Tal como había sido anunciado, el gobierno del Estado español ha firmado con Estados Unidos una enmienda al vigente «Convenio de Cooperación de Defensa» por el que la base militar de Morón de la Frontera se convierte en la sede de Africom (Mando de África) del ejército norteamericano, cuadruplicándose el número de efectivos militares USA […]
Tal como había sido anunciado, el gobierno del Estado español ha firmado con Estados Unidos una enmienda al vigente «Convenio de Cooperación de Defensa» por el que la base militar de Morón de la Frontera se convierte en la sede de Africom (Mando de África) del ejército norteamericano, cuadruplicándose el número de efectivos militares USA para que sea el lugar desde el que tengan lugar las intervenciones sobre África y Oriente Próximo.
Esta modificación de las funciones de la Base supone, de hecho, una cesión aún mayor que hasta ahora de soberanía a Estados Unidos de una parte de suelo andaluz y un uso de nuestro territorio contrario a los ideales de paz, interculturalidad y armonía entre los pueblos que son característicos de nuestra cultura y de nuestro pueblo. Junto a la reciente ampliación de la base aeronaval de Rota -convertida ya en epicentro del escudo antimisiles de la OTAN en Europa-, se confirma el papel de barrera y plataforma de agresión que se ha adjudicado a Andalucía desde los poderes centrales que tratan de mantener en propio beneficio el actual injusto y desigualitario «orden mundial».
Las bases norteamericanas de Morón y Rota surgieron en los Pactos de Madrid de 1953 entre el régimen franquista y el gobierno de los Estados Unidos, en plena guerra fría, constituyendo un balón de oxígeno para la dictadura, que se convirtió desde entonces en un fiel aliado del imperialismo norteamericano. Su continuación y potenciación actual no tienen otro objetivo que intervenir violentamente en aquellos países cuyos regímenes políticos no son sumisos a los poderes financieros, económicos y políticos que dominan el mundo y allí donde exista inestabilidad potencialmente peligrosa para dichos intereses.
La no existencia de soberanía andaluza y la vergonzosa cesión de soberanía de una parte de nuestro territorio por parte de los sucesivos gobiernos del Estado Español han culminado ahora con esta ampliación de la presencia militar USA y la potenciación de las bases. Además de la afrenta para la dignidad del pueblo andaluz que ello significa, estos hechos ponen a Andalucía en la diana del terrorismo internacional, al partir desde aquí, ya actualmente pero mucho más en el futuro, las expediciones de agresión contra territorios y pueblos africanos y de Oriente Próximo.
Nos parece vergonzoso el silencio a este respecto de las instituciones de la Junta de Andalucía, del Defensor del Pueblo Andaluz y de la gran mayoría de los partidos políticos. Parecería que las modificaciones del Convenio militar España-Estados Unidos no nos afectan en nada. Esta ceguera interesada demuestra la completa sumisión de los que presumen de ser «nuestros» representantes y son una prueba más de que Andalucía sólo les interesa como granero de votos o excusa para disfrutar de cargos públicos.
La indignidad culmina con la utilización de la dramática situación de desempleo existente en nuestra nación andaluza como medio de defender la supuesta bondad de la ampliación de las Bases, por los puestos de trabajo que presuntamente se crearían. La argumentación sería una muestra inaceptable de humor negro si no fuera directamente un insulto a la dignidad de los andaluces. Además, como ha venido ocurriendo en los últimos tiempos, la ampliación del personal norteamericano supone, de hecho, el despido de trabajadores locales, por lo que los 500 nuevos civiles de dicho país previstos son la antesala de nuevos despidos.
Asamblea de Andalucía, como colectivo sociopolítico municipalista, soberanista y asambleario, hace pública su más enérgica protesta por este nuevo atentado a nuestra soberanía, por los nuevos riesgos que se nos imponen y por la burla que se hace a nuestra dignidad y llama a los movimientos sociales, a los grupos políticos y a la sociedad civil andaluza a que condenen la utilización de Andalucía para fines completamente ajenos a los ideales, valores e intereses de nuestro pueblo y nuestra cultura.
Coordinadora de Asamblea de Andalucía