quisieran salirse del guion, sobre todo el presidente de la Junta, el único de los tres candidatos hombres que llevaba corbata.