La situación, social y política, de Asturias se complica cada vez más en estos dos frentes. A la privatización de las grandes empresas se suma la merma -o desaparición- de sectores como el naval, siderurgia, minería, etc, ocasionando no pocos problemas sociales: emigración de jóvenes, desempleo o precariedad y tantos otros. Pero, aún hemos de […]
La situación, social y política, de Asturias se complica cada vez más en estos dos frentes. A la privatización de las grandes empresas se suma la merma -o desaparición- de sectores como el naval, siderurgia, minería, etc, ocasionando no pocos problemas sociales: emigración de jóvenes, desempleo o precariedad y tantos otros. Pero, aún hemos de sumarle la actitud cada vez más neoliberal de la coalición del gobierno del PSOE e IU respecto a los problemas del día a día de los ciudadanos: empleo, vivienda, servicios sociales, etc.
Consecuencia de esta política se produce el enfrentamiento y la ruptura dentro de la propia IU que arrastra también al PCA. La cúpula de IU regional disuelve (expulsa) a todos los órganos de dirección y a la propia Asamblea de IU de Oviedo nombrando una Comisión Gestora foránea, artificial, que se encarga incluso de presentarse a las elecciones municipales cosechando un claro fracaso, mientras que los destituidos obtienen un concejal en la candidatura «Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda».
El enfrentamiento llegó al juzgado, pero al mismo tiempo, ponía de manifiesto que las diferencia real se producía en temas concretos: urbanismo y demás políticas sociales «pactadas» con el PSOE que convertían a la coalición de gobierno en mero administrador del poder económico sin ninguna oposición.
La entrevista se realiza en esta situación y circunstancias. Francisco de Asís Fernández Junquera, Secretario del PCA y Coordinador de IU en Oviedo -ahora destituido – responde a las preguntas:
¿Qué le han parecido estas elecciones, cómo las ha visto?
El resultado de las elecciones municipales y autonómicas evidencian un alto índice de abstención, el desencanto de la ciudadanía y la profunda brecha que media entre la sociedad española real y quienes se dedican a la política como profesión. El todos son iguales, por desgracia, está firmemente asentado en la conciencia colectiva y es que las cuestiones fundamentales que, desde mi punto de vista, son las que tienen que ver con la economía, es decir, con los procesos de producción y apropiación de lo producido. Estas cuestiones diferencian muy poco entre sí a los dos grandes partidos de implantación estatal, el PSOE y el PP, aunque con diferencias innegables -cada vez menores- en determinadas cuestiones políticas relacionadas con la superestructura.
Estamos hablando de dos puntos fundamentales: del sistema socio económico y del régimen de monarquía parlamentaria asociada a una democracia exclusivamente representativa (es decir, votar cada cuatro años)
En todo esto ¿Qué papel le corresponde jugar a IU y cómo debería hacerlo?
IU que podía haber jugado la baza de la diferencia a partir de sus principios originarios: como alternativa de sociedad, de Estado y de Gobierno, con nuevos modos de hacer política, elaboración colectiva, democracia participativa, pero, se ha venido alejando, en éstos últimos años, de todos estos presupuestos para convertirse, de facto, en un partido político más, de carácter subalterno (seguidista) con respecto al PSOE, que en marcar diferencias positivas. O sea, que la izquierda unida de hoy -conducida por el equipo de Llamazares- tampoco suscita ninguna ilusión transformadora y viene a sumarse merecidamente a las causas de al abstención.
¿En Asturias se repite el mismo escenario?
Pues no, aquí las cosas van aún peor: en primer lugar, porque IU de Asturias constituye una mera sucursal del llamazarismo donde precisamente en esta comunidad sus dirigentes extreman la perversa filosofía de la geometría política variable y de la búsqueda oportunista de «caladeros de votos» como así lo denominan. En segundo lugar, porque Asturias constituye un territorio particularmente castigado por las lacras del sistema: deslocalización de empresas, desertización industrial, precariedad, siniestralidad laboral, política de vivienda hecha a medida de las reglas del ladrillo, huida de la juventud, etc.
En semejantes condiciones los guiños hechos por el grupo que dirige el Coordinador de IU en Asturias, Jesús Iglesias, al mundo de los Verdes y al Nacionalista suenan a oportunismo puro y duro y se alejan de la auténtica realidad social y de los problemas de la gente a la que han dado la espalda.
¿Cómo definiría usted los conflictos existentes en Asturias?
Actualmente el conflicto político en IU tiene dos aspectos, uno superficial y otro de fondo. El de fondo viene dado precisamente por cuanto acabo de comentar, es decir, por una práctica política oportunista ajena a la razón de ser de una fuerza política transformadora que debiera ser el papel de IU y por un alejamiento de las necesidades e intereses de los trabajadores y de las capas más desfavorecidas de la población. Este fondo tiene que ver también con métodos de funcionamiento interno, porque no es posible separar la meta del camino, los métodos de los objetivos.
Si el funcionamiento no es participativo y democrático internamente no podemos aspirar a que te crean cuando propones una transformación de la sociedad en clave de democracia radical.
En la superficie, esto se traduce en formas de intransigencia y sectarismo, de desprecio a las minorías y de persecución a los discrepantes, como está sucediendo ahora.
Pero ¿Está usted hablando de coacciones, de represalias?
Naturalmente, estoy hablando de la disolución brutal de las organizaciones locales de IU en Oviedo o en Pola de Lena por haber adoptado posturas de defensa relacionadas con el medio ambiente (oposición a una subestación eléctrica), posturas de defensa del ideal republicano (oposición a la financiación del museo de los premios príncipe de Asturias con dinero público) o por solidarizarnos con el empleo, con los trabajadores y contra la represión de los sindicalistas, como con Cándido y Morala condenados a tres años de cárcel.
Con todo lo que ha dicho, parece que se ha abierto un abismo ¿Qué propuestas políticas u organizativas ve usted como solución a todo esto?
La única solución arranca del funcionamiento democrático y del respeto al pluralismo y la asunción de la discrepancia como características inherentes de los sujetos transformadores. Lo que no puede ser es admitir maniobras destinadas a aferrarse a los puestos, sean o no de gobierno, y de buscar atajos para soslayar el debate e imponer los propios intereses. Así sorprende la intransigencia y la negativa a la hora de repetir el VIII congreso del PC de Asturias celebrado en 2006 en medio de decenas de impugnaciones. Repetido este congreso en marzo 2007 la hasta entonces cúpula del PCA y de IU de Asturias se negó a participar sin que nada le hubiera impedido hacerlo.
Hoy han perdido la dirección del PCA y enrocándose en IU tratan de pasar factura por medio de la represión interna (expulsiones, disolución de organizaciones enteras, imposición de candidaturas artificiales, etc.)
¿Cómo entiende usted la democracia que ha mencionado?
Yo creo que a estas alturas de la historia el concepto de participación sostenida es inseparable del concepto real de democracia. Ni en un partido político ni en la sociedad podemos darnos por contentos con la emisión formal de un voto cada determinado número de años. La participación y la toma de decisiones en los debates del día a día por parte de los militantes de una fuerza política o por parte de los ciudadanos en la sociedad es lo que hace que un sistema de funcionamiento sea realmente democrático, también es necesario pensar en la capacidad de revocar a aquellos que han resultado elegidos cuando, por lo que sea, dejan de ser acreedores de la confianza de quien los eligió, todo ello además, pone en primer plano otra cuestión: la igualdad de oportunidades a la hora de hacer propuestas, de proyectar ideas o de publicitar programas.
¿Cómo está funcionando esta democracia en IU o en el PC?
En IU simplemente no funciona. La primitiva IU nacida como un movimiento político y social se ha terminado convirtiendo, de hecho, en un mal partido político de estructura cupular y, al día de hoy, de muy difícil reconducción.
Por el contrario el PC que, durante muchos años, compartió estos males con el agravante de ver mermada su soberanía, sus funciones y su capacidad de mediación social, ha terminado tomando conciencia de la necesidad de su propia regeneración. Un paso muy importante en ese sentido ha sido el XVII congreso del PCE. Queda mucho por hacer, pero, hay ilusión y voluntad de trabajar.
En Asturias después del VIII congreso del PCA celebrado en marzo de este año, se ha abierto camino un nuevo estilo de trabajo que pretende implicar en el debate y en la toma de decisiones a las bases del partido, sacar a éste de los despachos y ponerlo en la calle, en las movilizaciones de los trabajadores y, en general, de los ciudadanos, es decir, sacar al partido de lo que hemos llamado la segunda clandestinidad.
¿La candidatura a las municipales que han presentado en Oviedo ha funcionado como esperaban?
La candidatura «Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda» fue en realidad la plasmación de la primitiva candidatura de IU de Oviedo que se vio impedida de acudir como tal a las urnas tras el cuartelazo dado por la dirección regional de IU. Es preciso dejar muy claro que no se trata de unos afiliados a IU que deciden romper con la organización y cobijarse porque sí bajo otras siglas, sino de un grupo encabezado por los concejales de IU que dispuestos a secundar el clamor popular que se originó para garantizar su continuidad y a no defraudar las expectativas que en su trabajo venían depositando miles de ciudadanos por la izquierda, una vez que se han visto brutalmente represaliados por la cúpula regional de IU. Seguro que no ha sido una experiencia fácil, pero su éxito en las urn
as frente a la candidatura oficial de IU, que se quedó sin representación, demuestra muchas cosas. Primero, que los ciudadanos no son tontos, segundo, que la coherencia política de un trabajo que nunca renunció a proyectar su ideología revolucionaria es capaz de tener réditos políticos y, tercero, que es falsa la pretensión de que «fuera de IU no hay salvación», como le gusta decir a Llamazares.
¿Qué papel ha jugado o juega el urbanismo en todo esto?
La coherencia crítica mantenida por los concejales y por la legítima dirección local de IU de Oviedo en la denuncia de los pelotazos urbanísticos -además de los enfrentamientos en los temas sociales, como ya he mencionado- fue una de las causas de su liquidación (de nuestra liquidación y del enfrentamiento) por parte de la dirección regional atenta a otros intereses y proyectos.
El derecho a la vivienda digna, a precio verdaderamente asequible, constituye un viejo precepto constitucional tristemente olvidado, incluso con un gobierno que se pretendía de «la izquierda plural» como fue el de Asturias durante estos cuatro últimos años; las promesas se fueron convirtiendo en humo y sometiéndose al poder real de los constructores y especuladores. En efecto, las 15.000 viviendas o las «actuaciones» y la protección pública prometida se convirtieron, la mayor parte de las veces, en «viviendas concertadas», es decir, de esas que cuestan 22 o 23 millones de pesetas, dirigidas, por tanto, a capas medias y no a los sectores más necesitados de la población a los que es necesario proteger construyendo grandes cantidades de viviendas para darlas en alquiler a precios asequibles. La política urbanística llevada a cabo desde la administración autonómica y desde las administraciones locales, terminaron teniendo un sector verdaderamente beneficiado: la gran empresa y la patronal de la construcción. Las necesidades sociales y la defensa del medio ambiente pasaron así a un plano secundario.
¿Cómo ve usted las revoluciones democráticas, por la vía de las urnas, de América Latina?
Las situaciones socio económicas son muy dispares. A fin de cuentas aquí estamos en el primer mundo con todo lo que ello supone de consumismo, capacidad de integración por parte del sistema, etc. Sin embargo es innegable que hay puntos de contacto. El entusiasmo desencadenado de forma fresca y espontánea en los sectores más vivos y rebeldes de la ciudadanía para dar aliento y apoyo a una candidatura «Ciudadanos por la Izquierda» que se reclamaba republicana, antagonista del sistema y rebelde frente a lo «políticamente correcto» recuerda la frescura y la actualidad de movimientos que lógicamente, salvando no pocas diferencias, se dan en otras latitudes.
Muchas gracias.
Es posible que la pregunta más importante haya quedado sin hacer por no entrar en el juego de las adivinanzas: ¿Ha tocado fondo la izquierda y comienza el despegue de una izquierda más participativa?